Un tipo especial de cotilleo es el caso, que pasa a ser un género cultural en las sociedades urbanas. El caso es un género de la información. Hoy podemos ver en la información audiovisual y en la prensa la presencia de casos: niños desaparecidos, desaparición de adultos –especialmente mujeres jóvenes–, persecución de terroristas, disputas entre parejas de famosos… Son motivos que dan lugar a casos. Estos casos requieren una atención diaria de los medios, aunque no presenten novedades. Algunos casos mantienen la atención de los medios durante meses. El caso es un género complejo. Requiere varios momentos esenciales: una pregunta, un juicio, una decisión… Pero también ha sufrido una evolución. En la tradición el caso es un género autónomo de la información. Es un género didáctico. En la edad heroica el caso pasó a formar parte del epos –la esfera de la memoria–. En las sociedades históricas el caso suele aparecer como relato dramático o cómico en el dominio del entretenimiento. Una dimensión educativa aparece en la jurisprudencia y en la medicina, la casuística. En la Modernidad el caso es un género de actualidad. Casos sin resolución mueren cuando pasan unos meses sin resultados apreciables. Sin embargo, ha emergido en tiempos recientes una nueva casuística. Freud es autor de varios casos que han alcanzado gran relevancia, incluso en la literatura –Dora, el hombre de los lobos y el del hombre rata, nombres abreviados de «Fragmento de un análisis de un caso de histeria», «De la historia de una neurosis infantil» y «Notas sobre un caso de neurosis obsesiva»–. Foucault hizo célebres los casos de Herculine Barbin y Jacques Rivière.
5. COTILLEO EN LA ALDEA GLOBAL
La Modernidad ha transformado el universo del cotilleo. Durante milenios el cotilleo no conoció otro escenario que la intimidad. En el Paleolítico fue la intimidad en la horda. A partir del Neolítico –la etapa agraria– ha sido la intimidad familiar. Esta afirmación sobre la intimidad debe ser matizada. En el Paleolítico y en el Neolítico no existe la intimidad porque no existe la imagen pública. Solo con la Historia aparece la esfera de lo público y es entonces cuando se puede hablar con propiedad de intimidad en la esfera de lo privado, opuesta a la esfera pública. La intimidad, así mismo, ofrece en el periodo histórico al menos dos dimensiones: el cotilleo y el ensimismamiento. La primera es primaria en cuanto que tiene una larga tradición y responde a estímulos comunicativos muy elementales. La segunda, el ensimismamiento, es secundaria en cuanto requiere unas condiciones culturales superiores. Está en el origen de la alta cultura y de las disciplinas, desde la filosofía a la ciencia. La casuística del ensimismamiento intelectual es infinita. Es bien conocida la anécdota de la risa de la esclava tracia que cuenta Platón en el Teéteto §174a:
[Thales] cuando estudiaba los astros, se cayó en un pozo, al mirar hacia arriba, y se dice que una sirvienta tracia, ingeniosa y simpática, se burlaba de él, porque quería saber las cosas del cielo y se olvidaba de las que tenía delante y a sus pies. La misma burla podría hacerse de todos los que se dedican a la filosofía.
Y prosigue explicando que al sabio le pasan desapercibidas las cosas de sus vecinos –el cotilleo–, sin embargo, conoce las cosas que son trascendentes.
El cotilleo es la antítesis del ensimismamiento. En la sociedad cortesana el cotilleo trasciende los límites de la familia para convertirse en un arma arrojadiza en la esfera cortesana. Precisa el cotilleo un escenario de ocio en el que se dan las luchas de poder. Ya vimos el caso de Barrionuevo a propósito de la reina Cristina de Suecia. La novedad moderna consiste en que el escenario ya no es el de la corte, sino que tiene un alcance global. No precisa –aunque puede abarcarlo– el poder. La fuerza del cotilleo moderno reside en su carácter espectacular. Por supuesto, persiste el cotilleo familiar y doméstico. Pero ahora se da una nueva dimensión: el espectáculo. Eso es lo que hace posible la literatura rosa y la telerrealidad.
