767El sermón de John Wesley “The Scripture Way of Salvation” [El camino de la salvación según las Escrituras] incluye una sección sobre la gracia preventiva y la obra universal de Dios en el corazón humano.
768Wesley enfatizaba que la salvación es recibida por fe en la vida de la persona. La bendición de la salvación es, antes que todo, un regalo de la gracia de Dios. Al comienzo de su sermón “Salvation by Faith”, Wesley declara: “La gracia es la fuente, la fe es la condición, de la salvación”. Uno es salvado por una disposición del corazón inclinado hacia Cristo. Para ser salvo, uno debe reconocer “la necesidad y el mérito de su muerte, y el poder de su resurrección”.
769En su sermón “The Scripture Way of Salvation”, John Wesley declara que la “justificación es otra palabra para perdón. Es el perdón de todos nuestros pecados; y lo que necesariamente implica es nuestra aceptación con Dios”.
770Wesley explica que la “justificación es otra palabra para perdón” y nuestra “aceptación con Dios”. La persona es justificada y “en ese mismo momento comienza la santificación”. “La obra gradual de la santificación ocurre desde el momento en que nacemos de nuevo” (sermón “The Scripture Way of Salvation”).
771Wesley define la perfección como “amor perfecto”. “Es el amor excluyendo el pecado, el amor llenando el corazón, ocupando toda la capacidad del alma” (“The Scripture Way of Salvation”).
772Por un resumen del pensamiento de Elena de White sobre la perfección, ver Woodrow W. Whidden, Ellen White on Salvation , pp. 119-156.
773George R. Knight, Meeting Ellen White: A Fresh Look at Her Life, Writings, and Major Themes (RHPA, 1996), p. 126.
774Whidden, op. cit., p. 119.
775 Signs of the Times , 15/3/1841.
776William Miller, William Miller’s Apology and Defense (Boston: J. V. Himes, 1845), p. 12.
777 Signs of the Times , 15/3/1841.
778Las reglas de interpretación de Miller se pueden encontrar en Sylvester Bliss, Memoirs of William Miller (Boston: Joshua V. Himes, 1853), pp. 70-72; y en P. Gerard Damsteegt, Foundations of the Seventh-day Adventist Message and Mission (Berrien Springs, Mich.: Andrews University Press, 1977), pp. 299, 300.
779Aun hasta el día de hoy los adventistas prefieren un estudio de la Biblia altamente intelectual, antes que un conocimiento emocional o empírico. Knight, Nuestra identidad , p. 41.
780Esta escuela de pensamiento también estaba influenciada por el primer método científico de Francis Bacon. Ver James C. Livingston, Modern Christian Thought: The Enlightenment and the Nineteenth Century , 2a ed. (Upper Saddle River, N.J.: Prentice-Hall, 1997), t. 1, pp. 303, 304; y D. F. Kelly, “Scottish Realism”, en Walter A. Elwell, ed., Evangelical Dictionary of Theology (Grand Rapids: Baker Book House, 1984), pp. 990, 991.
781Knight, Nuestra identidad , p. 43.
782 Ibíd . Es interesante notar que el declive del deísmo en la vida estadounidense y el surgimiento del adventismo también ocurrió en un período de la historia estadounidense cuando los primeros fundadores de la nación, que eran todos deístas cultos, estaban siendo reemplazados por una nueva generación de hombres artífices de su propio éxito, como Andrew Jackson (presidente entre 1829 y 1837). La mentalidad de la era jacksoniana animó a la gente a estudiar por su cuenta, y a llegar a sus propias conclusiones en asuntos de doctrinas y de vida religiosa.
783Más adelante en ese año, ella también reprendió a John Harvey Kellogg, director del Sanatorio de Battle Creek y médico influyente, que recomendó esos dos mismos libros a sus lectores ( Ct 6, 1886, en MR 6:256-260). En un artículo en la Review and Herald , también publicado ese mismo año para contrarrestar la influencia de Canright, Elena de White declaró inequívocamente: “Nuestros jóvenes y niños, y aun los de edad madura deben prometerse firmemente abstenerse del capricho de leer las novelas fascinantes y la literatura sensacionalista de la época. Engañan la imaginación y llenan la mente con tal cantidad de basura que no hay lugar para almacenar las expresiones sagradas de los profetas y de los apóstoles, que escribieron por la influencia del Espíritu Santo” ( RH , 9/11/1886). Es interesante que más adelante en su vida, ella recomendara El progreso del peregrino , de John Bunyan, a sus lectores ( RH , 30/5/1912).
