Serguéi Dovlátov - Los nuestros

Здесь есть возможность читать онлайн «Serguéi Dovlátov - Los nuestros» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los nuestros: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los nuestros»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El hombre tiene al enemigo en casa, sanciona el autor emergente Dovlátov. Se arriesga así a penetrar en el misterio de sus orígenes, encadenando las crónicas de cuatro generaciones surcadas por una especie de verdad insistente y anómala. El autor gobierna a sus inolvidables personajes como ­cambiantes­ máscaras libertarias. La titanomaquia de los abuelos, judíos de Oriente y armenios del Cáucaso, cede ante la decadencia de hijos y nietos. Pero los vínculos de sangre no se rompen y atrapan al lector, que se siente en esta obra maestra, muy precisamente, como en casa. Dovlátov no solo es el escritor más popular del último cuarto de siglo en Rusia, también es el autor de algunas de las mejores páginas que ha dado el siglo XX. The GuardianTu voz es profundamente auténtica y universal. Tenemos suerte de tenerte con nosotros. Tienes grandes dones que ofrecer a este loco país. Kurt VonnegutSus relatos y novelas están teñidos de un escepticismo irónico en el que emerge la absurdidad humorística de la vida, y de un estoico acatamiento de esa fuerza ajena llamada destino. Marta Rebón,
El País

Los nuestros — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los nuestros», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Alrededor del abuelo se creó una zona de riesgo de metro y medio. La longitud de su bastón…

A menudo me esfuerzo en comprender por qué mi abuelo era tan hosco, qué lo había convertido en un misántropo…

Era un hombre adinerado. Tenía una apariencia imponente, una salud de hierro. Cuatro hijos y una esposa fiel que lo quería.

Tal vez no le gustara el orden de las cosas como tal. Pero ¿todo él o solo en parte? ¿Se le antojaba insoportable, por ejemplo, el paso de las estaciones del año? ¿O la inefable continuidad entre la vida y la muerte? ¿La gravitación terrestre? ¿La disparidad entre la tierra y el mar? Qué sé yo…

El abuelo murió en circunstancias pavorosas. Su segundo duelo con Dios acabó en tragedia.

Diez años se pasó sentado en su sillón. En los últimos tiempos ya ni agarraba el bastón. Solo fruncía el ceño…

(¡Oh, si la mirada pudiera ser utilizada como arma!…).

El abuelo se convirtió en un elemento del paisaje. Un detalle destacado e imponente de la arquitectura local. De vez en cuando, los grajos se posaban en sus hombros…

Al final de nuestra calle, tras el mercado, había un profundo barranco. Al fondo corría espumeante un riachuelo que bordeaban unas rocas grises y sombrías. Allí asomaban blanquecinos los huesos de los caballos sacrificados. Yacían restos de carros.

A los niños les estaba prohibido acercarse al barranco. Las esposas clamaban a sus maridos cuando volvían borrachos a casa al amanecer:

—¡Gracias a Dios! ¡Pensaba que te habías caído por el barranco!

Una mañana de verano, inesperadamente, el abuelo se levantó. Se puso en pie y echó a andar con paso firme alejándose de casa.

Las rollizas mujeronas Eteri, Nana y Galatea Chikvaídze se asomaron a la ventana para ver al abuelo atravesar la calle.

Alto y erguido, el abuelo se dirigió al mercado. Y cuando alguien lo saludaba, no respondía.

En casa tardaron algún tiempo en descubrir su desaparición. Igual que tarda uno en darse cuenta de la desaparición de un álamo, una roca o un torrente…

El abuelo se acercó al borde del barranco. Tiró el bastón. Levantó las manos. Y dio un paso al frente.

Dejó de existir.

A los pocos minutos llegó corriendo la abuela. Tras ella, los vecinos. Todos daban voces y lloraban. Solo al anochecer se apagaron los sollozos. Y entonces, a través del incesante rumor del torrente que bordeaban unas rocas sombrías, llegó un despectivo y formidable:

—¡K-A-A-KEM! ¡TU UTAMÁ!…

Capítulo 3

Al tío Román Stepánovich le gustaba repetir:

—¡En cuerpo sano, misma mente!…

En su juventud fue un kinto de Tiflis. Palabra bastante difícil de traducir. Un kinto no es un gamberro, un borracho ni un holgazán. Aunque es un tipo que bebe, arma jaleo y no trabaja… ¿Un vividor, quizás? ¿Un calavera? No sabría decirlo.

Mi tío llevaba un cuchillo enorme. Desde joven le gustaban el vino napareuli y las rubias rellenitas…

Tal vez la única cualidad de un verdadero kinto sea su labia. Mi tío se distinguía por tener un humor bastante peculiar. Así, por ejemplo, a los catorce años, aguó la fiesta de aniversario de la república soviética de Georgia.

