(2) Lease lo sucedido en la Lorena, que hasta la transmigracion fue necesaria para acabar las discordias.
(3) Cap. 11. Genesis.
(4) Vease la disertación de Calmet sobre este punto, aunque no se inclina, ni afirma en esta opinión.
¿Quien le igualará con el Griego, que fue Lengua tan elegante, y fecunda, y con todo ya es muerta, ó á lo menos casi muerta? (1) ¿Quien antepondrá el Mexicano á el Latin, en cuyo Idioma tenemos traducido todos los Libros Sagrados, de Santos Padres Griegos, y quanto exquisito se ha escrito en el Mundo, y con todo ya no hay Nacion, que hable comunmente el puro Latin? Pues si la variedad de Dominios, y mutacion de los tiempos, hizo que los Caldeos, y Siros hiciesen perecer en gran parte la pureza de la Lengua Hebrea, y casi extinguirla: (2) los Griegos acabar con la Lengua Caldea, y Siríaca, y los Romanos con la Griega; y esto han hecho todas las Naciones aun con las Lenguas mas doctas; porque se ha de sustentar la de los Indios?
A el Mexicano por si escaso, y bárbaro, le hicieron mas abundante los Castellanos, que le aprendieron, inventando varias composiciones de vocablos para adornarle: (3) Los indios en su Lengua no tenían términos para los Santos Sacramentos de la Iglesia, ni para los Misterios de nuestra Santa Fé, y aun hoy no se hallan para su explicación los proprios, y que den cabal idea. Con todo la Doctrina Christiana se ha puesto toda en Mexicano por los mismos Españoles, ó Mestizos. ¿Quien no advierte los inconvenientes gravísimos, que pueden resultar de un error? ¿Quien no ve, que á el Prelado, Párrocos, y Ministros Eclesiásticos se echará siempre la culpa, de que los Naturales no aprendan el Castellano?
(1) La Lengua Griega es la mas abundante, fecunda de tiempos, y la mas elegante de todas: en ella sobresale la eloquencia del Chirsóstomo, la agudeza de S. Basilio, y la de S. Pedro Chrisólogo.
(2) Despues de la cautividad del Pueblo Hebreo se confundió su Lengua con la Caldea, y Siriaca, y por este motivo, para entender bien algunos Libros Sagrados del viejo Testamento, es necesaria su inteligencia.
(3) Todos los vocablos, con que se nombran los Sacramentos, se explican los Misterios, y otras cosas Sagradas, son compuestos en la mayor parte por los Castellanos Misioneros, y Párrocos. Véase el Confesionario en Mexicano del P. Fr. Juan Bautista.
Porque el Alcalde mayor no les ha de predicar, confesar, ni enseñar la Doctrina Christiana, ni puede estar hablando con ellos todo el dia, como el Párroco, á el que miran como su Padre, Maestro, y Director espiritual; ¿Y á quien se le oculta, que si con empeño tomaran á su cuidado los Ministros Evangélicos la enseñanza del Castellano, la lograran, como esperamos, en pocos años?
Si mandase el Prelado á un Parroco no de la mayor literatura, que explicase de repente los Misterios de la Fé en Latin, quantos solecismos, y quantas heregías diría? Y aun de pensado es muy dificultoso á un Sugeto muy instruido. ¿Pues como los han de explicar en Mexicano, en Othomí, Huasteco, Totonaco, Mazahua, Tepehua, Zapoteco, Tarasco, y otros innumerables, (1) unos Clérigos Vicarios ordenados á título de Idioma, sin mas Letras, que un poco de Gramática, y la Suma en Castellano de Larraga quando la Obra de los Catecismos es la mas dificultosa, en que han sudado Sugetos muy eminentes, y que está sacada de la quinta esencia, y substancia de los Concilios, y Santos Padres? ¿Como se ha de desterrar la Idolatria, y supersticiones, si acaso el Párroco, ó los Vicarios no entienden los vocablos peculiares, con que maliciosamente se explican los Indios, para que ni aun los Ministros del Idioma les entiendan? (2) ¿Como han de explicar en la Confesion sus pecados, si solo se ponen como unos troncos, esperando que les pregunten, y no hay modo de sacarles una palabra, y segun hé oído á zelosos Ministros del Idioma, ni aun ellos pueden conocer la calidad de culpa, que han cometido?
