Horacio Vázquez Fariña - Escorado Infinito

Здесь есть возможность читать онлайн «Horacio Vázquez Fariña - Escorado Infinito» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Escorado Infinito: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Escorado Infinito»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Historia de historias en la que ninguna de ellas puede ser resuelta sin antes haber desmadejado las restantes. Las vidas de sus personajes se desenvuelven -y complementan- entrecruzadas en un vertiginoso recorrido a través de tiempos y espacios paralelos para terminar convergiendo finalmente de tal modo que llegan a solaparse. Tan sólo existe una única llave para abrir la puerta adecuada, la del conocimiento. Hay un claro hilo conductor, simbolizado en la búsqueda del significado de los propios actos; pasados, presentes y… futuros. Nuestros protagonistas han de poner a prueba sus más íntimos sentimientos en un juego cuyas piezas fundamentales -escondidas en el tablero del eterno laberinto del amor y la amistad- son la duda, los recelos, las mentiras y el propio temor a reconocerse y ser reconocidos en el espejo de la verdad.
Todos juegan, desconociendo que las cartas ya estaban marcadas de antemano por sus propios destinos.

Escorado Infinito — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Escorado Infinito», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

-Mejor no pregunte, y cuénteme esa historia que no me podía contar. Aquí y por el momento estamos a salvo.

Gie tomó la palabra un tanto electrizado. Eso era lo que él se creía. A salvo por el momento, sí, pero cuando recalase la segunda Nave... ¿Otra? Vale, pues entonces sí que sí estaban requeté muy perdidos. De lo primero que aprendía un cadete: la mayoría de Naves decide. Así pues, dos significaba rendición o exterminio seguros. Cosas del Comité: más uno significaba tener prioridad. Podían despedirse del escudo, que desaparecería en una suerte de des atendimientos. La inhibición de la capacidad militar era siempre de carácter recíproco. Así mientras una nave permanecería incapacitada para actuar, una segunda sí podría activar la fase 3. Por muy resistente que fuera el escudo protector de energía básico, acabaría cediendo ante andanadas de tal calibre que mejor ni imaginarlo.

-¿Cuándo?

Inesperadamente Nave informó visita con exigencias de mandar a tomar por culo. Caramba, aquella osada nave se aproximaba ni más ni menos que desde la lejanía de unos dos mil y pico de pársecs. De bien lejos se anunciaba. Por suerte la tecnología riana había vencido los problemas de detección de señales ultracósmicas y las presencias de naves más alla de distancias intergalácitcas no resultaba problema alguno. Pero es que esta, en concreto, no provendría desde los confines evidentemente, pero desde luego que sí de una marca impresionante incluso para la civilización riana. De todos modos, lo importante era que había tiempo suficiente para pensar sobre cualquier problemática derivada de su futura presencia.

-NAVE. Identificando: Nave Uno.

¡¡¡¡Al ñec!!!! “¡La orden era rendición total! Que se lo comunicaba ya a Nav... “¡¡No haga eso!!” -imploró el General-. ¡Ja, ja y ja! ¡Ya estaba hecho! Y bien hecho ¡¡¡Era una “Uno”, coño!!! Estaría hecho y bien hecho, pero Ist no contaba con la seductora voz de alguien; alguien que casualmente le estaba robando el seso. “Confía en mí” –decía esa voz-. Pero qué bonita voz ¿No entendía la voz que era imposible hacer otra cosa? Que era una Nave Uno... Nooo, que tenían una salida. “Confíaaa en míiiiiiiiiiiiii”. Era como si aquella prolongada nota musical le anestesiara los oídos. Anda, ¿y por qué decía “en mí” y no “en nosotros”? Pero, ¿qué diablos pasaba? ¿Hoy tenía que confiar en toda ñec viviente? ¿A dónde iba a parar todo aquello? Las Nave Uno eran lo mejor y más avanzado de toda la flota. Una Uno tenía todo y más que sus antecesoras, las Dos. En realidad cualquier Nave había sido en algún momento una Uno. Cada vez que aparecía un nuevo modelo, se corría la posición del resto. Uno, Dos, y las “otras”. Ist podía estar orgulloso de la maravillosa máquina que pilotaba -o que lo pilotaba a él- no en vano en algún momento había sido una nave de primera categoría, y de hecho lo seguía siendo; pero de eso a poder compararse con una Uno iba un Cosmos. Y ello era sencillamente así porque cuando salía un nuevo modelo, era la síntesis de todos los últimos avances tecnológicos conocidos. Y no salía un nuevo modelo todos los ciclos; más bien cada quince de media. Otra cosa era que paulatinamente se les pudiese dotar de mejoras. Lo que era imposible mejorar era ese milagro de cuerpazo. Que era una Uno... Y aquello era su mano, que sorpresivamente tomaba la suya; acompañado de una mirada de “venga hombre, ayúdanos, por favor” que derretía la última de sus neuronas hábiles para el manejo de la situación en una tesitura de lógica y normalidad. Ist ya estaba perdido. Otra vez. Algo tan simple como sentir el contacto de la suavidad de sus dedos fresquitos rodeando el vientre de su muñeca lo dejó verdaderamente turbado. O perturbado. Qué estupidez, pero ni Eva en sus mejores momentos con todo su glamur mórphico y su sexo furibundo podría superar eso. A Ist, aquello le había inoculado una carga de inconfesable sensualidad, que relegaba toda sensación mínimamente análoga, reconocible hasta el momento, a la tercera división; no: a la cuarta ¡Quinta! Sexta, séptima... Etcétera. Cuando ella se la retiró, él estaba perdido definitivamente. Sí, estaba realmente loco: había revocado la última orden.

