Una quinta línea de trabajo es la centrada en los aspectos internacionales y transnacionales del conflicto, como el análisis del antifascismo como factor movilizador y su calado –o no– dentro de las concepciones de las diferentes fuerzas políticas y sindicales en lucha. Es mucho lo realizado en este campo, 31 pues junto a la represión y la violencia han sido aspectos de gran preocupación para la historiografía, pero nunca deben obviarse algunas cuestiones o aspectos a tener en cuenta, como las concepciones transnacionales que pueden afectar al conflicto en forma de movilización o desmovilización, cuestión esencial para el desarrollo de la misma guerra. Por tanto, dichas concepciones, incluso en escenarios no explorados –como los actores internacionales de segunda fila, pero presentes, por ejemplo, en la Sociedad de Naciones, y a los que España había encabezado desde los años veinte, y también más allá de sus gobiernos, las fuerzas políticas de dichos países–, y con nuevos parámetros no utilizados, deben ser tenidas en cuenta para, incluso en un campo con tanto desarrollo, continuar profundizando en el conocimiento de la Guerra Civil.
La represión y la violencia son, como ya se ha comentados, dos campos a los que se ha prestado, como es lógico, una atención preferencial desde los años noventa, con obras de una altísima calidad que siguen siendo de referencia. Pero, en todo caso, aún faltan obras que analicen de forma profunda, crítica y sin objetivos militantes y reivindicativos el funcionamiento del aparato judicial en la retaguardia republicana y de su/s aparato/s represor/es, muchas veces paralelos y poco interrelacionados, ya sea en forma de violencia descontrolada o en forma de checas, independientes del aparato judicial del Estado republicano. 32
Además, es fundamental continuar profundizando el conocimiento de la represión hacia los propios aliados, es decir, cómo se producía, cuándo y por qué la acción represora hacia los miembros del propio bando: represión franquista hacia potenciales aliados, y represión contra socialistas, anarquistas, comunistas, republicanos y poumistas, dentro del republicano, y cuyas denuncias se sucedieron a lo largo del conflicto, sobre todo desde mediados de 1937. Del mismo modo, continúa siendo esencial profundizar en la represión y la violencia desde una perspectiva de género, atendiendo también, de forma interrelacionada, a otros tipos de características e identidades, más allá de las tradicionalmente abordadas (las políticas, las religiosas, e incluso las nacionales).
Por último, la memoria de la Guerra Civil es uno de los campos de estudio más fructíferos de la última década y que continúa despertando un notable interés. Con los debates (historiográficos y políticos) sobre la memoria histórica en torno a la guerra y el franquismo como escenario, en los últimos años se han publicado no pocas investigaciones que analizan el papel de las memorias y de producciones literarias, cinematográficas o artísticas en la recuperación, elaboración y transmisión de lo que representó el conflicto para la sociedad española. Cabría seguir profundizando en ello, sobre todo desde materiales menos trabajados. Tal y como demuestra Carlos Fuertes, el campo de la educación, sobre todo en torno a los productos que contiene y en los que muchas veces se basa, es esencial para contemplar cómo se producen y reproducen discursos en torno a la Guerra Civil que provocan que nuestros conciudadanos tengan ideas incompletas, falsificadas o falsamente neutrales sobre dicho conflicto, sus causas, su desarrollo y sus consecuencias. 33
Es por ello que el análisis de la construcción de los discursos en torno a este conflicto, su conmemoración y su recuerdo debe abarcar nuevos terrenos poco transitados como, por ejemplo, la historia urbana. En íntima relación se sitúa la recuperación y puesta en valor del patrimonio. En este sentido, no sólo es fundamental el análisis de aquello que se hizo –o no– en el presente de los hechos acaecidos analizados, como hace magníficamente en este volumen Rebeca Saavedra, 34 sino que comienza a ser fundamental también el estudio de aquello que queda, su recuperación y su puesta en valor. De este modo, el estudio del patrimonio en el período, el cambio en los entramados urbanos y en el paisaje, la transformación posterior y su conservación, o no. Y no debe quedar fuera del ámbito de los estudiosos de la Guerra Civil la preocupación por dichos vestigios, mejor o peor conservados, que pueden servir tanto para el estudio directo como para una de las que deben ser nuestras preocupaciones esenciales como historiadores: la difusión social del conocimiento, para lo cual este patrimonio es de una importancia crucial. De este modo, construcciones civiles y militares deben ser protegidas, recuperadas, conservadas, restauradas e incluso musealizadas. Su potencial didáctico, educativo y memorialístico es enorme y da posibilidades que no deben ser despreciadas.
Todo ello muestra cómo la Guerra Civil es aún un campo de gran potencialidad para los investigadores del presente y del futuro. Fijando la mirada en escenarios locales, provinciales y regionales, analizándolos de forma diferente, gracias a nuevas perspectivas y preguntas y gracias a las nuevas fuentes disponibles y a la revisión de las antiguas, e interrelacionándolos con otros ámbitos, donde también se han podido producir conflictos bélicos, los avances continuarán produciéndose. De este modo, ya encaminados al nonagenario aniversario del inicio del conflicto, dicha efeméride mostrará, como ha sucedido con las anteriores, todos estos nuevos pasos adelante en pro de una mejor y más compleja explicación y comprensión de la última de las guerras civiles españolas.
No podemos acabar esta introducción sin agradecer a los autores de todos los capítulos, tanto en formato papel como en formato electrónico, su colaboración para llevar adelante este proyecto. Ellos han hecho la parte más importante del mismo. Al igual que Aurelio Martí Bataller, Mélanie Ibáñez Domingo e Inmaculada García Contell, cuyo trabajo en la organización del congreso y en la edición de estos textos ha sido esencial. Sin ellos tres, todo este trabajo hubiera sido extremadamente más complicado y prácticamente imposible de asumir.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de las instituciones que han hecho posible todo este proyecto, desde la celebración del Congreso a la publicación de estos resultados. En primer lugar, debemos agradecer la gran implicación de la Diputació de València, a través de su Delegació de Memòria Històrica y su diputada delegada Rosa Pérez Garijo, que hizo posible la celebración del congreso, así como también al Ajuntament de València, que, a través de su Regidoria de Patrimoni Cultural i Recursos Culturals, dirigida por Glòria Tello Company, colaboró para la realización de dicho encuentro científico. Finalmente, la Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport ha hecho posible la publicación de estos resultados, gracias a una ayuda concedida a través del programa destinado a la organización y difusión de congresos, jornadas y reuniones científicas (AORG2017-039). Y, del mismo modo, dicha Conselleria ha colaborado también a través del Grupo de Excelencia del programa PROMETEO Grup d’Estudis Històrics sobre les Transicions i la Democràcia (GEHTID, GVPROMETEO2016-108) financiado por ella, ya que los miembros del comité organizador son miembros de dicho grupo y han contado en todo momento con el respaldo del mismo, sobre todo de su investigadora principal, Aurora Bosch Sánchez, a la que también queremos expresar nuestra gratitud.
Por último, no podemos olvidar a las diferentes instancias de la Universitat de València que han hecho posible el desarrollo de estas tareas: el Departament d’Història Moderna i Contemporània, la Facultat de Geografia i Història, y el Aula d’Història i Memòria Democràtica.
Читать дальше