(1) Expresa el Illímo. Señor Obispo de Oaxaca en su Pastoral, que en su Diocesis hay una Lengua, que solo de dia se entienden bien, y que de noche en apagándoles la luz, ya no se pueden explicar, porque con los gestos significan.
(2) Esto me han asegurado Párrocos de la mayor conducta, y que para explicar algunos Penitentes Indios sus pecados contra el Sexto Precepto, les han costado mucha dificultad entenderlos.
Deseamos pues, que las Ovejas entiendan la voz, y siervo comun de los pastores, (1) no que estos se acomoden precisamente á el balido vario de las Ovejas. El Obispo es el primer Párroco, y mayor de todos los Párrocos, y ni entiende, ni puede entender tan diversos Idiomas en su Diocesis, (2) y si se entiende el Castellano, lo conseguirá en todos los Pueblos de su Visita: atenderá mas prontamente á las necesidades de Curas y Vicarios, pues ahora está sujeto á el Idioma de los Ministros, mas que á la Idoneidad de sus Personas, y es indispensable esta Providencia, siempre que los Naturales se mantengan cerrados en su Lengua.
En lo Político: está impedido un Excmo. Sr. Virrey, y Señores de la Real Audiencia, de poder oir, ni entender las quejas de los Indios, que se fingen mudos, y por un Intérprete puede mudar de semblante el negocio, ó publicarle lo secreto: se quitan honras de un golpe, y con calumnias horrendas á los Párrocos, Alcaldes mayores, y á todas las Justicias: Se hacen los Memoriales por personas sospechosas con sola la rústica Relacion de los Naturales: En los portales de las casas se fragua sobre la rodilla por un Escribiente un Memorial, que levanta un grande fuego en los Tribunales: todos estos perjuicios nacen de no hablar los Indios Castellano, y de hacerle cada dia mas ignorantes; por la desconfianza, con que proceden con sus Superiores.
(1) Conosco Oves meas, cognoscunt me mea. Oves: mea vocem meam audiunt .
Joan, 10, v. 14, 27.
(2) El Sr. Montenegro Lib. 1 tr. 1, Sef. 9 estrecha mucho, para que los Curas sepan el Idioma, no se hizo cargo de que con esta doctrina cada dia irán en aumento las Lenguas de los Indios, y decayendo el Castellano, el Obispo necesita oir en la Visita las quejas de los indios contra el Cura, y en secreto, sin Intérprete, hacerse cargo de muchos impedimentos ocultos para la dispensa en el fuero interno, que no los quieren manifestar los Indios á otras Personas, y finalmente la razón del Evangelio, de que el Pastor ha de entender á sus Ovejas, de lleno le comprehendió á el mismo Illmo, que no sabía los Idiomas de los Indios de la Diocesis de Quito.
Esto es una constante verdad: El mantener el Idioma de los Indios es capricho de Hombres, (1) cuya fortuna, y ciencia se reduce á hablar aquella Lengua, que tambien la aprende un Niño: es contagio, que aparta á los Indios de la conversión de los Españoles: es peste, que inficiona los Dogmas de nuestra Santa Fe, (2) es arbitrio perjudicial para separar los Naturales de unos Pueblos de otros por la diversidad de Lenguas: (3) es gasto crecido para los Parrocos, que en su mismo Partido necesitan Ministros de distintos Idiomas: (4) es imposibilidad para el gobierno de los Obispos, para la división de Curatos, para el premio de los Españoles, é Indios decentes, honrados, bien educados, y beneméritos: es poner un Alcalde mayor entre Gentes, que ni le entienden, ni las entiende como si estuviera en Grecia, o Berbería: es ocultar los errores de los Naturales, para que los Superiores no les corrijan: es dar motivo á que no formen concepto de la Divina Magestad ni de la del Rey de la Tierra, ni den valor á los preceptos de sus Justicias Mayores, ni á lo que les predican, ó reprehenden los Párrocos: pues si los Indios embian los hijos á la Escuela, mas es por temor del castigo, que por deseo de su enseñanza, y buena educación, mas aprenden de memoria, que conservan, y retienen, y segun nos enseña la experiencia, en afloxando la cuerda un Ministro menos zeloso, se vuelven á quedar en su puro ser natural: y ultimamente es mantener en el pecho una ascua de fuego.
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