p. ej. (GE 15,6,14) De los niños naturalmente atrevidos e insolentes. Hay que hablarles poco y hablarles siempre con gravedad cuando han cometido alguna falta. Humillarlos y corregirlos cuando el castigo pueda serles de provecho para confundirlos y doblegar su espíritu. (p. 226)
3.La disciplina y las normas estrictas de cualquier orden regulan toda la actividad escolar, incluso los mínimos detalles, para evitar que el alumno sea libre a su espontaneidad y a sus deseos. Esto plantean Comenio y La Salle:
Cierto es aquel proverbio tan repetido y popular entre los bohemios: Escuela sin disciplina es molino sin agua. De igual manera que si quitas el agua a un molino, se parará al momento, si suprimes la disciplina en una escuela, forzosamente han de retardarse todas las cosas. Como si un campo no se escarda, nace en él la cizaña perniciosa para la mies, y si no se podan los árboles, echan mucha madera y producen brotes inútiles.
En primer lugar, pienso que ante todo debe hacerse constar que la disciplina solo ha de aplicarse a los que se apartan del recto camino. Pero no porque alguno se haya extralimitado (lo hecho ya no puede anularse), sino para que no se vuelva a extralimitar. Hay que emplearla sin pasión, ira u odio; con tal candor y sinceridad, que el mismo que la sufre se dé cuenta de que se aplica en su provecho y proviene del amor paternal que por él sienten los que le dirigen; y, por lo tanto, debe aceptarla como se toma la medicina amarga que el médico receta. (Comenio, 1630/1998, p. 106)
Para Juan Bautista de La Salle (1720/2012),
p. ej. (GE 5, cap. 5). De la aritmética. Este tablero debe estar fijado en la pared en el sitio más cómodo, la parte baja elevada cinco pies del suelo, y la parte alta inclinada hacia delante medio pie. (p. 147)
p. ej. (GE 7,4,2) De las oraciones. Los alumnos estarán siempre de rodillas, con los brazos cruzados, manteniendo el cuerpo derecho, bien ordenados y con los ojos bajos. (p. 156)
p. ej. (GE 8,6,4). De la Santa Misa. Todos los alumnos caminarán siempre de dos en dos, tanto por las calles como en la iglesia, y separados cuatro pasos unos de otros, para evitar el bullicio, el tumulto y la confusión. (p. 165)
4.En sus orígenes, las pedagogías jesuitas y las de las escuelas cristianas han tratado de proteger al alumno de las tentaciones del mundo y, en general, de todos los males de la sociedad. Adicionalmente, han concedido gran importancia a la formación verbalística y libresca. A este respecto, preparar para la vida es modelar la inteligencia a base de favorecer la capacidad para la resolución de ejercicios, fortalecer las posibilidades de atención y de esfuerzo, etc. De ahí la importancia concedida a la ortografía, el latín y las matemáticas. Al respecto, esto afirman Comenio y La Salle:
Ahora tócanos demostrar que: En las escuelas hay que enseñar todo a todos. No ha de entenderse con esto que juzguemos necesario que todos tengan conocimientos (especialmente acabados y laboriosos) de todas las ciencias y artes. Esto ni es útil por su misma naturaleza ni posible dada la brevedad de la humana existencia. (...)
Por tanto, todos los que hemos venido a este mundo, no solo como espectadores, sino también como actores, debemos ser enseñados e instruidos acerca de los fundamentos, razones y fines de las más principales cosas que existen y se crean. Y hay que atender a esto, y especialmente atenderlo para que no ocurra nada, durante nuestro paso por este mundo, que nos sea tan desconocido que no lo podamos juzgar modestamente y aplicarlo con prudencia a su uso cierto sin dañoso error. (Comenio, 1630/1998, p. 24)
p. ej. (GE 3,8,4). De las lecciones. Por la mañana leerán en latín después de haber leído el tercer libro, y por la tarde comenzarán leyendo en latín. (La Salle, 1720/2012, p. 122)
p. ej. (GE 5, 0, 17) Cuando un alumno realice una operación de aritmética, cualquiera que sea la lección, todos los demás de la misma lección mirarán al tablero, mientras permanecen sentados, y estarán atentos a los números que el alumno señale y a lo que vaya diciendo al realizar la operación. (La Salle, 1720/2012, p. 149)
5.Para los Hermanos de La Salle del siglo XVII, los ejercicios escolares resultan suficientes para desarrollar en los alumnos las virtudes fundamentales. Sobre este tema, dice Comenio (1630/1998, p. 109):
Igualmente conviene establecer en la disciplina escolar que se determinen para las artes, ciencias y lenguas, sus períodos respectivos, a fin de que, en el transcurso de un cierto número de años, se lleve a cabo toda la enciclopedia de la erudición y salgan de aquellos talleres de la humanidad hombres verdaderamente eruditos, verdaderamente morales, verdaderamente piadosos.
