Las transformaciones estructurales en distintos ámbitos obligan a mirar tanto a Estados Unidos como a China y no solamente a Washington. Hay tendencias de cambio visibles en lo económico, tecnológico y geopolítico que demandan una mejor lectura del mundo y una mirada menos dogmática de los asuntos internacionales. No se trata de sustituir una dependencia por otra; se trata, más bien, de sortear la aquiescencia actual ante Estados Unidos y el sometimiento futuro a China. La inacción es el mayor peligro pues redundará en más subordinación, ya sea a Washington o a Beijing. Como se dijo al principio de este ensayo, una combinación de opciones estratégicas frente a Estados Unidos y frente a China, por igual, es necesaria y factible; al menos de acuerdo con el cuadro global acá descrito.
En el plano continental, se presenta una ocasión que pudiera ser aprovechada. Por un lado, Estados Unidos otra vez tiene un foco de atención que puede facilitar espacios de iniciativa y de acción para América Latina. A comienzos del siglo XXI se focalizó en el exterior y en la guerra contra el terrorismo; ahora se deberá focalizar más hacia adentro y en la competencia con China. En la primera década del siglo XXI Washington operaba con una alta dosis de fortaleza heredada del fin de la Guerra Fría; hoy opera con una fuerte cuota de debilidad derivada de una serie de fiascos militares en el extranjero y de una situación interna en la que se concatenan malestar social, trauma institucional, crisis de identidad, baja competitividad y polarización partidista. Por otro lado, en la post pandemia se requerirá de un mayor acento en la gobernanza mundial ante el impacto de las calamidades naturales y las generadas por el hombre. Las catástrofes pueden inducir a la cooperación internacional y, por ende, a mejorar los vínculos entre naciones. Los desastres crean daños en las sociedades y generan vulnerabilidad en los países. Ello demanda la disposición a alcanzar más colaboración. Y en ese sentido, Latinoamérica podría ser un activo participante para aportar a soluciones globales que requieren el concurso tanto de Estados Unidos como de China.
En el ámbito regional es donde a primera vista hay menos incentivos y más constreñimientos para impulsar una diplomacia de equidistancia. El grado de fractura diplomática es tal que pensar en la agregación colectiva de intereses y de metas es irreal. Quizás, y con el objetivo de concebir una DDE en algunos países, es más razonable descansar en el minilateralismo: un multilateralismo de los pequeños números. Se trata de identificar unos temas concretos en los que existan intereses convergentes entre pocos países, así estén gobernados por diferentes coaliciones partidistas. Pueden ser cuestiones materiales –por ejemplo, los alimentos, la infraestructura–, cuestiones valorativas –por ejemplo, derechos humanos, avances en materia de género– y/o cuestiones geopolíticas –por ejemplo, la Antártida, la ciberseguridad– las que vayan aglutinando miradas y medidas comunes entre un conjunto acotado de naciones. Esa experiencia, gradual y efectiva, podría contribuir a concebir una diplomacia equidistante respecto a Estados Unidos y China.
Por último, la mayor debilidad –si bien no fue tratada en este trabajo– de una DDE se localiza en la dimensión nacional. Es y será muy difícil promover una DDE si no hay domésticamente elites dispuestas a activar los recursos del país en pos de esa política de equidistancia, si se carece de sustento social y político al respecto, y si se preserva un modelo económico que no apuesta por una diversificación productiva.
En resumen, es probable que los mayores escollos para una diplomacia de equidistancia se localicen más interna y regionalmente que en el plano continental e internacional. Superar ese obstáculo es y será una tarea política.
Asia Society, China Policy Program, George Washington University y Bertelsmann Stiftung. 2020. Dealing with China as a Transatlantic Challenge , 25 June, en https://asiasociety.org/sites/default/files/inline-files/Dealing%20with%20the%20Dragon_Report_25.06.20.pdf.
Bartnick, A. 2020. Asia Whole and Free? Assessing the Viability and Practicality of a Pacific NATO. Belfer Center Future of Diplomacy Paper , March, 1-53.
