José Santos - La Amante Francesa

Здесь есть возможность читать онлайн «José Santos - La Amante Francesa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Amante Francesa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Amante Francesa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Primera Guerra Mundial. El capitán del ejército portugués Afonso Brandão está al frente de la compañía de Brigada de Minho; lleva casi dos meses luchando en las trincheras, por lo que decide tomarse un descanso y alojarse en un castillo de Armentières, donde conoce a una baronesa. Entre ellos surge una atracción irresistible que pronto se verá puesta a prueba por el inexorable transcurrir de la guerra.

La Amante Francesa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Amante Francesa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ello no impide que se mantenga el problema inicial, el de que el libre albedrío es una ilusión.

– Es lo que dice Spinoza -asintió el maestro-, pero déjame advertirte, Afonso, de que Spinoza no era católico. Era judío e, incluso siendo judío, fue excomulgado por sus ideas heréticas. Por tanto, tienes que leerlo quantum satis. Si yo tuviese que elegir entre Spinoza y san Agustín, no tendría dudas de darle la razón a san Agustín.

Los debates teológicos y filosóficos fascinaban y estimulaban a Afonso, por lo que no debía sorprender que Teología Dogmática fuese la disciplina favorita del joven. En las clases del padre Francisco Nunes, comprendió algo en lo que nunca había pensado, la idea de que los textos divinos fueron escritos por hombres y sólo eran interpretaciones imperfectas de la voluntad de Dios. La comprensión de que los textos sagrados podían ser falibles y abiertos a diferentes lecturas lo dejó horrorizado, ésa era una idea monstruosa, significaba que los autores de los textos podían haberse equivocado y estar difundiendo principios que no emanaban de Dios. Comenzó a leer la Biblia con redoblada atención, intentando discernir lo que era realmente la palabra del señor de lo que sólo era interpretación subjetiva del autor del texto, pero pronto entendió que ésa era una tarea imposible, la propia traducción se revelaba, por sí misma, como una interpretación. Según las traducciones, el texto cambiaba sutilmente.

A pesar de estas dudas, Afonso se había convertido en un muchacho devoto y aplicado, inmensamente interesado por el mundo. A medida que avanzaba de las cuestiones más simples e ingenuas a los problemas teológicos y filosóficos más complejos y elaborados, crecía su admiración por los conocimientos del padre Nunes. Cierta vez, al final de una clase, entabló la única conversación que tuvo con él dedicada a materias no exclusivamente religiosas en una lección de Teología Dogmática, al interrogar al maestro sobre dónde había adquirido su saber.

– He estado en Roma, hijo -respondió sonriente el sacerdote, divertido ante la pregunta, mientras ordenaba los papeles para marcharse-. Frecuenté la biblioteca del Vaticano. Fue allí donde tuve mi fiat lux.

– ¿Aprendió todo allí?

– No todo. Hubo cosas que aprendí cuando estudié en Alemania.

– Pero ¿ése no es un país protestante?

– En efecto -asintió el padre Nunes, alzando los ojos de los papeles-. Pero es muy bueno en filosofía.

– ¿Y los filósofos alemanes creen en Dios?

– Algunos sí, otros no.

– ¿Cuáles son los que no creen?

– No lo sé, hay varios.

– Pero ¿cuáles?

– Pues Schopenhauer, Fichte…

– ¿Esos no creen en Dios?

– No.

– Entonces, ¿para ellos quién creó el mundo?

El padre Francisco Nunes miró fijamente a Afonso, suspiró y se sentó pesadamente en la silla.

– Schopenhauer fue el primer filósofo explícitamente ateo -explicó el maestro, ya resignado a la idea de que no saldría inmediatamente de la sala, conociendo como conocía al alumno que tenía enfrente-. El creía que no fue Dios quien creó al hombre a su imagen, sino que fue el hombre quien creó a Dios a su imagen. Sic. Dios no era más que una creación antropomórfica, una proyección del hombre…

– ¿A la manera de los griegos?

– ¿Qué griegos?

Afonso consultó sus notas.

– Protágoras -exclamó-. Protágoras dijo que el hombre es la medida de todas las cosas.

– Pues sí -asintió el sacerdote con un gesto vago-. Pero hay más. Schopenhauer rechazó la propia idea de alma, diciendo que todo el conocimiento está en el cerebro, no en el espíritu.

Consideraba que el mundo no tiene significado, no tiene propósito, existe por sí mismo, et caetera. O sea que el mundo no tiene sentido, somos nosotros quienes se lo atribuimos, nosotros le inventamos un sentido para reconfortarnos.

– ¿Y usted cree en eso?

– Qué va, Afonso, claro que no. Si creyese en eso, no sería sacerdote, válgame Dios.

