Por otro lado, esta noción de exterior es muy importante. Lacan dice que, en el Informe de Roma, al que hacía mención Jorge Linietsky que es Función y campo de la palabra... Él dice que hay que reconocer en la palabra un campo exterior al lenguaje. Esto quiere decir que está el lenguaje, pero que es necesario hablar. O sea, es necesario decir para que esto aparezca. Ahí se necesita una dimensión más. Con que esté el lenguaje no es suficiente, hay que decir, hay que hablar. Esto también lo entendemos cuando el niño se reconoce porque se escucha, escucha su propio grito y su voz afuera. Ven que ya estamos hablando acá de dimensiones, espacios diferentes, que es esta la razón por la cual, justamente, así como hablamos de tiempo lógico hablamos de un espacio topológico, o sea, un espacio móvil, que no es chato.
Entonces, como decía Jorge Linietsky el sujeto, y ahí está lo que desarrolló de la identificación de sujeto, va a comenzar, con el sujeto va a comenzar el cálculo y el juicio de existencia. Por esta cuestión de que al principio se busca esa huella, pero no hay aún principio de realidad, no se constata si se trata de algo existente o no. Esto va a advenir con el tiempo.
Entonces, podríamos decir que la privación, para ir ubicando algunas cuestiones, tiene que ver con la fundación de lo simbólico. Eso es la privación. Y yo les hablaba de que somos planos, de planilandia, y demás. Sabemos que uno de los primeros objetos topológicos del que en realidad Lacan va a decir que es un objeto que no inicia la topología es la esfera. La esfera en realidad es un plano. La esfera y el plano son lo mismo, porque si yo recorro la esfera, no hay interior y exterior. Es como si estuviera en un plano. O sea, ustedes recuerdan el cuentito de planilandia: cualquiera que esté en un mundo plano que tiene dos dimensiones siempre lo que va a ver es una dimensión menos, porque si hay un cuadradito y otro cuadradito que se desplazan cuando se encuentran, ¿qué ve este cuadradito? ¿Qué ve este cuadradito de este? Una línea, una arista nomás. No ve que el otro es un cuadrado o un rectángulo.
Marta Nardi:Y ahí se casan (risas).
Stella Maris Nieto:Exactamente. Por eso en el cuentito de planilandia aparece una esfera que se lo lleva al cuadradito a la tercera dimensión para que vea lo que no podía ver. De todas maneras, ven que hay muchos momentos en que todos vivimos en el mundo plano. Pero vamos a contar algo para contar que es de otros, no es nuestro. Habrá circulado por las redes una grabación de un señor que dice: “Yo no sé por qué dicen que hay aumentos. Yo voy a cargar nafta y le digo cárgueme 50. ¿Cuánto le debo? 50”, entonces, no entiendo por qué dicen que aumenta. Bueno, ahí tenemos un ejemplo de planilandia. ¿Se dan cuenta? Todo en el mismo plano. Después hay otro que encima la redobla porque dice: “A mí me pasa lo mismo que al señor, pero encima lo que no ven es que cada vez lo cargan más rápido, la eficiencia es importante”. Ese es plano al cuadrado.
Entonces, con la esfera no inicia la topología, sino con lo que Lacan va a llamar el Toro, que es la esfera agujereada. El Toro va a presentar dos exteriores, un exterior interior, que es lo éxtimo, que es este agujero central, y un exterior, es la Urverdrängung , la represión primaria, es ese agujero en el que nosotros estamos inmersos, pero no nos damos cuenta. Es como dicen: el pez está en el agua, pero no sabe que está en el agua. Es esta misma cuestión, es donde uno está inmerso, pero no sabe de qué se trata. La matrix, sí.
Entonces, entendemos que, en el momento en que hay fundación de lo simbólico, voy a utilizar estas figuras para dar cuenta de esto nada más, después Lacan lo va a utilizar como los objetos de la pulsión, pero no vamos a tratarlos ahora así. Vamos a tratar de ubicar nada más que entonces ese momento de la privación es el momento en que se va a constituir este agujero y es el momento de la fundación de lo simbólico y de la emergencia del sujeto. Porque todo lo que va a tener que ver con el sujeto, podríamos decir, es eso, éxtimo.
