Índice de contenido
PRÓLOGO
CIENCIA
FÍSICA: ASTRONOMÍA EN EL SIGLO XXI
FÍSICA: RETOS DEL SIGLO XXI
EL TERRITORIO DE LA FÍSICA CUÁNTICA
NANOTECNOLOGÍA
LA NANOTECNOLOGÍA, REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA DEL SIGLO XXI
NANOCIENCIA Y NANOTECNOLOGÍA
NORMATIVIDAD Y MEDICIONES : LLEVANDO LA NANOTECNOLOGÍA A CASA
CUANDO EL FUTURO DE LA NANOTECNOLOGÍA NOS ALCANCE
LA NUEVA BIOLOGÍA
LA BIOLOGÍA DEL SIGLO XXI
DE LA CLONACIÓN MOLECULAR A LA CLONACIÓN DE ANIMALES (REPROGRAMACIÓN GENÓMICA PARA LA TERAPIA CELULAR)
BIOTECNOLOGÍA DE RECURSOS AUTÓCTONOS. POTENCIAL ALIMENTARIO Y NUTRACÉUTICO
LA MEDICINA DEL SIGLO XXI
NEUROCIENCIAS
LAS NEUROCIENCIAS DEL SIGLO XXI: LA ÚLTIMA FRONTERA DEL CONOCIMIENTO
EMOCIÓN Y MEMORIA: UNA VISION HACIA EL FUTURO
MICROCIRCUITOS CEREBRALES
CIBERNÉTICA
ROBOTS DE SERVICIO Y TECNOLOGÍA COMPUTACIONAL HACIA EL SIGLO XXI
CIENCIAS DE LA TIERRA
LAS ACTIVIDADES HUMANAS, EL CARBONO Y SUS EFECTOS EN EL CLIMA GLOBAL
GRANDES RETOS DE LA GEOQUÍMICA ATMOSFÉRICA
METABOLISMO SOCIAL Y ECOLOGÍA POLÍTICA DE LO RURAL Y LO URBANO*
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD
COMPLEJIDAD Y BIOLOGIA
LA REVOLUCIÓN DE DATOS Y SU IMPACTO EN LA SALUD PÚBLICA: LA COMPLEJIDAD DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2
GRANDES RETOS DE LA COMPLEJIDAD EN EL SIGLO XXI
CIENCIAS SOCIALES
ECOLOGÍA Y POLÍTICA:10 TESIS SOBRE LA CRISIS DE LA MODERNIDAD
EDUCACIÓN AMBIENTAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
POBREZA
RECLAMO A LA DEMOCRACIA DESDE LA JUSTICIA SOCIAL
PENSANDO EL FUTURO
MIGRACIONES
EL DERECHO A LA LIBRE MOVILIDAD HUMANA
MIGRACIONES
CAMBIOS EN LA CULTURA
CAMBIO CULTURAL E INSTITUCIONES POLÍTICAS
LA CULTURA POLÍTICA AL DESPUNTAR EL SIGLO XXI
RECONCILIACIÓN ENTRE ÉTICA Y ECONOMÍA PARA EL SIGLO XXI*
GLOBALIZACIÓN, REGIONALISMOS, NACIONALISMOS
LA GLOBALIZACIÓN
EL BRICS. ACTUALIDADES Y FUTURIDADES
HACIA DÓNDE VA LA ECONOMÍA GLOBAL EN LOS PRÓXIMOS DECENIOS
NUEVA CONFIGURACIÓN MUNDIAL
NUEVA CONFIGURACIÓN MUNDIAL: DISENSOS RESPECTO AL FUTURO. EL SIGLO XX, ¿EMPEZÓ EN 1914 Y TERMINÓ EN 1989? EL SIGLO XXI, ¿YA EMPEZÓ?, ¿CUÁNDO?, ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE ÉL?