– ¿No hay nada que considere verdadero de lo que él ha dicho?

– Bien, eso es otra cosa. Mira, Schopenhauer veía el mundo como algo cruel, un lugar de sufrimiento en el que es preciso matar para vivir. Por ejemplo, en todo momento los animales están matando a otros animales, hay millares y millares de muertes por segundo en todo el mundo. Vae victis. Para que un solo animal carnívoro viva durante un año, tendrá que morir un centenar de animales para alimentar a ese único sobreviviente. Y para que un solo animal herbívoro viva durante ese mismo año, tienen que morir muchos vegetales para darle de comer. Por otro lado, las propias plantas viven a costa de la putrefacción de la carne de los animales y de los restos de las otras plantas. O sea que la vida se alimenta de mucha muerte. Dura lex sed lex. Schopenhauer opinaba que el mundo de los hombres obedece a la misma ley, los seres humanos viven una vida de sufrimiento en que los hombres son esclavos de sus necesidades y deseos. Es una vida hecha de violencia, de frustraciones, de dolor, de enfermedades, de miedo, de esclavitud, de lucha, de victorias efímeras y derrotas permanentes, es un proceso de pérdidas constantes y sucesivas, y lo peor es que todo eso siempre acaba mal, la vida termina invariablemente con la pérdida final, la muerte; en nuestra existencia no hay finales felices.

– Resulta aterrador.

– Es deprimente.

– ¿Considera todo eso verdadero?

– En cierto modo -dijo el maestro-. Vivir es sufrir. Y lo más curioso es que, a pesar de ser un constante sufrimiento, nos aferramos a la vida con todas nuestras fuerzas, como si fuese el mayor tesoro, la cosa más preciosa. Pero la vida está siempre in artículo mortis. Ella nos rehúye, se nos escapa como agua entre los dedos, morimos en cada respiración, a cada palabra, en cada mirada, momento a momento se acorta la distancia que nos separa de nuestro final, nacemos y ya estamos condenados a la muerte. La vida es breve, no es más que un instante fugaz, un brillo efímero en las tinieblas de la eternidad.

– ¿Le parece?

– Aún no tienes noción de ello, Afonso, eres muy joven. -El maestro sonrió con tristeza-. Cuando somos jóvenes, todo parece lento, pausado, casi eterno. Pero ten en cuenta que ello va cambiando con la edad. Parece que fue ayer cuando tenía quince años, y ahora, casi pari passu, ya estoy llegando a los cuarenta. Parece que la vida se va acelerando, los años ganando velocidad, y eso me asusta. Repara en don Crisòstomo, que tiene sesenta. Sesenta años aún es una edad de trabajo, de actividad. Pero, si nos fijamos bien, dentro de diez años, probablemente, ya no estará vivo. Diez años, hijo mío, no es nada. Diez años es un mero soplo en el polvo del tiempo.

Afonso no se inmutó, para él diez años eran mucho tiempo, eran dos tercios de su existencia, eran un día lejano que se perdía en la eternidad del futuro. Creía que la vida era larga, tenía aún mucho camino por delante y aquella conversación le parecía incongruente. Su preocupación era comprender la vida para conquistarla, no para que ella lo derrotase…

– Si los filósofos ateos no le encuentran sentido a la vida, ¿para qué viven entonces?

– Buena pregunta. -El padre Nunes se rio, sintiéndose cómodo en ese terreno-. El problema de Schopenhauer es justamente que, sin Dios, el mundo se convierte en algo vacío, absurdo, sin razón de ser. Entonces, para sustituir a Dios, esgrime el concepto de arte. Schopenhauer decía que, con el arte, el hombre se libera momentáneamente de la esclavitud del deseo y de la tortura de la existencia, es arrancado de los grilletes del espacio y del tiempo y transportado a una realidad paralela, sublime, celestial. Lo que nos lleva, mi apreciado Afonso, a concluir que Dios es un artista.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Amante Francesa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Amante Francesa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jose dos Santos - La Formule de Dieu
Jose dos Santos
Barbara Dunlop - La amante del francés
Barbara Dunlop
Susana Fortes - El amante albanés
Susana Fortes
José Santos - El séptimo sello
José Santos
José Santos - El códice 632
José Santos
Álvaro Santos Iglesias - Momentos twitter
Álvaro Santos Iglesias
Francisco Javier de la Torre Díaz - Los santos y la enfermedad
Francisco Javier de la Torre Díaz
Alberto S. Santos - Amantes de Buenos Aires
Alberto S. Santos
libcat.ru: книга без обложки
José Rivera Ramírez
Отзывы о книге «La Amante Francesa»

Обсуждение, отзывы о книге «La Amante Francesa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x