Una misión especial siempre significa que se destaca y se hace consciente un punto de vista dentro de la totalidad. El 31 de mayo es la misión de todo Schönstatt, en último término del Santuario Original. De hecho, también tuvo el Schönstatt alemán, en lo que respecta al 31 de mayo, una misión especial, sobre todo en el aspecto de hito.
SEGUNDA PARTE
I. ¿Cómo sería una tarea fundamental de la misión del ٣١ de mayo?
1. Autorreflexión de Schönstatt desde el punto de vista de las necesidades de los hombres.
El 31 de mayo fue llevado por la idea de que Schönstatt (el Fundador) quiere ocuparse por la Iglesia en Occidente, los Institutos Seculares, el mundo entero (introducción a la Epistola perlonga), y que la Virgen María debe ocuparse de Schönstatt. Eso podría ser también un punto de partida para ocuparse con el 31 de mayo. Significaría que la primera reflexión no debe dirigirse a la auto-comprensión sino a la elaboración de su aporte para la Iglesia (ante todo de sus fuerzas vitales y formadores de opinión) envuelto en el 31 de mayo. Entonces dependería de elaborar una fórmula en lo más posible evidente, simple, comprensible, actual, accesible, una que haga que con el tiempo escuchen (aceptando o rechazando) ante todo las fuerzas vitales, conscientes y comprometidas de la Iglesia y la sociedad.
2. Aliados.
Para eso hay mucho en la cultura actual (no tanto en la Iglesia) con lo que se puede enganchar (cambio de paradigmas, corriente de la globalidad, significado de la espiritualidad, redescubrimiento del alma, etc.). Es válido dejarse enriquecer por eso, llevar su agua al propio molino y utilizar todas las posibilidades.
3. Pensar, vivir y amar orgánicos.
Me parece que las tres palabras “pensar-vivir-amar orgánicos” efectivamente contienen de un modo central todo lo que Kentenich presenta como novedad, y que estos aspectos efectivamente faltan en nuestra Iglesia. Pero nosotros mismos debemos todavía entenderlos de una vez por todas (o por primera vez). También dependería de aislar nuevamente el “bacilo”, mas sin quedarnos en eso.
4. Movimiento (Bewegung).
La manera de actuar me parece estar expresada en la palabra “movimiento” (el término “cruzada” está cuestionado con muchas asociaciones negativas). Cómo actúan los movimientos lo hemos observado en los últimos decenios ante todo en el movimiento ecologista. Schönstatt sería un movimiento al servicio del pensar, vivir y amar orgánicos.
II. Qué se entiende por “revivencia creadora” del 31 de mayo, es decir, asemejación e inserción en el tercer hito
1. Concepto de “revivencia creadora” en general.
Hacia el final de su vida, el Padre y Fundador señaló que el proceso de formación de las comunidades debía ser distinto que el de la Hermanas de María, que había sido estructurado de un modo fuertemente sistemático. Frente a eso coloca un camino más de tipo genético y procesal, que se orienta según el progresivo desarrollo de la historia de Schönstatt. Pero no pudo desarrollar más la idea que tenía al respecto, y solo con respecto al desarrollo de la Alianza de Amor puso un acento. Me parece que la indicación que reorienta lo anterior debe ser entendida a partir de que no se presentan resultados terminados, sino que su surgimiento se completará en un lento proceso.
2. La revivencia creadora del 31 de mayo es la revivencia creadora de Schönstatt.
Revivencia creadora como asemejación e inserción en cuanto se refiere al 31 de mayo de 1949 significa por una vez captar nueva y más profundamente Schönstatt mismo en sus fines y las posibilidades de su eficacia. Significa hasta dejarse captar por la urgencia de su misión y su aporte.
Finalmente se trata de la revivencia creadora del 31 de mayo de 1949 en su carácter de hito, es decir, de la fe en lo que al principio llamé “perfilación profética de Kentenich y Schönstatt” (prophetischer Profilierung Pater Kentenichs und Schönstatts). Esto no tiene por qué hacerlo todo el que se compromete al modo de movimiento con el pensar, vivir y amar orgánicos y con Schönstatt en general, tanto como no todos tienen que revivir creadoramente el 20 de enero.
