Según la autora, el mito de origen del dominio incaico de la pareja Manco Cápac y Mama Ocllo es una versión hecha por Garcilaso para presentar el mito fundacional del Tahuantinsuyo a los lectores españoles y que fuera entendido por ellos. Subraya en esa versión la actuación de una pareja cuando, por el contrario, otras versiones, incluida la de los hermanos Ayar, refieren un mayor número de protagonistas.
¿Es entonces el mito de los hermanos Ayar lo que más se acerca a nuestra realidad histórica?
Efectivamente. Porque en distintas poblaciones de los Andes y a lo largo del tiempo se ofrecen relatos con argumentos parecidos.
¿Es el cronista español Juan Díez de Betanzos en Suma y Narración de los Incas (1551) quien da a conocer esta leyenda? ¿Se considera que su obra tiene un carácter indigenista?
El primero que recogió este mito del origen inca fue Juan Díez de Betanzos [1551], pero su obra no tiene “carácter indigenista”; lo que hizo fue recoger una rica tradición oral indígena tomada de su contacto directo con la élite incaica, aunque necesariamente traspasada por su visión occidental de la historia. También Pedro Sarmiento de Gamboa en su Historia de los Incas , escrito hacia 1572 y otros cronistas y autores posteriores.
¿Es verdad que para algunos cronistas fue Manco Cápac y no Mama Huaco quien lanzó la vara para encontrar el asentamiento definitivo?
Así lo menciona el cronista Sarmiento de Gamboa, y tiene sentido porque en la tradición andina los hombres hacen los surcos y las mujeres depositan las semillas. En esas afirmaciones se esconde el importante rol político cumplido por las mujeres en la época prehispánica.
¿Por qué es importante conocer el papel relevante de la mujer en los mitos de los inicios del incanato?
Porque cumple un carácter protagónico con funciones ceremoniales, de organización, guerra, alianzas y gobierno.
¿Puedes explicar las categorías que menciona la autora refiriéndose a hombres: masculinos/masculinos y masculinos/femeninos; y de mujeres: femeninas/femeninas y masculinas/femeninas?
En general, en todos los casos que mencionas, en la pregunta estamos hablando de atributos y funciones —como roles— masculinos y femeninos que se conjugan en una sola persona. Esta unión expresa también el concepto dual y de complementariedad de esas dos partes en la realidad andina.
¿Por qué Mama Huaco y Mama Ocllo constituyen los prototipos de estas mujeres símbolos del incanato?
Porque muestran o resultan ser ejemplo de las funciones femeninas importantes y múltiples, pero muy evidentes en el campo de la política.
¿Cuál es la visión de género que se tenía en el Tahuantinsuyo? ¿Cumplían las mujeres un papel importante?
Obviamente, aunque entonces no se manejaba la noción o categoría de género que empleamos ahora. Entonces las mujeres cumplían roles numerosos y diversos, muy importantes en distintos niveles y ámbitos de la sociedad. Estamos hablando de funciones o papeles como gobernantes, de carácter ceremonial, en la estructura de las relaciones de parentesco y organización social.
Una de las virtudes del estudio de Rostworowski es la revisión que hace de los cronistas. Ella los reúne en tres grupos. ¿Podrías sintetizar los ejes que diferencian a cada grupo?
Cómo no. En primer lugar: justificar la conquista y mostrar la epopeya española en América y los Andes. En segundo lugar: establecer las similitudes y diferencias entre las organizaciones andinas y las del mundo hispano, pero construyendo una imagen distorsionada del mundo incaico a la luz de las categorías occidentales. Y en tercer lugar: facilitar el éxito de la empresa conquistadora y propiciar la organización sociopolítica colonial y el proceso de evangelización.
Con respecto a las panacas… ¿quiénes constituían este grupo privilegiado y quiénes tenían poder para conformarlas?
Hace mucho tiempo se ha puesto en tela de juicio la idea de la división de la élite incaica en panacas, y en su momento Rostworowski fue la primera en llamar la atención sobre este asunto. Hoy sabemos que solo las mujeres de la élite incaica, identificadas como panas, otorgaban el estatus de nobleza a sus descendientes directos.
¿Cómo lo percibió María Rostworowski?
Ella estudió el asunto de los aillus reales y las panacas en torno al problema de la sucesión entre los incas retomando otros trabajos suyos anteriores. Según estudios más recientes —de Francisco Hernández, por ejemplo—, sabemos que hubo una estructura al interior de la élite incaica que estaba constituida por una alta nobleza: el Cápac Aillu, integrado por los descendientes de las mujeres nobles y dividido en aillus reales, asociados con el culto a cada uno de los incas muertos convertidos en ancestros. Rostworowski supone un proceso de entrenamiento dentro de la institución del correinado incaico y la importancia del aillu materno como criterio determinante para la selección del inca o de los nuevos incas.
¿Cuáles son las diferencias entre aillus y panacas? ¿Qué clase de herencias de linaje existían en cada una de ellas?
En ambos estamos hablando de parentesco cuya base era real —es decir, parentesco o lazos de consanguinidad— y también simbólica, por el vínculo y culto que se tenía con los antepasados o ancestros sacralizados. Hubo distintas formas de actuación e influencia de los integrantes de la élite incaica, tanto en la conformación del dominio incaico en los Andes como en la organización y gestión del conjunto de aspectos relacionados con lo que se ha dado en llamar Tahuantinsuyu. Las panacas y aillus reales jugaron importantes roles en los procesos sucesorios y en la expansión del dominio incaico, particularmente en lo concerniente a la modalidad de alianzas con diferentes poblaciones.
¿Cuál es la visión de la muerte dentro de las panacas? ¿Qué tan importante era mantener la momia del inca en ellas?
No solo entre las panacas. La muerte, en general, no fue entendida como el término o cancelación de la presencia de un individuo en el mundo real. Más bien producía una transformación que lo colocaba en otro plano: el uku pacha; desde donde la persona seguía actuando y ejerciendo poder o influencia; es decir, viviendo. Por eso sus deudos continuaban entregándoles periódicamente bienes, alimentos y servicios. Por lo tanto, mantener la memoria y cuidado de las momias de los incas muertos era importantísimo dado que en torno a ellos se sostenían los linajes al interior de la élite incaica y se dinamizaban varios mecanismos: jerarquías internas, procesos sucesorios, mantenimiento del acceso a excedentes de productos y energía humana, etcétera. En suma, se mantenía y legitimaba el poder incaico.
¿Es cierto o parte de una leyenda la guerra contra los chancas? ¿Fueron los chancas tan fuertes como los incas?
Ambas cosas: la historia hecha leyenda, ya que hubo enfrentamientos entre ambos grupos a partir de los cuales la memoria oral andina generó un modelo ejemplar de enfrentamiento y sujeción. En su momento los chancas fueron tan fuertes como los incas. “De la misma manera que los incas trataban de imponerse y de dominar a sus vecinos, la macroetnía de los chancas situada en la región de los ríos Pampas y Pachachaca, aspiraba también a la expansión territorial, y sus conquistas la habían conducido al sur de sus dominios, a la región de Andahuaylas” ( p. 58).
Sabemos que los chancas fueron de carácter indómito y que tenían hordas dedicadas al pillaje. ¿Cómo lograron los incas vencer a un grupo tan despiadado y codicioso?
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