EL FASCISMO
DE LOS ITALIANOS
UNA HISTORIA SOCIAL
HISTÒRIA / 178
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EL FASCISMO
DE LOS ITALIANOS
UNA HISTORIA SOCIAL
Patrizia Dogliani
Traducción de Patricia Gómez Soler
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial.
Título original: Il fascismo degli italiani UTET S.p.A., Torino, 2008
© Patrizia Dogliani, 2007
© De esta edición: Universitat de València, 2017
© De la traducción: Patricia Gómez Soler, 2017
Publicacions de la Universitat de València
http://puv.uv.es publicacions@uv.es
Diseño del interior y maquetación: Inmaculada Mesa
Fotografía de la cubierta: Concentración en la plaza Venecia, Roma
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
ISBN: 978-84-9134-117-8
SUMARIO
INTRODUCCIÓN
I. SALIR DE LA GUERRA, ENTRAR EN EL FASCISMO
Salir de la guerra
La toma del poder
Hacia un Estado totalitario
Los nuevos aliados: la Iglesia y el ejército
La represión
II. LOS ITALIANOS Y EL PARTIDO FASCISTA
El Partido Nacional Fascista
La clase dirigente fascista
Un partido solo de hombres
El mussolinismo
III. HOMBRES Y MUJERES EN EL FASCISMO
¿Hombres o soldados?
La familia fascista
El cuerpo de los italianos
La mujer fascista
IV. LA ITALIA FASCISTA
¿Un país moderno?
Un país en movimiento
La nueva frontera
Un territorio transformado
El Bel Paese
Tierras de confinamiento
V. CRECER BAJO EL FASCISMO
Fascistizar a la juventud
Asistir, vigilar y castigar
La educación
La educación superior y la universidad
VI. EL TIEMPO LIBRE Y LA CULTURA DE MASAS DE LOS ITALIANOS BAJO EL FASCISMO
Deporte y nación
Cultura popular
Información y espectáculo
Un arte al servicio de las masas
¿Una cultura al servicio del régimen?
VII. LA GRAN NACIÓN FASCISTA
La idea fascista de patria y nación
Una nación = una lengua
Fascistizar las comunidades italianas en el extranjero
VIII. ITALIANOS Y NO ITALIANOS
Italianos a la fuerza
Colonialismo y racismo
Racismo y sexismo en la madre patria
Antisemitismo y judíos italianos
IX. DE LA GRAN AVENTURA A LA GRAN CATÁSTROFE
Una política exterior al servicio de la interior
La guerra en España
Los italianos de nuevo en guerra
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Han pasado exactamente ocho años desde que entregué la primera edición de esta historia social del fascismo a la editorial Utet y diecisiete de mi anterior libro, L’Italia fascista , publicado por Sansoni. Si bien durante este tiempo han aparecido muchos trabajos sobre el tema, creo que las preguntas y el propósito de estos volúmenes siguen siendo válidos. La pregunta que me hacía en 1999 era si seguía siendo necesario escribir otra síntesis sobre la historia del fascismo, y me respondí afirmativamente tanto entonces como en 2008, al publicar una segunda reconstrucción de aquel intenso y complejo periodo de la historia italiana y europea. Cabe señalar que en estos algo más que tres lustros no ha aparecido ninguna historia general del fascismo, excepto un trabajo de reflexión histórico-política de Salvatore Lupo, una reedición general sobre los orígenes del régimen de Roberto Vivarelli y algunas obras colectivas tanto bajo forma de diccionario como de volúmenes de ensayo en torno a temas relacionados con el ventenio fascista. Tampoco se ha publicado ninguna historia propiamente social de aquel periodo histórico y, por otra parte, las historias sociales de la Italia contemporánea todavía son pocas. Así pues, sigue siendo válido lo que afirmaba en la introducción de la edición de 2008: se trata de una historia social del fascismo, una entre las muchas y las diferentes que podrían escribirse y todavía esperamos. En cambio, la historiografía alemana y anglo-americana que se ha ocupado del nazismo ha trabajado durante mucho tiempo sobre la sociedad alemana. La realización de un trabajo sobre el caso italiano me la sugirieron la síntesis de Richard Grunberger de 1971, el trabajo pionero de William Sheridan Allen de 1965 sobre Alltag , que trata sobre la vida cotidiana de un tranquilo pueblo alemán que se desliza rápidamente hacia el nazismo, y sobre todo la obra de Detlev Peukert de 1982, Volksgenossen und Gemeinschaftsfremde (literalmente «Compatriotas y extraños a la comunidad», publicada en italiano con el título Storia sociale del Terzo Reich ), la cual, según su autor, analizaba el conformismo, la eliminación y la rebelión (así decía el subtítulo) de las clases, los estamentos, los grupos sociales, los cuerpos profesionales y las generaciones de la nueva nación forjada por el nazismo. Era lo que después retomaron más explícitamente dos autores, el inglés Michael Burleigh y el alemán Wolfgang Wippermann, en otro significativo análisis sobre la obra de redefinición y reconstrucción de la sociedad alemana por parte del Estado racial germánico. En la introducción de 1992 estos últimos historiadores se hacían la misma pregunta que yo me haría algunos años después: ¿por qué escribir otro libro sobre el Tercer Reich, cuando la bibliografía sobre el tema ya era inmensa? Por mi parte, en 1999 respondí reivindicando la necesidad que sienten todas las generaciones de historiadores de formular su propia lectura de ese pasado.
Al final de los años noventa todavía tenía la intención de hacer frente al menos a dos generaciones precedentes a la mía que habían sido testigos (al menos la primera, directamente implicada) y habían escrito sobre el fascismo como deber moral y civil y que asimismo habían puesto en marcha el vivo debate entre las escuelas interpretativas; de ellas, afirmaba, me alejaba la edad, pero aun así me habían influido a través de la formación, la tradición y la cultura.
Diez años después ya me sentía libre de ellas. El panorama político había cambiado. Dos cuestiones estaban en el centro de la nueva síntesis de historia social que quería hacer. La primera, de manera similar a la formulada por Burleigh y Wippermann, concernía a la relación entre modernidad y antimodernidad que caracterizaba la ideología y la práctica de los regímenes fascistas. El nacimiento del fascismo también parece dictado por una modernidad política que pretendía conseguir profundas transformaciones, pero que estaba en contradicción con una retórica reaccionaria que se fue consolidando con el tiempo a causa de los compromisos y del enfriamiento del radicalismo inicial del primer movimiento fascista laico y subversivo. El resultado fue el intento frustrado del régimen de detener las tendencias ya presentes en el país: industrialización, urbanización, migraciones internas, malthusianismo, emancipación femenina y redención de las clases subalternas, concretamente las campesinas.
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