A su vez, cada par conceptual tiene connotaciones según concepciones pasadas y actuales que están en los discursos vigentes sobre América Latina.
Desarrollo económico no es sólo acumulación de capacidades físicas y humanas sino también de capital social e intelectual; no es solamente crecimiento de la disponibilidad y calidad de bienes y servicios sino al mismo tiempo mayor alivio de la pobreza, equidad en la distribución del ingreso y sostenibilidad ambiental; no es sólo eficiencia productiva sino también bienestar para las personas y los grupos sociales menos favorecidos.
Cohesión social no es sólo acceso a bienes y servicios públicos sino creación de las mismas oportunidades para distintos estratos sociales; no sólo supone acciones sociales contra la marginalidad y la exclusión sino generación de capacidades individuales y colectivas para evitar cualquier discriminación; no consiste únicamente en satisfacer necesidades básicas sino también en desarrollar formas de autogobierno y de gobernanza allí donde interactúan gobierno y sociedad.
Reconocimiento de derechos humanos no comprende sólo los derechos civiles y políticos sino que abarca la satisfacción de las mínimas necesidades económicas, sociales y culturales de los ciudadanos que gozan de esos derechos extendidos y tienen responsabilidades en los ámbitos donde éstos deben sustanciarse.
Cada limitación estructural tiene la amplitud y la profundidad que le confieren las condiciones presentes en el subcontinente.
La desigualdad en la distribución del ingreso abarca las diferencias funcionales, personales, ocupacionales, regionales, de recursos y de capacidades que exhibe América Latina.
La exclusión es provocada por las condiciones sociales, educativas, comunicativas o ambientales que dificultan el acceso a los recursos, pero sobre todo por las trabas institucionales que impiden generar capacidades humanas para enfrentar desigualdades, inequidades y asimetrías de diversos orígenes.
Las carencias de capacidades ciudadanas derivan también de esas desigualdades, inequidades o asimetrías. A la vez, las ausencias y debilidades institucionales impiden configurar e instituir capacidades que hagan posible gozar de los derechos reconocidos en las formulaciones constitucionales en el sentido amplio que preconizan las Naciones Unidas.
Problemas centrales y limitaciones estructurales están conectados implícitamente por una red de instituciones sociales y gubernamentales.
Las intrincadas relaciones entre mercados y ámbitos gubernamentales de regulación económica configuran la red institucional donde se posibilita (o se retrasa) el desarrollo y donde se expresa la desigualdad distributiva.
La trama de vínculos horizontales y verticales entre, por un lado, comunidades, organizaciones, grupos y movimientos sociales con identidades muy diversas y, por el otro, instancias gubernamentales que interactúan con ellas generando múltiples formas de acción social determinan la red institucional donde se desenvuelven (o se traban) las posibilidades de mejorar la cohesión social.
Las formas de expresión de la ciudadanía y los espacios de la gestión pública de los poderes constitucionales constituyen la red institucional donde se cumplen (o se violan) derechos humanos de amplio espectro.
Las redes institucionales definidas constituyen amplios y complejos ámbitos en los que se producen y actúan las políticas públicas. La visión planteada busca exhibir las carencias y, a la vez, intenta mostrar las posibilidades existentes para desarrollar políticas que entretejan la acción de un vasto conjunto de organizaciones públicas —gubernamentales y no gubernamentales— con las capacidades de actuación de sus destinatarios. Así será posible describir cuál es el estado actual de las políticas públicas en América Latina al tiempo que se plantea qué otras es necesario diseñar (o ampliar) para desarrollar (o fortalecer) zonas (o segmentos) de las redes institucionales presentes (o futuras).
Una estructura temática disciplinar abierta a la pluralidad
La obra completa, que se publica en dos volúmenes, está organizada en tres partes en las que se tratan, respectivamente, aspectos económicos, sociales y políticos. Esta introducción complementa la estructura general.
Las partes tienen una división temática con un claro acento disciplinar y cada una comprende un preámbulo, un capítulo panorámico, y otros con estudios que enfocan algunos temas parciales. A pesar de la temática disciplinar, muchos capítulos, y en particular los panorámicos, están escritos con un sentido abierto hacia otras disciplinas, buscando el diálogo sobre los problemas centrales y tendiendo puentes y relaciones entre las distintas partes.
Informes, reportes o estudios que habitualmente circulan por América Latina organismos subregionales (ALADI, Comunidad Andina de Naciones, Mercado Común Centroamericano, Mercosur, SELA), internacionales (CEPAL, OEA, PNUD, Secretaría General Iberoamericana) o multilaterales (BID, Banco Mundial) abordan asuntos o temas específicos de sus respectivos mandatos y proporcionan panoramas basados en datos e información recopilada al efecto. Más allá del enfoque que cada organización les imprime, constituyen fuentes importantes para el análisis y el debate de los problemas centrales y las limitaciones estructurales.
La principal característica distintiva de este libro radica en una combinación de los siguientes rasgos:
• El capítulo panorámico de cada parte ordena los principales hechos y datos del subcontinente respecto a alguna dimensión disciplinaria.
• Cada parte y el capítulo final enfocan, respectivamente, aspectos económicos, sociales o políticos de América Latina, y van más allá del ordenamiento de la información y de la descripción fáctica.
• El contenido de cada parte se centra en valoraciones de los respectivos aspectos y procesos desde las perspectivas de:
i) el desarrollo económico con particular atención en el bienestar,
ii) la evolución demográfica y social con enfoque especial en la cohesión, y
iii) los cambios políticos de la democracia constitucional con observación del grado de realización de los derechos humanos de los ciudadanos.
• Los planteamientos de los distintos capítulos destacan por su sustento teórico implícito y por hacer análisis de los problemas a partir de las modalidades con que cada autor interpreta acontecimientos y hechos partiendo de evidencia empírica e histórica.
El desarrollo, la igualdad, la cohesión social, la justicia y la ciudadanía son temas que atraviesan las partes del libro con distintos grados de profundidad, cobertura y matices. En particular, el desarrollo y la igualdad están más presentes en la parte I; la igualdad y la cohesión social en la parte II, y la justicia y la ciudadanía en la parte III. Los conceptos relativos a desigualdades, derechos y percepciones recorren como hilos conductores las diversas partes y capítulos.
Los distintos aspectos tratados y los acentos disciplinarios otorgan homogeneidad y espíritu común a cada parte. A la vez, temas e hilos conductores hacen posible que exista una comunidad de asuntos que recorre diversos senderos a lo largo de todo el libro.
Las preocupaciones sobre cómo las desigualdades afectan el cumplimiento de derechos, o sobre cuánto las percepciones de las personas acerca de desigualdades y derechos forman bases de sus juicios sobre las condiciones imperantes en las sociedades donde viven, son factores subjetivos presentes, como signos distintivos, en muchos lugares del texto.
Un texto comprensivo, multidisciplinario y en construcción
La ubicación del libro entre los textos comprensivos sobre América Latina es relevante. Los libros clásicos sobre el subcontinente, como por ejemplo, América Latina: historia, sociedad y geografía de Sandner y Steger (1973), América Latina: de la independencia a nuestros días de Chevalier (1977, 1993) y América Latina: introducción al extremo occidente de Rouquié (1987) tienen un sesgo histórico y no organizan la temática abordada en torno a problemas centrales.
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