b. Vá jantar logo comigo em Santa Tereza, disse Palha ao despedirse. Não tem que hesitar, lá o espero (= esperarei) (MA, I, XXIII). [Ven a cenar conmigo en Santa Tereza, dijo Palha al despedirse. No vaciles, allí te espero (=esperaré)].
En primer lugar, cabe hacer una consideración más amplia sobre la violación de los parámetros gramaticales. La transgresión puede ser por error o por proyecto. Esta última está destinada a producir determinado efecto de sentido; la otra infracción no genera ningún efecto de sentido, sino más bien da la impresión de alguna cosa fuera de lugar en el texto. En efecto, en el primer texto, no se justifica el uso de próxima por siguiente . El enunciador estaba utilizando el sistema enuncivo, indicado mediante el marco temporal pretérito el día 13 , y pasó al sistema enunciativo con lo cual no produjo ningún efecto de sentido. Al contrario, en el segundo texto, el uso del presente en lugar del futuro imperfecto manifiesta que, para el interlocutor, la presencia del interlocutario en Santa Tereza no es algo posible, sino algo más bien seguro.
Aparece ahora la cuestión de cómo se nota el embrague temporal en el hilo del discurso. Si, como dicen Greimas y Courtés, el embrague presupone un desembrague anterior, ya que no existe neutralización si no hay oposición, el “embrague debe dejar alguna marca discursiva del desembrague anterior” (1979, 119). Cuando ocurre un embrague temporal, por lo tanto, debe haber en el contexto alguna señal temporal que permita decir que un tiempo verbal o un adverbio se está usando con el valor de otro. Por ejemplo, en:
Daqui a um mês estou de volta. Vou amanhã (MA, I, VIII), [ Vuelvo en un mes. Me voy mañana ],
se nota que el presente tiene valor de futuro imperfecto y que, por lo tanto, hay un embrague, porque en un mes y mañana indican que el verbo expresa un evento posterior al momento de la enunciación.
El sistema de tiempos se organiza en la lengua de manera absolutamente simétrica. El discurso, sin embargo, mezcla las perspectivas, confunde los términos de la categoría topológica, subvierte oposiciones, y por eso produce un “vértigo temporal”, del que se vale para crear efectos de sentido. Pero éstos no se fragmentan en una multiplicidad incontrolable de significaciones, porque están subordinados a la categoría semántica:
aproximación vs. alejamiento.
En un primer nivel de concretización, esta categoría produce otras tres: una para los efectos de sentido temporales stricto sensu :
conjunción vs. desplazamiento ;
otra para los efectos de sentido modales:
realidad vs. virtualidad ;
otra para los efectos de sentido aspectuales:
inacabado vs. no comenzado .
De esa forma, tenemos un efecto de sentido básico para cada una de las categorías que inciden sobre el evento expresado por el verbo.
Si consideramos conjunción, realidad, inacabado como el término a de una oposición semántica y desplazamiento, virtualidad , no comenzado como el término b y aplicamos una operación de negación a esta categoría, tendremos no conjunción, no realidad y acabado como término no a y no desplazamiento, no virtualidad y acabado como término no b . La concomitancia expresará efectos de sentido que abarca el lugar a; la posterioridad, los del lugar b; la anterioridad, los del lugar no b , cuando se neutraliza con un tiempo de la posterioridad; los del lugar no a , cuando esté en el lugar de un término de la concomitancia.
Los efectos de sentido operan en dos niveles:
a. dentro de un mismo subsistema, cuando se usa, por ejemplo, una posterioridad con valor de concomitancia;
b. en subsistemas distintos (por ejemplo, la utilización del condicional con valor de futuro imperfecto es el paso de la concomitancia, ya que el futuro imperfecto pertenece al sistema que tiene como marco de referencia el momento de la enunciación, a la anterioridad, ya que el condicional forma parte del subsistema cuyo momento de referencia es pretérito; por eso, tal embrague produce el efecto de sentido de irrealidad).
Para determinar los efectos de sentido, el momento de referencia predomina sobre los términos de la categoría topológica.
La conjunción puede concretizarse como resonancia en el momento de referencia; el desplazamiento , como separación total del momento de referencia; el no desplazamiento , como proximidad y la no conjunción , como distancia.
Tinha vindo do Zaire muito novo, lá nascera. Os pais se tinham exilado no Zaire durante a guerra de independência de Angola e ele nasceu em Kinshasa. Voltou com a independência, aprendeu o portugués, esqueceu o lingala, e se integrou (L, 122). [Había venido del Zaire muy pequeño, había nacido allá. Los padres se habían exiliado en el Zaire durante la guerra de independencia de Angola y él nació en Kinshasa. Volvió tras la independencia, aprendió el portugués, olvidó el lingala, y se integró ].
La novela Lueji , de Pepetela, está narrada en pretérito. Con relación a un momento de referencia (el año de 1989), la llegada desde el Zaire, el nacimiento del personaje y el exilio de sus padres son anteriores, por eso van narrados en pretérito pluscuamperfecto. Sin embargo, también son anteriores el regreso, el aprender el portugués, el olvidarse el lingala y la integración. Pero estos hechos se relatan usando el pretérito indefinido 2 (concomitancia puntual con relación al momento de referencia), porque ellos tienen resonancia en el momento de la narrativa, ya que, como lo explica el narrador, a los “regresados” se los veía con desconfianza en Angola después de la independencia.
La realidad puede manifestarse como certeza de acciones futuras, como inevitabilidad, como necesidad; la virtualidad , como suposición, duda, hipótesis, incertidumbre, probabilidad, atenuación de los hechos; la no virtualidad , como ineluctabilidad de la acción futura; la no realidad , como atenuación de la acción presente y evasión de la realidad.
– Ele não quer que eu fique solteira a vida toda, não?
– Não tem poder para isso, mas bem que queria , acho. Ou não sabes, maninha?
[— Él no quiere que yo me quede soltera toda la vida, ¿no?
– No tiene poder para eso. Pero más bien que lo quería , me parece. ¿O no lo sabes, manita?].
El diálogo está anclado en el momento de referencia presente. En lugar de decir Pero más bien que lo quiere, me parece , que indica realidad, dice Pero más bien que lo quería, me parece , que apunta a la no realidad, que se manifiesta como atenuación, ya que quería es un tiempo del subsistema de la anterioridad.
Lo inacabado manifiesta la inevitabilidad de la acción futura, porque la muestra ya comenzada, y la imperfectividad del evento pasado; lo no comenzado , el carácter eventual del acontecimiento; lo comenzado , la inminencia del evento futuro y la perfectividad de la resolución tomada; lo acabado , el efecto inevitable de lo que está ocurriendo y la rapidez con que sucede.
– Devem agradecer é a Ndumba uo Tembo, ele é o grande caçador que fez tudo.
Além de corajosa, como poucos, também era modesta, como deve ser um eleito pelos espíritos, assim diziam os velhos, e os mais novos concordavam. Ndumba estava com um sorriso contrafeito, pois a vitória lhe escapava (l, 134-5).
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