La cosa sucedió de la siguiente manera. En Tiflis se celebraba la señalada fecha, se conmemoraban por todo lo alto los siete años de la república. La enorme sala del Palacio de Cultura Karl Liebnecht estaba llena a rebosar. Las más altas autoridades pronunciaban sus discursos. Tras ellos intervenían los representantes de las minorías étnicas.

En nombre de los armenios intervenía mi tía Anelia, la hermana de mi tío. Anelia se pasó dos semanas preparando el discurso.

—Hace siete años… —empezó a decir.

La sala enmudeció.

—Ya hace siete años… —repitió mi tía.

Se oyó el repicar de una ficha del guardarropa. Alguien se abría paso de puntillas entre las butacas.

—Ya hace siete años… —pronunció con voz firme la tía Anelia.

A su espalda, en un retrato, el generalísimo entornaba los ojos con expresión maliciosa. Se hizo un completo silencio.

Y entonces la voz animosa de mi tío resonó en la sala:

—Ya hace siete años que Anelia no encuentra marido…

La tía Anelia abandonó entre sollozos el estrado. El tío Román pasó un día entero en comisaría…

Antes incluso de la guerra, mi tío decidió ingresar en la universidad y hacerse filósofo. Una decisión más que natural en una persona carente de un objetivo concreto en la vida. Todas las personas dotadas de una percepción embrollada y nebulosa de la vida sueñan con dedicarse a la filosofía.

El tío Román presentó sus papeles para ingresar en la universidad. El primer examen era de literatura rusa. El tío se dirigía a los aspirantes que iban saliendo de la sala y les preguntaba:

—¡Joven, ten la bondad! ¿Qué pregunta te ha tocado?

—Pushkin —le decía uno.

—¡Perfecto! —exclamaba mi tío—. Justo el que no me he estudiado.

—Lérmontov —le decía otro.

—¡Perfecto! —exclamaba mi tío—. Justo el que no me he estudiado.

—Gógol —le informaba un tercero.

—¡Perfecto! —exclamaba mi tío—. Justo el que no me he estudiado.

Finalmente llamaron al tío Román. Este se acercó a la mesa, extrajo una papeleta y leyó:

«La obra literaria de Griboyédov».

—¡Maldición, qué suerte la mía! —exclamó mi tío—. Justo el que no me he estudiado.

Cuando empezó la guerra, mi tío se sintió animado. En el Ejército se valoraba a gente como él. Aun en tiempo de paz, a mi tío le encantaban las peleas.

Regresó del frente con el grado de teniente coronel. La guerra hizo de él un hombre responsable.

Como a todos los tenientes coroneles retirados, a mi tío lo hicieron responsable de la seguridad en el trabajo de la fábrica Luch. (Los coroneles dirigen las secciones de personal).

Es posible que entendiera algo de seguridad en el trabajo, no lo excluyo. Sin embargo, encauzó todos sus esfuerzos hacia el ejercicio físico. Mi tío ­dirigía la ­gimnasia de todo el grupo. Estableció la práctica del esquí de fondo tradicional. Organizaba partidos de voleibol. Salía en los periódicos.

A sus sesenta y tres años esquiaba a la perfección y podía salir bien parado de cualquier pelea.

—¡En cuerpo sano, misma mente! —repetía.

A mí me despreciaba de corazón. Yo no hacía gimnasia por las mañanas. No me bañaba con agua helada. Para ser sincero, siempre he odiado los movimientos bruscos.

Cuando alguien me ofende, intento por todos los medios hacer las paces.

Me han ofendido pocas veces, la verdad. Tres veces en toda mi vida. Y las tres veces fue mi tío.

—¡Intelectual! —me gritaba—. ¡Carroña! Más que un hombre pareces un trapo…

A la pregunta de cuál era su escritor preferido, mi tío respondía a la primera:

—¡Martin Eden1!

Podía pasarse horas contando sus hazañas con los puños. Y era muy fantasioso, además. Sin embargo, cuando le preguntaba acerca de la guerra, mi tío no abría la boca. No le gustaba hablar de eso. Ignoro la razón…

El tío había tenido dos hijos con Anna Grigórievna Sújareva. Un niño y una niña. Mi tío los visitaba con regularidad. Revisaba sus cuadernos y firmaba en el libro de notas. E invariablemente repetía:

—¡En cuerpo sano, misma mente!

Cierto día que Anna Grigórievna estaba en la cocina y los niños jugaban con su padre, mi tío se tiró un pedo. Los chicos estallaron en carcajadas.

Anna Grigórievna se asomó al oír el alboroto. Se paró en el quicio de la puerta y, cruzando los dos brazos sobre pecho, dijo solemnemente:

—Los niños necesitan un padre… Mira cómo juegan, cómo ríen, lo bien que se lo pasan…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los nuestros»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los nuestros» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los nuestros»

Обсуждение, отзывы о книге «Los nuestros» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x