Pero contemplar solo la dimensión espectacular y global del cotilleo moderno es ver solo una de las caras. La cara oculta del cotilleo moderno es la de su rechazo. No solo es mal visto socialmente, sino que nuevas iniciativas intentan neutralizarlo en nombre de la lucha contra el silencio y el aislamiento. Iniciativas como la página de Facebook End Small Talk o Irrational Labs pretender ennoblecer la comunicación oral trascendiendo las conversaciones o, incluso, prohibiendo las conversaciones intrascendentes. No son propiamente iniciativas contrarias al cotilleo, pero cabe concluir que la lucha contra el cotilleo entra entre sus objetivos. También forma parte de esta reacción la aparición de bibliotecas humanas o cafés filosóficos, personas o grupos que se ofrecen para dialogar. Son iniciativas idealistas. Pero desconocen el factor de cohesión que supone el cotilleo. Aunque es cierto que el cotilleo puede tener y, de hecho, tiene una dimensión perversa, no es menos cierto que todavía conserva un potencial de cohesión nada despreciable y que no puede ser eliminado, aunque sus efectos perversos deban ser cuestionados y combatidos.
Otra manifestación vinculada al cotilleo son las llamadas fake news , ahora tan actuales. Estas «noticias» resultan de aplicar la dimensión perversa del cotilleo a la información. Y los instrumentos de información y comunicación en red les han dado una nueva dimensión, a la que no podían aspirar los medios de propaganda del pasado todavía cercano. Facebook y otras redes sociales se ven obligadas a tomar medidas con las fake news que vehiculizan.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ARELLANO, Ignacio (2016): «Historia, poesía, cotilleos. Cristina de Suecia en los Avisos de Barrionuevo», Revista de literatura , vol. LXXVIII, núm. 155, pp. 61-76.
DUNBAR, Robin (1996): Grooming, Gossip, and the Evolution of Language , Cambridge: Harvard UP.
MIGLIANO, A. B., A. E. PAGE, J. GÓMEZ-GARDEÑES, G. D. SALALI, S. VIGUIER, M. DYBLE, J. THOMPSON, NIKHILL CHAUDHARY, D. SMITH, J. STRODS, R. MACE, M. G. THOMAS, V. LATORA y L. VINICIUS (2017): «Characterization of hunter-gatherer networks and implications for cumulative culture», Nature Human Behavior , vol. 1, art. 043, pp. 1-6, [en línea]: www.nature.com/nathumbehav. [Consulta: 1/9/2017].
PLATÓN (1988): «Teéteto», Diálogos V , trad. de A. Vallejo Campos, Madrid: Gredos.
SMADJA, Éric (2011 4): Le rire , París: PUF.
SPIER, Fred (2011): El lugar del hombre en el Cosmos. La gran historia y el futuro de la Humanidad , Barcelona: Crítica.
1Traduzco como cotilleo el término inglés gossip que se usa en sentido amplio para designar las conversaciones de la vida cotidiana de apariencia irrelevantes pero que, visto en términos de la gran evolución humana, es un instrumento esencial para el crecimiento y la supervivencia de la humanidad.
2En cambio, apenas tenemos documentación sobre el chismorreo, quizás por considerarse una actividad natural e intrascendente en términos culturales.
3Que lo alegre y lo cruel forman parte de la risa es una idea que parece tener su origen en el concepto de caricatura que desarrolló Christoph Martin Wieland en su Conversaciones con el párroco de XXX (1775). En ese concepto ve Wieland tres posibilidades: la realista, la deformidad satírica y la fantasía grotesca. La deformidad satírica conserva todavía sus raíces en lo real. Sin embargo, la fantasía grotesca se abandona a la imaginación y ofrece imágenes monstruosas, buscando obtener la risa o la repulsión. Kayser reformula esta idea en la versión del doble grotesco: el grotesco realista y el grotesco romántico. De él la toma Bajtín. Por otro lado, la teoría de la filogénesis de la risa apunta en la risa un origen agresivo que se transforma en un juego (Smadja, pp. 52-54).
Читать дальше