Lucía se divirtió. A ella se le daba fatal mentir, pero Jorge jugaba por los dos. Lo hacía sin cambiar el gesto y despistaba constantemente a la pareja contraria, que se desesperaba.
Volvieron al hotel paseando medio abrazados. Desde la escena del aparcamiento, los dos esperaban el momento de reunirse en la cama. La habitación estaba en penumbra, solo alumbrada por un reflejo de luna que se colaba por una rendija del balcón. Se tumbaron atravesados para que esa débil luz les iluminara la cara.
Él le preguntó en susurros:
—¿Por qué no te habré encontrado antes?
—Era lo que te decía el otro día —dijo ella, acariciándole el pelo y mirándole a los ojos—. Pudimos conocernos hace muchos años y no pasó, no tuvimos suerte.
—Pero es que toda mi vida he soñado contigo aunque no te conociera. Soñaba con una mujer como tú. Que me gustara tanto y me sintiera tan feliz a su lado que no me cansara nunca. Eso nunca me había pasado antes, solo contigo.
—Yo también te quiero muchísimo. Eres lo mejor de mi vida.
—Ese es el problema.
—¿Qué seas lo mejor de mi vida es el problema?
—No, cielo. Qué eres tan joven que te queda muchísimo por delante. Si yo pudiera darte lo que tú quieres, llegaría el día en que encontrarías a alguien tu edad y yo te parecería una carga.
—No seas tonto, ¿o piensas que te quiero solo por tu físico?
—Bueno, creo que eso influye mucho —dijo él en broma—. No te haces una idea de lo complicado que es enamorarse a mi edad. Que todo lo que estaba claro, porque se ha ido haciendo a lo largo de los años, se ponga, de repente, patas arriba. Y que la única opción sea hacer daño a las personas a las que más quieres. Yo no puedo hacer eso, me sentiría un mamarracho. Llega un momento en que no hay elección.
—¿Entonces?
—¿Entonces, qué? ¿No comprendes que ya no puedo concebir la vida sin ti? Lucía, mi amor, solo estoy intentando explicarte lo que siento. Lo eres todo para mí, lo único que de verdad me importa. No te voy a negar que cuando nos enrollamos la primera noche lo hice por frivolidad, me sentí halagado de que una mujer guapa e inteligente se fijara en mí. Y me di cuenta perfectamente de lo afortunado que era, estuve varios días como en una nube. Pero ahora es mucho más que eso. Cada mañana cuando me despierto, lo primero que pienso es a qué hora voy a poder verte. Si te perdiera me moriría.
Lucía volvió a abrazarle. El agotamiento pudo más que ellos y se quedaron dormidos sin darse cuenta.
***
Cuando Ramírez inspeccionó el coche de Lola lo hizo a conciencia. Primero lo examinó por fuera buscando algún indicio de siniestro, pero, aparte de bastante polvo y suciedad, no encontró nada. La carrocería estaba intacta. Luego se sentó en el asiento del conductor, miró la tapicería y la guantera, bajó las viseras y hasta quitó el alzador infantil por si había algo debajo. No se le ocurrió encender el motor. Si lo hubiera hecho se habría dado cuenta de que el depósito de gasolina estaba en reserva.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.