En todas sus elaboraciones, tanto teóricas como clínicas, Marilé muestra además una propuesta acorde con los desarrollos recientes sobre la sobredeterminación de las manifestaciones clínicas. En consecuencia, cada vez que expone un concepto enfatiza que el valor que tiene deriva de una combinación con otros muchos para dar cuenta de una manifestación cualquiera. Igualmente, cuando estudia una manifestación clínica tiene especial cuidado en destacar que solo puede ser entendida recurriendo a una red o malla conceptual compleja. Es en este marco que recurre a un concepto poco considerado, el de las corrientes psíquicas, al que Freud apeló para dar espacio a la diversidad de las combinaciones entre los deseos y las defensas en un mismo sujeto al encarar un mismo problema. De este modo la autora puede armonizar en el terreno conceptual las tensiones entre diferentes orientaciones defensivas en pugna en la vida psíquica.
Esta propuesta general del libro así como numerosos detalles del texto armonizan además con las propuestas que por nuestra parte hemos realizado en diferentes publicaciones. Sobre todo su modo de describir con precisión los fenómenos clínicos y de esforzarse por articular diferentes enfoques para entenderlos, así como su modo de aprovechar algunas de las elaboraciones teórico-clínicas más complejas de Freud, despiertan en especial nuestro reconocimiento.
La relevancia del tema y las investigaciones en curso dan la pauta de que los trastornos de carácter son una presencia vigente en la clínica; la pauta de ello se manifiesta además en los trabajos de investigación que se presentan en la actualidad.
No necesariamente quienes exponen esta temática hacen referencia a los trastornos del carácter; es probable que quienes describen el trastorno de carácter no le den la identidad de trastorno sino que lo definirían como rasgos de carácter.
El interrogarse por los obstáculos que dificultan el proceso de análisis motiva la búsqueda de esta investigación.
Desde hace muchos años me vi estimulada a escribir acerca de la clínica y a la necesaria reflexión teórica en mi experiencia profesional. A lo largo del tiempo transcurrido me iban surgiendo cuestionamientos y en el valioso intercambio con colegas fui acrecentando mi experiencia volcándola en la escritura. También los pacientes que llegaban con sus vivencias y su historia de vida me orientaron a investigar acerca del duelo y la alteración del carácter. Sobre este tema versa mi tesis doctoral “Proceso de duelo y alteración del carácter” (1991).
La interrelación clínica y conceptual que expuse en esa tesis fue el punto de partida para afinar mi tarea teórico-clínica. Algunos pacientes adultos que en su historia habían vivido situaciones traumáticas importantes y o duelos durante el período de la infancia, mostraban rigideces y dificultades muy marcadas para el cambio. Las defensas se multiplicaban y en algunos casos acompañaba rasgos de carácter anquilosados, y otro tipo de alteraciones que comprometían lo somático. Como si el cuerpo acusara recibo de aquello que no había podido ser procesado de otra manera. La reiteración de esta comprobación incrementó mi interés para seguir investigando, en el afán de comprender en el acto clínico los diferentes niveles del psiquismo y así contactarme de la mejor forma con el paciente. Me di cuenta de que era necesario contar con recursos conceptuales para dar cabida a la complejidad de los conflictos y la dinámica psíquica encontrada en estos pacientes. Me interesó entonces investigar las corrientes psíquicas, y esto me facilitó la comprensión frente a manifestaciones neuróticas junto a otros aspectos que no lo eran; desde la conceptualización de Bion, correspondería a los elementos beta. Así es como consideré los psicodinamismos que ensamblaban el duelo, el trauma y el procesamiento a nivel corporal.
Luego, ya no dejé de escribir y de replantearme interrogantes acerca de la interrelación teórico-clínica en trabajos que fui publicando, y presentándolos en diversos eventos científicos que aportaron los comentarios de los colegas. Parte de esos trabajos, reformulados, se incluyen en este libro en la medida que comparten la temática propuesta.
Necesité reunir en este libro lo que hasta ahora incluye mi investigación producto de muchos años de experiencia clínica avalados por la profundización en el campo psicoanalítico de autores posfreudianos que merecen mi respeto y admiración y con los cuales acuerdo.
En este libro realizo una investigación que apunta a temas que se refieren al carácter y considero hacer un aporte de un mayor grado de refinamiento respecto de los mecanismos defensivos del yo, que se tramitan en los rasgos de carácter. Destaco un triple aporte: la importancia de los duelos, las fijaciones tempranas y las combinaciones con patologías corporales, sea por patologías psicosomáticas o por alteraciones somáticas por ingesta. Otro aspecto que resalto es el análisis de los psicodinamismos que intervienen, y que muestran la complejidad que se manifiesta a través de las corrientes psíquicas y estratificaciones de los distintos yo.
Por lo tanto, trato de dar una visión estratificada del aparato psíquico.
Me interesó profundizar en dos interrogantes acerca del tema planteado; el primero de ellos referido a los procesos psíquicos en juego en la temática del carácter, y la tramitación del trauma, puesto que en la base del carácter está el trauma. Sin descartar esto, intento investigar acerca de otro proceso psíquico interviniente que complejiza el proceso en los rasgos caracterológicos; me refiero a las situaciones de duelo, con la intención de compatibilizar ambos. Esta situación me motivó a realizar cuestionamientos que intento desplegar en el libro.
Otro aspecto que considero y que tiene que ver con la práctica clínica, es el haber constatado la copresencia de adicciones o patologías psicosomáticas, traumatofilias, con lo cual me lleva a incluir el problema de las perturbaciones o alteraciones corporales, como parte de los trastornos de carácter.
Por lo tanto, la observación en la clínica de estos componentes que acompañan la alteración del carácter, me guiaron al planteo de interrogantes acerca de los tipos de organizaciones tempranas psíquicas que podrían intervenir en estos procesos en los que se evidenciaba compromiso corporal. Me interrogo entonces la intervención de un yo temprano (yo real primitivo, el desvalimiento ante la pulsión y la realidad en Freud). También menciono autores que han resaltado la incidencia de las experiencias traumáticas en los primeros tiempos de vida en relación con lo somático.
Estos serían los dos grandes interrogantes que iré desarrollando en los diversos capítulos, poniendo énfasis a veces en los procesos traumáticos o su tramitación en los rasgos patológicos del carácter; en un capítulo pongo el énfasis en el duelo patológico en los rasgos patológicos de carácter, y en otros el énfasis está dirigido a las fijaciones tempranas en el yo inicial y las alteraciones orgánicas que darían origen a lo no significado en el cuerpo. Presento entonces dos capítulos conceptuales en los que trato de mostrar la combinación de los elementos, expresando los psicodinamismos determinantes, el duelo y el trauma, y un tercero que versa sobre el cuerpo, en el que me refiero a un hallazgo clínico psicopatológico, que constituye un aporte adicional. La expresión de una manifestación somática que no necesariamente es una conversión histérica y que podría acompañar a las patologías del carácter. Con ello intento establecer la relación entre la presencia del trauma, y el duelo en las alteraciones corporales. Por lo tanto, los temas expuestos formarían un trípode.
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