784Para mayor información sobre el contexto histórico del milenarismo en la época de Elena de White, ver George R. Knight, Ellen White’s World (RHPA, 1998), pp. 13-18, 85-90.
785Whitney R. Cross, The Burned-over District: The Social and Intellectual History of Enthusiastic Religion in Western New York, 1800-1850 (Ithica, Nueva York: Cornell University Press, 1950), p. 291.
786Citado en Edwin S. Gaustad, A Religious History of America (Nueva York: Harper and Row, 1966), p. 151.
787Ernest R. Sandeen, The Roots of Fundamentalism: British and American Millenarianism, 1800-1930 (Chicago: University of Chicago Press, 1970), p. 42.
788Cross, op. cit. , (p. 320). Este autor también explica que “todos los protestantes esperaban algún gran evento alrededor de 1843 y ningún crítico del grupo ortodoxo tenía ningún problema serio con los principios básicos de los cálculos de Miller” (p. 321). Ruth Doan también comentó que los “milleritas eran, en sus orígenes, buenos estadounidenses evangélicos protestantes” (Ruth Doan, The Miller Heresy, Millennialism, and American Culture [Philadelphia: Temple University Press, 1987], p. 215). Muchos estudios en las últimas cuatro décadas han demostrado que el parecido del millerismo con las otras denominaciones era la causa de las tensiones con ellas. Estos estudios resaltan cómo el millerismo era ciertamente un movimiento dentro de la tendencia popular a la fiebre milenaria, el reavivamiento y el espíritu evangélico que se encontraba en ambos lados del Atlántico en la primera parte del siglo XIX. Burned-over District , de Cross, y Thunder and Trumpets: Millerites and Dissenting Religion in Upstate New York, 1800-1850 (Chico, Calif.: Scholars Press, 1985), de David L. Rowe, describen las condiciones sociales y religiosas del oeste de Nueva York, que ayudaron a la aparición del millerismo. Otros estudios como The Roots of Fundamentalism de Sandeen; The Second Coming: Popular Millenarianism, 1780-1850 (Londres: Routledge and Kegan Paul, 1979), de J. F. C. Harrison, y Transatlantic Revivalism: Popular Evangelicalism in Britain and America, 1790-1865 (Westport, Conn.: Greenwood Press, 1978), de Richard Cawardine, describen las similitudes religiosas y sociales de países de habla inglesa durante el inicio del millerismo.
789Un informe reciente sobre la relación entre el estilo de vida adventista del séptimo día y la longevidad es el artículo de Dan Buettner, “The Secrets of Long Life”, National Geographic 208, Nº 5 (11/2005), pp. 2-27.
790Knight, Meeting Ellen White , p. 109.
791 Ibíd ., pp. 109, 110.
792Herbert E. Douglass, Messenger of the Lord (PPPA, 1998), pp. 256, 257. Ver también Joseph Battistone, The Great Controversy Theme in E. G. White Writings (Berrien Springs, Mich.: Andrews University, 1978).
793Douglass, op. cit. , p. 257.
794En visiones posteriores durante los siguientes años, ella recibió más detalles de varias fases de este conflicto sobrenatural y, en 1864, se publicaron los tomos 3 y 4 de Spiritual Gifts , que tratan más exhaustivamente la caída de Lucifer, la creación del mundo, la caída de Adán y Eva, la vida de los patriarcas, y la experiencia de Israel. (El tomo 2, publicado en 1860, fue una obra autobiográfica.) A finales de la década de 1860, Elena de White decidió expandir lo que había escrito en Spiritual Gifts y así se concibió una nueva serie de cuatro tomos de unas 400 páginas cada uno, llamada The Spirit of Prophecy ( Bio 2:297). Esta serie cubría los eventos bíblicos e históricos desde la caída de Lucifer en el cielo hasta el fin del reino de Salomón (t. 1); la vida de Cristo desde su nacimiento hasta la entrada triunfal a Jerusalén (t. 2); y los sufrimientos, la muerte y la resurrección de Cristo, y la iglesia primitiva (t. 3). El tomo cuatro, publicado en 1884, fue subtitulado The Great Controversy Between Christ and Satan From the Destruction of Jerusalem to the End of the Controversy . Los últimos pasos en el desarrollo del tema del Gran Conflicto se dieron con la nueva revisión del tomo 4 de The Spirit of Prophecy . Este nuevo tomo fue publicado en 1888 y tenía por título The Great Controversy Between Christ and Satan . En lo sucesivo, Elena de White expandió los otros tomos de la serie The Spirit of Prophecy en lo que se llegó a conocer como la serie del Gran Conflicto. (Ver referencia 1.)
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