Biden, J. 2020a. Why America Must Lead Again. Foreign Affairs , 99(2), March-April, en https://www.foreignaffairs.com/articles/united-states/2020-01-23/why-america-must-lead-again.
________. 2020b. Colombia is the keystone in the U.S. policy in Latin America and the Caribbean. The Sun Sentinel , 7 October, en https://www.sun-sentinel.com/opinion/commentary/fl-op-com-biden-colombia-policy-20201007-v4lt7v3twfeeticarypixsvqmm-story.html.
Faller, C. S. 2020. Posture of Admiral Craig S. Faller, Commander, United States Southern Command, Before the 116 th Congress. House Armed Services Committee. 11 March, en https://www.congress.gov/116/meeting/house/110692/witnesses/HHRG-116-AS00-Wstate-FallerC-20200311.pdf
Fortin, C., J. Heine y C. Ominami. 2020. El no alineamiento activo. Un camino para América Latina. Nueva Sociedad . Septiembre, en https://nuso.org/articulo/el-no-alineamiento-activo-una-camino-para-america-latina/.
Kroenig, M., J. Cimmino, et al. 2020. Global Strategy 2021 An Allied Strategy for China. Atlantic Council Strategy Papers , December.
Nichols, M. y P. Zengerle. 2021. Biden U.N Nominee pledges to work ‘aggressively’ against Chinese influence. Reuters , 27 january, en https://sg.news.yahoo.com/bidens-u-n-pick-warn-112039691.html.
On the Issues. 2021. 2020 Presidental Candidates > Joe Biden on the issues , en https://www.ontheissues.org/joe_biden.htm.
Open Secrets. 2020. 2020 election to cost $14 billion, blowing away spending records. Open Secrets.org, Center for Responsive Politics. 28 October, en https://www.opensecrets.org/news/2020/10/cost-of-2020-election-14billion-update/.
Russell, R. y J.G. Tokatlian. 2013. América Latina y su gran estrategia: Entre la aquiescencia y la autonomía, Revista CIDOB d’Afers Internacionals 104: 157-180.
________. 2009. Modelos de política exterior y opciones estratégicas. El caso de América Latina frente a Estados Unidos. Revista CIDOB d’Afers Internacionals 85-86: 211-249.
Tokatlian, J.G. 2020a. EE.UU.-China. El gran desafío regional. Clarín , 17 de agosto, en https://www.clarin.com/opinion/ee-uu-china-gran-desafio-regional_0_agtwNAKuQ.html.
________. 2020b. La geopolítica entre Estados Unidos y China. El Cohete a la Luna , 3 de mayo, en https://www.elcohetealaluna.com/la-geopolitica-entre-estados-unidos-y-china/.
________. 2019. Trump y la doctrina Troilo, El Cohete a la Luna , 8 de septiembre, en https://www.elcohetealaluna.com/trump-y-la-doctrina-troilo/.
________. 2018a. No One’s Supplanting US Military Influence in Latin America. Defense One , 5 September, en https://www.defenseone.com/ideas/2018/09/no-ones-supplanting-us-military-influence-latin-america/151029/.
________. 2018b. El Pentágono y América Latina. Clarín , 4 de septiembre, en https://www.clarin.com/opinion/pentagono-america-latina_0_S1SPULhPX.html.
________. 2011. Una nueva estrategia hacia China, La Nación , 29 de agosto, en https://www.lanacion.com.ar/opinion/una-nueva-estrategia-hacia-china-nid1401402/.
Tow, W. T. y D. Stuart, eds. 2017. The New US Strategy Towards Asia: Adapting to the American Pivot . New York: Routledge.
Van Schaack, B. 2021. Genocide Against Uyghurs: Legal Grounds for the United States’ Bipartisan Genocide Determination. Just Security, 27 January, en https://www.justsecurity.org/74388/genocide-against-the-uyghurs-legal-grounds-for-the-united-states-bipartisan-genocide-determination/.
Читать дальше