La coyuntura de 1936 estuvo marcada por el influjo que tuvo el Frente Popular francés y español en la configuración del concepto de pueblo del Frente Popular chileno. Fue una influencia que llegó justo en el momento indicado: en medio de la crisis política del Gobierno de Alessandri. Los ejemplos francés y español –tal como lo señaló la prensa de la época fueron recibidos con gran entusiasmo por el movimiento frentepopulista chileno ya que la invocación de “lo popular” fue algo simultáneo a comienzos de 1936: las elecciones parlamentarias de Francia, los comicios en España, la formación del Frente Popular chileno y las votaciones para cubrir una vacante senatorial en la sureña provincia del Biobío, que fueron realizadas en clave Frente Popular v/s oligarquía.
La analogía entre el ascenso y caída del Frente Popular español y la incipiente alianza frentepopulista chilena, tuvo dos caras. Una, de carácter más simbólico, sirvió para articular la línea divisoria entre las fuerzas “del pueblo” y las fuerzas reaccionarias. Aunque ni Alessandri ni su partido −el Liberal−, ni el Partido Conservador, podrían ser considerados en un sentido estricto como “fascistas”, el conflicto español le sirvió al frentepopulismo chileno para generar la dicotomía de la que se sirve el populismo para articular las demandas insatisfechas en función del proyecto político específico. Esto fue útil o al menos funcional de cara a las elecciones que debió sortear el frentepopulismo chileno entre abril y agosto de 1936.
La otra cara fue más prudente e incluso crítica de la situación española, estableciendo claramente que el proceso chileno estaba claramente por el orden democrático en el que no cabía ni la revolución social ni el peligro golpista de una posible amenaza fascista.
Nacionalismo y comunismo en el frentepopulismo chino
El derrumbe del Frente Popular francés en 1937, la derrota republicana española de comienzos de 1939 y el Pacto Ribbentrop-Mólotov de agosto del mismo año echaron por tierra la viabilidad de la estrategia del Frente Popular. Asimismo, la invasión nazi a la Unión Soviética modificó abruptamente los planes de Stalin con la estrategia de los frentes populares. Las nuevas exigencias de la guerra y el realineamiento de la URSS con los aliados tuvieron como consecuencia que Moscú disolviera el Comintern en 1943. Finalizada la Segunda Guerra, entre 1945 y 1948 la URSS promovió la creación de una nueva fórmula frentepopulista en los países donde impuso su hegemonía. De esta forma, a partir de 1945 la URSS promovió en Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria,Yugoslavia y Albania, las denominadas “democracias populares” bajo la hegemonía de los partidos comunistas locales. La apariencia de que estas experiencias eran la reedición de la estrategia de los frentes populares se desechó rápidamente hacia 1947, luego de que los comunistas aplastaran la amplitud política de las que aparentemente gozó esta nueva versión del frentepopulismo. 65
La flexibilidad con que Moscú recicló el frentepopulismo de 1935 una década más tarde bajo un formato patriótico y nacional, tuvo como precedente la experiencia China en que comunistas y nacionalistas tuvieron una tregua ante el enemigo común japonés. El Frente Popular de China de los años 30, fue la primera experiencia reconocida por el Comintern, aunque no la primera para el Partido Comunista Chino (PCChino), que durante sus primeros años –bajo estrecha vigilancia del Comintern– realizó su conocida alianza con el partido Nacionalista o Kuomintang (KMT), cerrada abruptamente en 1927 con la casi completa destrucción del PCChino por el KMT. Luego de este desastre el PCChino, diezmado casi en su totalidad, no le quedó más alternativa que ampliar sus bases rurales en el sur central de China, fuera de la influencia del KMT y bajo las órdenes del díscolo Mao Tse Tung. Este,sin el apoyo del Comintern –el preferido de la IC era Wang Ming– comenzó a desarrollar el PCChino aún bajo el asedio de Chiang Kai Shek. Mao priorizó la lucha en el espacio rural desde don-de comenzó su épica Larga Marcha que terminó un año más tarde en la provincia de Shensi, cerca de Yenan en 1936, de cuyo nombre se extrajo la expresión táctica de Yenan para aplicarla luego a los frentes populares. 66
De forma paralela al conflicto entre los comunistas y el KTM, la agresión japonesa avanzaba sin tregua por el norte de China, logrando en 1931 conquistar la región de Manchuria. A partir de entonces el PCChino empezó a reconsiderar la idea de un Frente Popular desde dos niveles independientes: uno por arriba –las relaciones que empezaron a establecerse con Chiang Kai Shek, el KMT y varios poderes regionales–, y otro por abajo, para ganar apoyo popular masivo bajo banderas de nacionalismo y un moderado programa social. Aunque a Moscú la idea de un Frente Popular “por abajo” no le interesaba, en la práctica fue una de las cuestiones que más preocupó al denostado Mao Tse Tung, quien pudo efectivamente ampliar las simpatías de los no comunistas hacia ciertos principios que incluyeran nacionalismo y proclamas en apoyo de los campesinos. Mao llegó a sostener que:
“[…] hay sectores sociales, hay países en los que se desarrolla una política de partidos; hay allí una vida democrática, libertades cívicas efectivas, en donde se desarrolla, en fin, una política civilizada. Allí, sin lugar a dudas, se impone la política del Frente Popular: atraer izquierdistas e izquierdizantes, buenos o malos, sinceros o pícaros, no importa. Tentarlos. Crear tentaciones para su ambición particular; inventar tentaciones como el demonio”. 67
Aunque esta afirmación parece definitiva, Mao no fue un ferviente adepto a la idea de un Frente Popular y mantuvo serias diferencias con Moscú en la aplicación de las directrices del VII Congreso. A esto había que sumar otro factor: la desconexión entre los comunistas desde el inicio de “la gran marcha”, desde noviembre de 1934 hasta junio de 1936. Mao no tuvo contacto con los dirigentes del Comintern, excepto durante un breve período en el otoño de 1935. Una vez que las comunicaciones por radio se restablecieron, el Comintern criticó la “Larga marcha” por poco realista, dio órdenes de terminar la guerra civil y formar un Frente Popular contra Japón, expedición que fue cancelada por los líderes comunistas chinos por varias razones, entre ellas la instrucción de Moscú por radio. Desde fines de febrero empezaron aperturas de diálogo con Chiang, quien envió representantes para negociar con el PCChino, lo que fue respondido por los comunistas con sus condiciones a finales de abril de 1936 –que incluían libertad política para todos los movimientos anti japoneses, creación de un Gobierno de base nacional de defensa, liberación de todos los prisioneros políticos patrióticos, término de la guerra civil, incluyendo los ataques al área soviética, y reconocimiento de la posición legal del área chino soviética–, a lo que el KTM respondió afirmando que la participación del PCChino en una guerra contra Japón era bienvenida, pero que el ejército comunista debía ser reorganizado y estar a la par con el ejército de Nanking.
Desde la perspectiva de Mao, la búsqueda de un frente común con Chiang era un grave error del Comintern pues, a su juicio, el militar no entendía la realidad de la política China. Entonces ¿por qué Mao terminó cediendo a las presiones del Comintern? En primer lugar, porque para 1935 la posición del dirigente chino era todavía débil dentro de su partido, teniendo aún varios rivales ante los cuales legitimarse como los favoritos de Moscú, llamados los 28 bolcheviques. Además, Mao todavía esperaba asegurar asistencia material de los soviéticos, para lo cual tenía que mantener algún grado de fidelidad con la URSS. Pero el factor más importante era que el dirigente deseaba utilizar la cuestión nacional como elemento de agitación y así transformarse en el líder del nacionalismo anti japonés. De esta manera, expandiría la influencia comunista y mantendría, al mismo tiempo, la buena relación con los soviéticos. 68El conocido incidente de Xian cambió la correlación de fuerzas entre el Mao y el KMT. El conocido incidente fue el aprisionamiento de Chiang Kai-Shek por los líderes de Xian, capital de la provincia de Shensei, los cuales eran abiertos al Frente Popular y querían, por esta vía, presionar al KMT a pactar con el PCChino. Stalin ordenó al PCChino luchar por la liberación de Chiang y, aunque estos no tomaron ninguna posición oficial por una semana, se abocaron posteriormente a la liberación de Chiang, que ocurrió finalmente el 25 de diciembre de 1936. Sin duda, esta cuestión derivó rápidamente en el pacto entre el KMT y el PCChino, en el que los comunistas aceptaron, algo apesadumbrados, luchar por la realización de los “Tres Principios del Pueblo”escritos por el fundador del KMT Sun Yat-Sen,y de esta manera detener las revueltas armadas, la sovietización y las confiscaciones de tierras. Asimismo, esto significaba poner al Ejército Rojo bajo la dirección del comando nacional del KMT, lo cual no implicó, al menos en la forma, renunciar a su autoproclamado rol de liderazgo ni a los objetivos revolucionarios de dicho ejército sobre las áreas ocupadas. Esta sería la gran diferencia de independencia que tenía el PCChino en comparación con los otros del mundo: sólo en China y en la URSS los comunistas manejaban su propio ejército y tenían su propio territorio. 69
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