-NAVE. Orden revocada ¿Por qué?

¿Qué era lo que había soltado Nave? Gie parecía intrigado y repitió a Ist lo que este bien había entendido: Nave le había preguntado “¿por qué?” ¡¡Ya lo había oído, coño!! Pero, ¡¿desde cuándo Nave en fase 3 le pedía explicaciones?! ¿Nave en fase 3? No, hombre; que mirase a su bonito morphoide. Se encontraba en fase 1 de guapa. Eva. “Si Nave hubiese estado en la 3 él también lo estaría, ¿o no?”. Maldita sea... Cierto. ¿Qué mierdas le sucedía a su implante? Ist pudo comprobar que efectivamente Ri adoptaba otra vez la manera doméstica, y “para mayor gracia”, reproducía “por algún motivo-dos” de nuevo a Eva. Pues sí, la algarabía de las hormonas suele dejar al cerebro más sensato hecho una deyección de ñec. Su caso. Ist no quería confesar su delito y pensó que mejor era disimular. Ah, claro, faltaba más. Estaba hecho a propósito, y ahora que sí, a bombo y platillo les presentaba, a Eva. Bueno, en realidad que había tenido problemas de configuración; o algo así. Cosas. Que a veces ocurría, pero nada importante. Eva sonrió dulcemente. Sonrisa que parecía ser contagiosa. Gie se había percatado de lo bonita que era aquella sonrisa.

-Pues sí, un morphoide militar ahora más o menos sería lo mismo. Casi lo prefiero. Menuda muñequita, eh...

Eva, a todas vistas, recibió muy mal el halago, porque inmediatamente devolvió al adulador en respuesta un muy feo recado visual; algo parecido al semblante de un ñowbiñ rabioso a punto de morder. “¡¡¿Pero qué dije?!!” –pensó el receptor del furioso desplante-. El dueño de sus circuitos cabreados –se suponía que por el mencionado problema de configuración- zanjó la incómoda situación.

-A ver, venga, vamos a lo que vamos.

Coi salvó aquella subasta de comentarios extraños con otro bien extraño para Ist: tenían una salida, pero por eso mismo estaban siendo perseguidos. Por “la salida” ¿El secretito? ¿Era eso? La provocadora de las efervescencias hormonales se encargó de realzar el misterio. Sí, pero un secreto tan importante que ni él mismo se lo podría imaginar.

-Eva recomienda prudencia ¿Quieres hablarlo a solas conmigo, descansar un poco?

-No Eva, no. Estoy bien, gracias.

¡Qué demonios...!

-Recomiendo no te veas influido por los invitados y me acompañes a reflexionar. A solas conmigo podrás decidir mejor. Yo te ayudaré a...

-¡Eva, posición neutral!

Eva, Ri, morpho, o fuera lo que fuese aquel ser multirracial, obedeció sin rechistar. Programa habemus. Sarie, liberada de interferencias, prosiguió. La cuestión era si les creería ¿Tendría fe en ellos? Ist ya se había habituado a aquella palabrita y sus variantes. Menudo papelón para un riano. Era como un castigo. El sublime principio hacía rato gozaba de un significado inconcreto, abstracto, irreal. Una broma ¿Entonces qué estaba haciendo? Parecía que lo dirigiesen como un morpho. Se les acercaba una Uno, ¿y ellos afirmaban que un secretito suyo lo iba a solucionar todo? ¿Cuánto tiempo creían que tenían para solucionar eso que decían era tan importantísimo? “Todo el tiempo del mundo” -señaló la muy en exceso encantadorísima Sarie-. El misterio se acentuaba. Pero sin su confianza -ya se lo imaginaba- estaban perdidos. Si les estaba regalando todo su crédito…

El General pereció haber parado un cronómetro interno de su paciencia. Ya no estaba para más miramientos y tocaba ya aclarar la importancia de la situación, aunque con ello terminó añadiendo más misterio aún. Hablando de regalos: ellos les estaban regalando su secreto. “Muchos matarían por algo así”. Le iba a interesar. Mmmmm, ya se vería. La cabeza de Ist, como un interruptor cómico, alternaba invariablemente la curiosidad con la alegría desbordante provocada por aquellas femeninas formas. Claro que deseaba conocer tal misterio, pero era riano, coño, era riano, y tenía que hacer de figurín militar. Vamos, de lo que le había servido hasta el momento. Para cagarla bien.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Escorado Infinito»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Escorado Infinito» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Alberto Vázquez-Figueroa - Piratas
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Piratin der Freiheit
Alberto Vázquez-Figueroa
Robert Heinlein - Guerra nell'infinito
Robert Heinlein
Charles Sheffield - Le guide dell'infinito
Charles Sheffield
Diego Chami - El libro infinito
Diego Chami
Miguel Múzquiz - Furia
Miguel Múzquiz
Horacio Padilla Muñoz - Fray Antonio Alcalde
Horacio Padilla Muñoz
Giacomo Leopardi - L’infinito
Giacomo Leopardi
Отзывы о книге «Escorado Infinito»

Обсуждение, отзывы о книге «Escorado Infinito» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x