Bueno, sabemos también que todo universal se sostiene de una excepción, pero no porque la excepción hace la regla, sino porque esa excepción es el principio de la regla. Esa exclusión es el principio. El lenguaje se sostiene, el lenguaje como universal se va a sostener de esa exclusión, de ese rasgo, trazo, negativo, que es el sujeto, el -1. Esto es como decir: “No hay hombre que no sea mortal”, así como “No hay mamífero que no tenga mama”.
El sujeto mismo, al aparecer por esta fundación de lo simbólico, es el que introduce la privación, es él mismo. En este punto, en este momento, acá no se trata de saber ni de no saber, se va a requerir de un largo tiempo, un largo rodeo, también en el análisis, para que el sujeto pueda contactarse con ese rechazo original, esa expulsión primera. Y esto tiene que ver con que básicamente, ayer lo decía Clelia Conde también, uno va a estar siempre o más allá o más acá del lugar de lo que es preciso alcanzar para realizar el deseo. O más acá o más allá, nunca lo encuentra, nunca llega, porque el objeto es el deseo mismo.
Entonces, en el comienzo, la privación, aunque estamos diciendo que esto no es evolutivo, esto se resignifica porque para que esto también sea posible tiene que haber algo que anteceda. El que va a transmitir ese lenguaje, el sujeto en el comienzo es privación de la cosa, producción del significante, y él no sabe. Podríamos decir que en un sentido él es, esto que decía Jorge Linietsky la vuelta no contada. En la esfera, si yo quiero hacer un nudo es imposible, por eso estamos hablando de planilandia, porque cualquier intento se resbala y entonces esto se deshace. Ahora, en el Toro las vueltas estas de la demanda, ya hay algo ahí, por lo menos, se va a producir un engaño, ahora vamos a ver esto, de las vueltas de la demanda. Pero cuando el sujeto hace las vueltas de la demanda, cada una es una marca, un trazo. Suponemos que da toda la vuelta, pero él lo que no cuenta es que recorrió, aparte, todo este agujero central. Esa es la cuenta no contada, que dio la vuelta toda central mientras hacía cada vueltita, mientras hacía cada vueltita recorrió esta vuelta. Esa es la vuelta no contada.
Entonces, podríamos decir que la esfera, cuando hablamos de la nostalgia de la esfera, del plano, podríamos decir que es la nostalgia con relación a lo anterior, es el organismo, porque ahí no hay exterior ni interior. Si pensamos en un inicio, en la mama, es amboceptiva, es del niño, es de la madre, es del niño, es de la madre. No hay exterior interior.
Muy bien. Entonces, privación, fundación de lo simbólico. Ahora, ¿cómo se llega a alcanzar este error en la cuenta que, como verán, es de todos? Todos partimos del error, por eso el error es constitutivo, ese error en la cuenta de no contar esta vuelta, eso es constitutivo. Tenemos que pasar por eso, no hay otra forma. Esa vuelta que falta a la cuenta, dice Lacan, solo podrá ser alcanzada por el sujeto, a partir de un rodeo, el rodeo del Otro. ¿Qué es el Otro? Un lugar. O sea, ven que siempre aparece esto en Lacan, un sujeto supuesto, un objeto que no es un objeto, un tiempo que es lógico y no cronológico, y el Otro que es un lugar, ven cómo es otra lógica. Porque mientras el sujeto está en el plano, no identifica nada. Va a necesitar el rodeo del lugar de la palabra para poder empezar a entrar en la cuenta. Esto ven que es constitutivo, pero también es en los distintos momentos del análisis. Es una formación del inconsciente que va a despertar y ahí: “¡Ah! No me había dado cuenta de eso”. Muy bien. Podríamos decir que en esas vueltas de la demanda lo que aparece es el objeto metonímico, que es el que se propone a la demanda; vuelta, vuelta, vuelta, no hay ningún objeto, pero es el que se propone a la demanda.
Читать дальше