Que en la primera escuela materna se atenderá principalmente al ejercicio de los sentidos externos, para que se habitúen a aplicarlos con exactitud a sus propios objetos y distinguir unos de otros. En la escuela común se ejercitarán los sentidos interiores, la imaginación y la memo-ria, con sus órganos ejecutivos, la mano y la lengua leyendo, escribiendo, pintando, cantando, numerando, midiendo, pesando y aprendiendo de memoria cosas diversas, etc.
Así mismo, Juan Bautista de La Salle (1720/2012) propone:
p. ej. (GE 3,5,3) Todos formarán una sola lección, y mientras uno deletrea o lee, todos los demás de la misma lección estarán siguiendo, tanto los que deletrean y leen, como los que solo leen. (p. 119)
p. ej. (GE 4,3,1) Los alumnos dedicarán a la escritura una hora por la mañana y lo mismo por la tarde. Por la mañana desde las ocho hasta las nueve, y por la tarde, desde las tres a las cuatro. (p. 131)
6.Dado el aislamiento de la escuela (ciudadela), la arquitectura, el ambiente y el mobiliario se adaptan a dicha concepción, que se caracteriza por los espacios cerrados, que facilitan el orden y la disciplina:
Y para este fin, será bueno que todo lo que se acostumbra a tratar en clase esté pintado en las paredes del aula, ya sean teoremas y reglas, ya imágenes o emblemas de la asignatura que se estudia. Si así se hace, será increíble la ayuda en la impresión. Aquí estará bien que se acostumbren a escribir en su diario o en su cuaderno lo que oyen o leen en los libros, porque de esta manera la imaginación se ayuda y el recuerdo se efectúa fácilmente. (Comenio, 1630/1998, p. 55)
7.La enseñanza viene motivada por la competitividad, tanto en las formas de reclutamiento del profesorado como en la actividad escolar, que se valora mediante el examen. Para Comenio (1630/1998, p. 52):
El Magistrado y los Rectores de las escuelas pueden también excitar la actividad de los que estudian si intervienen por sí mismos en actos públicos (bien sean ejercicios, declamaciones y controversias, o exámenes y promociones [grados]) y reparten sin favor entre los más aplicados alabanzas y premios.
8.El aprendizaje se desarrolla a través del ejercicio de la memoria, con poca utilización del razonamiento, reforzada por la ejercitación individual o colectiva. Veamos a continuación lo que apuntan los dos autores al respecto:
La esencia del alma está formada por tres potencias (que parecen hacer relación a la Trinidad increada): Entendimiento, Voluntad y Memoria. El entendimiento se aplica a estudiar las diferencias de las cosas (hasta por las menores notas). La voluntad tiene por oficio la opción de las cosas, para elegir las provechosas y reprobar las dañinas. La memoria guarda para usos futuros todo cuanto alguna vez fue objeto de la Voluntad y del Entendimiento y hace que el alma tenga presente su dependencia (que viene de Dios) y sus deberes; y en este aspecto se llama también Conciencia. (Comenio, 1630/1998, p. 24)
p. ej. (GE 7,2,2) De las oraciones. Estas cinco reflexiones se repetirán, de ese modo, por orden, y cada una servirá de tema de exhortación, una tras otra, los cinco días de la semana que hay clase. (La Salle, 1720/2012, p. 153)
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