Después que se ha cerrado la época de fundación, tanto el 20 de enero como el 31 de mayo pueden verse en el 18 de octubre de 1914 (eso sucede en muchas partes). En visión retrospectiva desde el final de la época de fundación, en el 18 de octubre de 1914 está expresamente contenida la posición del Padre Kentenich. Lo mismo un especial lugar de Schönstatt en el organismo Iglesia.
Tampoco la convicción de la misión y del lugar totalmente especiales de Schönstatt, tal como se trataron al principio, necesitan ser tema de todos. Debe reservarse a una cierta élite que madura hacia eso en un proceso más largo (especialmente Institutos y Federaciones. ¿Se podría comparar eso al cuarto voto de los jesuitas?). Pero entonces eso debe significar que no hay que cargar a los schönstattianos apresuradamente con altísimas pretensiones de misión, además de que el aspecto propiamente profético virulento de Schönstatt no será tan público.
Así hay una especial revivencia creadora del paso del 31 de mayo de 1949, mientras que el compromiso con la misión de Schönstatt está vinculado de un modo totalmente normal y en diversos grados de convicción y acción con el 18 de octubre y la Alianza de Amor de ese día.
Diccionario sobre el 31 de mayo 12
P. Mariano Irureta
Administrador Apostólico
Persona que tiene la responsabilidad de dirigir y ejecutar una serie de disposiciones y funciones ordenadas por alguno de los organismos de la Santa Sede; por ejemplo, en una diócesis que se queda sin obispo es el administrador apostólico el que asume la responsabilidad por ésta hasta un nuevo nombramiento. En el caso de Schoenstatt, al tratarse de una comunidad de la Iglesia que carecía de una cabeza por el exilio de su Fundador, fue nombrado un Administrador apostólico en 1964.
Actos filiales/Actos de séquito*
Mientras el P. Kentenich se encontraba en el campo de concentración de Dachau, surgió al interior de la Familia una potente corriente de filialidad y fraternidad; esta corriente se fue concretando en una serie de actos personales y libres ofrecidos al Fundador como señal de unidad de vida. La inspiración de estos actos se puede encontrar en determinados gestos o ritos penitenciales propios de la tradición eclesial. En Uruguay, donde había surgido el primer santuario filial, las Hermanas de María se refirieron a este gesto como «Acto filial» (Kindesakt). El 20 de enero de 1949, un grupo de sacerdotes palotinos y algunos diocesanos realizaron algo análogo, conocido como «Acto de séquito o seguimiento» (Gefolgschftsakt). En la Visitación estos actos fueron cuestionados por la jerarquía de la Iglesia como símbolo de dependencia infantil.
Anwandter, Humberto*
El P. Humberto Anwandter (1931-2018) perteneció a la primera generación de sacerdotes chilenos del Movimiento. Profundo conocedor del carisma del P. Kentenich, le correspondió realizar un gran aporte a la superación de la controversia suscitada en Chile entre el P. Benito Schneider y el P. Ernesto Durán respecto de la interpretación del 31 de mayo como un acontecimiento local o como un verdadero hito semejante al 18 de octubre o el 20 de enero. Mientras estudiaba en Friburgo, Suiza, escribió una famosa carta al Fundador sobre este tema. A él se le atribuye la expresión de la misión del 31 de mayo como una “cruzada por el pensar orgánico”. En la navidad de 1960, el P. Humberto entronizó en el altar del Santuario de Bellavista la «Cruz de la Unidad», símbolo de la necesidad de superar las diferencias entre “benitinos” y “ernestinos”.
Bea, cardenal*
Agustín Bea (1881-1968) fue un sacerdote jesuita profesor de Antiguo Testamento. Desde 1930 fue Rector del Pontificio Instituto Bíblico de Roma. Confesor de Pío XII durante mucho tiempo, fue nombrado cardenal en 1959. Desde 1960 ejerció como director del recién fundado Secretariado para la Unidad de los Cristianos. En el Concilio Vaticano II fue una de las figuras más destacadas en enfatizar el acento pastoral y el diálogo ecuménico. El Cardenal Bea estaba abierto al Movimiento de Schoenstatt y a la persona de José Kentenich. De hecho, durante el tiempo de conflicto actuó como un importante interlocutor con las autoridades romanas. Se le atribuye la frase “sin el Concilio, Kentenich nunca hubiera sido comprendido por la Iglesia”.
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