María Rostworowski abre su estudio marcando una diferencia cultural entre el modo andino y el modo español para instituir, atesorar y divulgar la historia. ¿Es importante que los profesores se planteen esta encrucijada?
Sí, para entender nuestro pasado en su cabal dimensión y acercarnos mejor a sus características. Es, sin embargo, un esfuerzo que requiere práctica y sensibilidad perceptiva, que se puede cultivar.
Desde las primeras páginas de Historia del Tahuantinsuyo observamos un sentido de memoria incaica en sus diversas manifestaciones —las canciones, los quipus o las pinturas—, que se cultivaban para construir una memoria colectiva. ¿Resulta veraz y confiable este registro grupal? ¿Qué acontecimientos buscaban los incas sustraer de esta memoria?
No se trataba en ningún caso de acontecimientos a ser sustraídos o conservados, sino modelos ejemplares aplicados a la memoria de acontecimientos entendidos en un sentido diferente al nuestro en la actualidad.
¿Qué hace distinto el sentido y la forma de cultivar dicha memoria?
La cosmovisión andina prehispánica; es decir, la concepción cíclica del tiempo.
¿Cómo diferenciar entre mitos incaicos y hechos reales? ¿O es que ambos testimonios se mezclan y alimentan entre sí?
Los relatos míticos son “historias verdaderas” —creíbles e importantes para la comunidad discursiva que los usa—, que permiten explicar la realidad. No contienen “hechos históricos”. A nosotros nos sirven para entender la cosmovisión de nuestras sociedades prehispánicas. A los que llamamos “hechos reales” nos acercamos de la mano de la historia, junto con la arqueología y la lingüística.
¿Qué significa “Imperio” para María Rostworowski? ¿Es una categoría hispánica que connota al viejo mundo?
Efectivamente. Hay que hacer notar que ella utiliza la palabra Estado —que también es una palabra occidental y moderna—, pero que, al mismo tiempo, busca subrayar la originalidad de la cultura andina y llamar la atención acerca de que hubo en tiempo de los incas una denominación que aludía a su propia organización.
¿Puede afirmarse que gracias a ella se subraya esta diferencia? ¿Es el Tahuantinsuyo, entonces, la mejor manera de definir al Perú prehispánico?
No gracias a ella, exclusivamente, pero sí a quienes impulsaron junto con ella la noción de nueva historia andina. Ahora bien, el término Tahuantinsuyo es una manera adecuada de definir o de caracterizar no al Perú prehispánico, sino más bien a la etapa de dominio incaico en los Andes a partir de su expansión. Aunque utiliza un concepto moderno como “Estado”, lo hace para desestimar el empleo de la noción española de “Imperio” vigente entonces en Europa, y en España en particular, intentando así subrayar la originalidad del caso inca.
¿Existe otra manera de definir al Perú prehispánico que no caiga en la visión occidental?
Perú antiguo, podría ser. Aunque, en realidad, no existió la noción Perú antes de la llegada de los españoles.
¿Por qué esta concepción de “cuatro regiones unidas entre sí” desacredita, para María Rostworowski, Los Comentarios Reales … de Garcilaso Inca de la Vega?
Porque a juicio de la autora, el significado de Tahuantinsuyo denota un ideal y, parcialmente con los incas, un ideal andino de integración y unidad; mientras que Garcilaso subraya que antes de los incas solo hubo en los Andes centrales “behetrías” — poblaciones confusas y en desorden— y solo los incas establecieron una alta cultura y una civilización. Por otro lado, el Inca Garcilaso ofreció una imagen idealizada sobre los incas y su organización, cuscocéntrica y parcializada, que prácticamente dejaba fuera del relato a las organizaciones locales provinciales. Planteó la idea de un monoteísmo incaico y pintó la organización incaica como una provincial preparación para la posterior llegada del cristianismo a los Andes.
¿Un propósito del libro es que fundemos una mirada propia del incanato? ¿De qué manera, para ella, la visión occidental limita o distorsiona nuestro conocimiento histórico?
En tanto que la imagen acerca del mundo prehispánico y de los incas, en particular, se diseñó utilizando categorías y parámetros propios de la España de los siglos XVI y XVII; es una cuestión comprensible. Sin embargo, al mismo tiempo y de forma deliberada se dibujó una realidad que justificara el dominio español frente a unos incas presentados como tiranos y usurpadores. También esa representación del mundo con el que se encontraron los conquistadores en los Andes trató de ajustarse a modelos conocidos por ellos.
¿De qué se valieron los cronistas españoles para modelar la historia a su gusto? ¿Hay algún suceso concreto que ejemplifique este ardid?
Como dije antes, de modelos y conceptos previos procedentes de su propia cultura y experiencia histórica. Por ejemplo, cuando los cronistas se refieren al Cusco dicen que es un centro religioso y político como Roma imperial y cristiana. Las acllas —mujeres escogidas—, que en el mundo andino estaban vinculadas a la élite incaica y hacían entre otras cosas trabajos para actividades ceremoniales y producción de bienes para el intercambio estatal, eran consideradas como monjas y, por lo tanto, vírgenes del sol o en última instancia vestales, es decir sacerdotisas. Esto hace que se refieran al inca como un rey viviendo en medio de un harem o serrallo, utilizando imágenes y nociones provenientes de su conocimiento y contacto con el mundo musulmán.
El Cusco primitivo surgió alejado de otras civilizaciones creando así su propia cosmovisión y, en consecuencia, sus propias maneras de entender el mundo. ¿Significa que estábamos adelantados para la época?
No creo que corresponda esta última afirmación. Ciertamente antes y después del dominio inca hubo una cosmovisión similar y se generó una alta cultura. Rostworowski se refiere a las formas como los hombres andinos de aquella época respondieron con originalidad a los retos que les planteaba un medio ambiente como el nuestro, bajo condiciones de nulo o posiblemente escaso contacto con otras sociedades y culturas contemporáneas, ubicadas tanto dentro como fuera de América. Por lo tanto se forjó una civilización bajo el parámetro de formas de organización y cosmovisión que los antropólogos llaman propias de sociedades tradicionales.
María Rostworowski sostiene que los incas para separar tierras se basaban en principios de oposición y complementariedad. ¿Estas dos relaciones de repartición definen el pensamiento indígena?
En efecto, son parte esencial de su manera de entender a la realidad.
Con los ayarmacas comienzan las primeras luchas con los incas. ¿De qué manera este poderoso curacazgo es derrotado por los incas? ¿Fueron drásticamente reducidos y absorbidos por el Tahuantinsuyo?
Los ayarmacas conformaban un grupo étnico muy grande en la región del Cusco, desempeñaron un rol importante en los inicios del Cusco antes del arribo de los incas. Se enfrentaron a los incas y, posteriormente, conservaron ciertos beneficios que denotan el mantenimiento de su prestigio. El enfrentamiento entre ambos bandos fue cruento, largo y continuo. Incluyó guerra y procedimientos rituales. Parte importante de la estrategia incaica para terminar de someterlos fue dividir y separar en tres grupos a sus aillus.
¿Por qué María Rostworowski manifiesta que el mito de Manco Cápac y Mama Ocllo está alejado de nuestra realidad andina? ¿Garcilaso lo escribió para contentar mandatos europeos, según sugiere la historiadora?
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