En cuanto al fútbol, el destrato que deben soportar las futbolistas por parte de dirigentes que sólo priorizan los intereses económicos y no les permiten usar los estadios principales enviándolas a disputar partidos oficiales que forman parte de un torneo organizado por la casa madre del fútbol argentino a canchas que por su estado ponen en riesgo la integridad física de las futbolistas. O las veces que por falta de médico de ambulancia o policías no pueden jugar los partidos en la fecha establecida para su disputa.
Incluso en muchas ocasiones no poseen ninguna instalación adecuada para entrenar. Esto también les pasó a las futbolistas xeneizes en su momento cuando fue vendida La Candela, las enviaron a entrenar en Parque Sarmiento, lugar donde también entrenaban las divisiones inferiores masculinas de fútbol. El primer día que las jugadoras quisieron comenzar con su entrenamiento se dieron cuenta de que todas las canchas que había para hacerlo estaban ocupadas por los chicos de inferiores, cuando preguntaron qué cancha podían utilizar, el coordinador de inferiores en aquel momento les dijo que ahí no había lugar para ellas. Por suerte apareció el encargado de mantenimiento de las canchas, nada menos que el Cholo Carmelo Simeone, marcador de punta y tres veces campeón en la década del ‘60 con la camiseta boquense, y les prometió que al cabo de una semana les acondicionaría una cancha, que se encontraba abandonada, para uso exclusivo del equipo femenino de la institución, incluso y bajo el expreso pedido de otra mega estrella de la historia xeneize como lo fue el Rata Antonio Ubaldo Rattin, que por aquel entonces se encontraba trabajando con las inferiores masculinas, les arreglaron unos vestuarios para que pudieran cambiarse y bañarse luego de entrenar.
El fútbol, esa pasión de multitudes que algunos hombres consideran como exclusivo del género masculino, es uno de los deportes más desiguales que existen, tanto en las herramientas con las que cuentan las chicas para desarrollarse como futbolistas como en infraestructura y organización y ni hablar del aspecto económico, donde una jugadora profesional no llega a ganar ni el 10% de lo que gana un futbolista varón por el mismo trabajo. En este último punto, quiero hacer una observación porque muchos tal vez puedan señalar, que no se pueden comparar los ingresos que genera un partido de hombres en cuanto a publicidad y venta de derechos de transmisión con respecto a los que genera uno de equipos femeninos, pero si desde los grandes medios sólo nos muestran y nos quieren vender el fútbol como algo exclusivo de los hombres dejando al fútbol femenino completamente invisibilizado esta comparación parte desde una desigualdad propia de una sociedad patriarcal que no quiere que la mujer tenga el lugar que merece y que ampliamente se ganó. Pero, el fútbol más allá de las desigualdades, no tiene género, no es de ellos ni de ellas, es de todos por igual.
Quién no soñó alguna vez en convertirse en jugador o jugadora, vestir la camiseta del club de sus amores, caminar por el túnel y subir esas escaleras que te llevan al mismo cielo, el césped de la Bombonera. Un estadio único, místico, un templo que late al compás del latido del corazón de cada hincha. Ese sueño del que hablamos fue el mismo que tuvo Gladys Liliana Rodríguez. Y ella lo cumplió. Por eso, su vida está repleta de historias y anécdotas y merece ser contada para que las nuevas generaciones de futbolistas la tomen si así la consideran como un ejemplo a seguir de lucha y perseverancia. El camino no fue nada fácil, como muchas de las chicas tuvo que empezar jugando a la pelota con varones, incluso su camino se vio interrumpido por un tiempo, pero Liliana tenía en su cabeza llegar y nada ni nadie podía interponerse en su sueño. Una defensora querida y respetada por sus compañeras, lo que la llevó a convertirse por muchos años en la capitana del equipo boquense. Siempre atenta y firme en la marca, una primera marcadora central tiempista, que ordenaba y transmitía seguridad y experiencia. Todo eso, y mucho más fue Gladys Liliana Rodríguez dentro de la cancha. Pero, afuera de la cancha también encontramos a una mujer extraordinaria, con una historia de vida brillante.
