El curso de los acontecimientos que se estudian trata de comprenderse como interacción de "las fuerzas del pasado" que se materializan ante todo en estructuras, instituciones y mentalidad, algunas en crisis o agotamiento, con la actuación y los procesos de toma de decisión de los actores económicos, fundados en nuevas ideas y metodologías de intervención para encarar los problemas que se enfrentan. En la búsqueda nacional de soluciones o "proyectos alternativos", como se dice en términos políticos, se considera el influjo de la crisis de las sociedades estatistas que buscaban combinar el progreso social con la igualdad — en sus modalidades socialista y keynesiana— y el resurgimiento de ideas liberales que ponen el acento en el mercado y la libertad individual.
El neoliberalismo se conceptúa como un conjunto de ideas y prácticas que hizo suyas la elite gobernante para gestionar la crisis e implantar un nuevo orden económico. Se trata de una corriente de pensamiento que se nutre de las formulaciones de una variedad de filósofos y dentistas sociales conservadores que abrevan en el pensamiento liberal, entre los que destaca Friedrich August Hayek, Lionel Robbins, Karl Popper, Robert Nosick, Richard Aaron y Milton Friedman. El neoliberalismo se impuso como pensamiento dominante desde los años ochenta del siglo pasado, cuando desde el centro del poder mundial el presidente estadunidense Ronald Reagan y la primer ministra inglesa Margaret Thatcher promovieron las nuevas propuestas. En el triunfo del neoliberalismo influyeron acontecimientos coetáneos decisivos, entre los que destacan la crisis en el mundo industrializado del "Estado de bienestar", el derrumbe del socialismo tras el intento fallido de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética de salvar al sistema autoritario de planificación central, así como la restructuración productiva y tecnológica que dio origen a una nueva etapa del desarrollo del capitalismo que denominamos "global" por economía de lenguaje.
En el influjo de la nueva ideología, América Latina experimentó en los años setenta del siglo pasado la crisis de las opciones reformista y socialista para superar el atraso económico, entonces explicado por el carácter heterogéneo de la estructura económica y social así como por la dependencia de los centros de poder mundial. La sucesión de golpes de Estado en esa terrible década hicieron pensar que la instauración de la nueva economía sólo era posible manu militari , pero en la siguiente década los efectos adversos de "la crisis de la deuda externa" y restauración de la democracia política plantearon un escenario sociopolítico en que fue necesario alcanzar consensos mínimos para adaptar a las economías nacionales las condiciones del sistema global — conforme las orientaciones del FMI y el llamado Consenso de Washington, convertido desde 1989 en un recetario de 10 reformas estructurales. No obstante la resistencia de organizaciones populares del más diverso signo, en esa década de sacrificios sociales para cubrir el servicio de la deuda externa, el neoliberalismo obtuvo cierto consentimiento tanto por la ausencia de alternativas reales al capitalismo como por la promesa de que con las reformas sería posible restablecer el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de la población.
En México, el discurso ideológico neoliberal se construye como una alternativa al agotamiento del proyecto estatista de mercado interno prohijado por la Revolución de 1910. Inicialmente, se propuso gestionar la crisis derivada del excesivo endeudamiento externo y las políticas económicas de los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, tildados de "populistas". El ascenso en 1982 de Miguel de la Madrid a la Presidencia de la República marca el inicio del experimento neoliberal; dicha administración se distinguió inicialmente por cumplir con el compromiso de la deuda externa y gestionar la crisis conforme a los programas de estabilización acordados con el FMI, y desde de 1987 por impulsar transformaciones estructurales para implantar una economía abierta de Estado mínimo, sustentada en la exportación de manufacturas. El neoliberalismo alcanza su momento culminante entre 1989 -1992 con las reformas estructurales del gobierno de Carlos Salinas. La crisis de 1995 cuestionó la viabilidad del modelo neoliberal, pero un crédito por 50 000 millones de dólares por parte de Estados Unidos y la comunidad financiera internacional salvó la situación; si bien el crecimiento económico posterior disipó las dudas respecto de la permanencia del modelo de economía abierta y Estado mínimo, también puso en evidencia el rasgo socialmente excluyente del modelo económico.
Este es un ensayo de síntesis histórica sobre la evolución de la economía nacional en los últimos 20 años, razón por la que considera sólo aquellos procesos que permiten comprenderla y ha debido sacrificarse la consideración de algunos aspectos relevantes, como la depredación de los recursos naturales y el medio ambiente. Asimismo, por razones de espacio únicamente refiere los inteligentes y apasionados debates nacionales que al calor de la reforma neoliberal se produjeron sobre las causas del atraso económico de México y de la persistente desigualdad social y regional, o con relación al papel del Estado y el mercado, el proteccionismo y el comercio libre en el proceso de desarrollo económico, entre otros, sobre los cuales se presentan algunas sugerencias bibliográficas para el lector interesado. En descargo, también debe considerarse que esta colección de Historia Económica de México dedica seis de sus 13 volúmenes al análisis en profundidad tanto de la evolución de algunos sectores productivos (agricultura, minería e industria) como de temas de gran relevancia para el desarrollo económico nacional (dinámica de la población, desarrollo regional, comunicaciones y transportes y el progreso científico y tecnológico).
Una primera versión de este ensayo fue terminada en 1996 y analizaba la marcha de la economía nacional desde la llama da "crisis de la deuda externa" de 1981-1982 hasta el final de la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari, esto es 1994. El texto que el lector tiene abarca hasta el año 2000 y los capítulos originales que se ocupan del periodo previo fueron ampliados para incorporar tanto la nueva evidencia empírica aportada por los actores económicos en memorias, artículos y entrevistas, así como los resultados de investigaciones académicas recientes. Con el ánimo de aligerar el texto y en la medida de lo posible, prescindí del lenguaje técnico de la ciencia económica, y para no saturarlo, inserté en notas a pie de página la mayor parte de las citas y referencias bibliográficas. En el anexo estadístico el lector encontrará información esta dística general para el periodo de análisis.
En el primer capítulo se reseña brevemente la irrupción de la llamada "crisis de la deuda externa" de 1982, y en el segundo se analiza el desempeño económico de México en el periodo 1982-1987; en ambos se destacan las aspectos monetario-financieros de la crisis pero también la evolución de la mal llamada "economía real". En el tercer capítulo se concentra la atención en el impacto social de la crisis de los años ochenta y los primeros esfuerzos de restructuración productiva. En el cuarto capítulo se examinan las reformas estructurales aplica das por el presidente Carlos Salinas, la marcha de la economía nacional en 1989 -1994 y sus resultados sociales; en el capítulo cinco se analiza la crisis de 1995; y en el seis la evolución eco nómica y social en 1996 -2000. Por último, a título de conclusiones en el capítulo siete se señalan limitaciones del modelo de economía abierta de Estado mínimo impuesto por el grupo neoliberal, y se llama la atención sobre la necesidad de reflexionar alrededor de las reformas que son necesarias para arraigar en el país una estrategia de desarrollo que reactive el mercado interno y reduzca la desigualdad social.
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