Pero, su historia hubiese sido desconocida para muchos lectores del club xeneize, si no fuese por el gran investigador histórico Ulises Barreiro, quien comenzó con este proyecto que ahora se materializa, y sale a la luz en formato de libro. Libro que transforma en dioses a los mortales que son nombrados en su interior, haciendo que sus historias duren por los siglos de los siglos. El autor de este libro, ademásun escritor fascinante, a quien tuve la suerte de conocer y con el cual compartí largas y emocionantes charlas sobre muchos temas y sobre todo de la historia de Boca Juniors, tiene la capacidad de no enfocarse, como muchos libros quieren imponer, solamente desde el lado del fútbol masculino, sino desde todos los deportes ya sean profesionales o amateurs, de equipos femeninos o masculinos. Porque la historia de nuestro club es mucho más amplia que la que muchas veces nos cuentan. Gracias a personas como Ulises Barreiro, y al resto del equipo de Leyendas Xeneizes, como Dominique Gromez, Stephanie Simonetta, Maximiliano Murad, Mariano Alliani, Leandro Chialvo, Javier Stanco, Matías Burgos, Dr. Jones, Carlos Scalesi, Dr. Javier Vaca, y Claudia Vogel, hoy podemos disfrutar de un libro sobre la Historia de Gladys Liliana Rodríguez en Boca Juniors, algo único, maravilloso, que se convierte en el primer libro de Boca Juniors dedicado a una parte de la historia del fútbol femenino en el Club de la Ribera. En esta ocasión, a lo vivido por Gladys Liliana Rodríguez. Además hay que mencionar a dos grandes de la reinvidicación del fútbol femenino y su historia, por el ámbito local Ayelén Pujol periodista y escritora que viene trabajando en esta línea, por el lado de Costa Rica a Xiomara Cubero Marín, también periodista y escritora que viene visibilizando a la mujer en el fútbol en el espacio de centroamerica. Agradezco a ellas su aporte y participación en el proyecto de trabajo sobre la biografía de Gladys Liliana Rodríguez.
Este equipo de trabajo y este autor, hoy nos vuelve a deleitar con un libro dedicado a la Biografía de una futbolista sensacional, como lo fue Gladys Liliana Rodríguez. Ulises Barreiro, hincha boquense que entiende lo que es el sentimiento, lo que es la identidad xeneize, trabaja incansablemente para llenar los vacíos que hay en la historia del Club Atlético Boca Juniors, como lo es por ejemplo este tema relacionado al fútbol femenino xeneize, por un lado, y a la igualdad de género por otro. Pero, vayamos paso a paso, y realicemos un breve recorrido por los comienzos del equipo femenino de nuestro Club Atlético Boca Juniors. Una especie de génesis que nos ayudará a comprender por qué hoy las Gladiadoras son el equipo más ganador de Argentina.
El equipo femenino de fútbol para cancha de 11 en Boca comenzó en el año 1988 gracias a la iniciativa de algunas jugadoras que por ese entonces participaban defendiendo los colores de nuestra institución en baby fútbol. María Inés Cisneros era quien dirigía y jugaba en esos equipos y fue una de las partícipes principales, junto a Laura Godoy, de esta idea de armar un equipo de fútbol de 11. El equipo se fue armando con jugadoras que jugaban en sus clubes de barrio y que por ese entonces participaban de mini torneos amistosos contra otros equipos femeninos. Este primer equipo femenino de fútbol once de Boca Juniors fue invitado a participar de un torneo disputado en la cancha del Club All Boys, torneo que tenía como intención promocionar la práctica del fútbol femenino y en el cual nuestras jugadoras se alzaron con el título de Campeonas, siendo éste el primer título interclubes logrado por el equipo femenino de Boca Juniors. Fue el puntapié inicial para que Boca Juniors tenga de manera oficial un equipo de fútbol femenino, ya que al ver el desempeño y entusiasmo con que las jugadoras se organizaban y defendían nuestra camiseta el presidente de la institución en aquel momento, Don Antonio Alegre, quedó complacido y a partir de allí apoyó la iniciativa. Alegre y sus compañeros de gestión fueron unos grandes directivos, que levantaron al club en varios aspectos, esos directivos fueron una “gran conducción” 1como verán a lo largo de todo este libro.
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