LA UNIÓN EUROPEA, REGIÓN EN CRISIS
LA CONFIGURACIÓN MUNDIAL. DISENSOS RESPECTO AL FUTURO
EL MUNDO ÁRABE. UNA PERSPECTIVA
TERRORISMO Y NARCOTRÁFICO
EL TERRORISMO COMO VIOLENCIA QUE VINCULA LAS DIMENSIONES LOCAL Y GLOBAL EN EL ORDEN POLÍTICO INTERNACIONAL
LA GUERRA "ANTITERRORISTA" COMO INSTRUMENTO DE POLÍTICA DE SEGURIDAD DOMÉSTICA
AVISO LEGAL
El coloquio Grandes Retos del Siglo XXI fue el segundo de una serie de foros ideados, junto con el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor José Narro Robles, a fin de abrir nuevos espacios donde puedan discutirse, desde una perspectiva multidisciplinaria, los grandes temas de la actualidad. Seguramente una de las funciones de un gran centro académico es dar oportunidad para que estas cuestiones se ventilen en su seno y la unam cumple ese papel con creces.
El primero de estos coloquios se refirió a los valores que pueden resultar idóneos para la sociedad contemporánea. El segundo, que nos concierne aquí, fue un ensayo de prospectiva para tratar de dilucidar, a estas tempranas alturas del siglo, los temas que muy probablemente ocuparán a los científicos y a la sociedad mundial a lo largo de la presente centuria.
Desde luego, no hay nada más difícil que predecir el futuro. “Lo único cierto que se puede decir del futuro —decía Octavio Paz—, es que es incierto”. “Lo único predecible de la historia es que es impredecible”, decía también. Pese a ello, los ensayos de prospectiva son altamente estimulantes y aun divertidos. Quizá más que mostrar el futuro, indican cuáles son las preocupaciones del presente. Más que un anticipo del porvenir, nos propocionan un retrato de la actualidad. Revelan lo que nos concierne y dan el tono del Zeitgeist .
Un ejemplo —para mí emblemático— que muestra los problemas implícitos en hacer predicciones sobre el futuro es algo que ocurrió en 1894. En ese año se reunió en Londres la Real Academia de Ciencias y su presidente declaró la mayoría de edad de la cultura occidental. Según él, todo lo fundamental ya había sido descubierto: la humanidad se encontraba en posesión de la información necesaria para entender los procesos operativos del universo y de la vida, y el futuro traería solamente un avance aún mayor y un conocimiento más sutil dentro de los lineamientos de lo que entonces se conocía. Huelga decir que en sólo 10 años la concepción humana de la realidad habría de sufrir quizá el mayor sacudimiento de la historia. Lord William Kelvin, presidente de la Real Academia —cúspide a la sazón del saber científico—, no imaginaba siquiera que una década después Albert Einstein y sus teorías especial y general de la relatividad cambiarían, de manera incontrovertible, la visión de prácticamente todo —empezando por el tiempo y el espacio. Unos cuantos lustros más tarde, la física cuántica alteraría, de nueva cuenta, la percepción de la realidad misma, lo que tuvo las más profundas implicaciones filosóficas. Luego, hacia 1929, la constatación de que el universo se encuentra en una cada vez más acelerada expansión llevaría inevitablemente a la idea que hoy se tiene del origen y desarrollo del universo que habitamos. Así, en los pocos más de 30 años posteriores al famoso discurso de tan augusto personaje, el mundo había experimentado cambios conceptuales más radicales que los de cualquier época anterior, excepción hecha de los tiempos de Copérnico y Galileo.
Si las transformaciones en las ciencias exactas fueron radicales, los cambios en las humanidades, las artes y la sociedad no lo fueron menos. La pintura de Picasso, Braque o Kandinsky, la música de Stravinsky y Schönberg y la literatura de Joyce eran seguramente inimaginables en la década de los noventa del siglo XIX, como lo eran la duración, la extensión y las repercusiones sociales de la Primera Guerra Mundial. Tampoco parecía inevitable el surgimiento de los Estados Unidos como factor decisivo en los acontecimientos mundiales.
Con la ventaja de una visión retrospectiva, ahora podemos ver que con tales cambios el siglo XX empezó temprano, lo que no parece ser el caso del siglo XXI.
Hoy en día las certidumbres respecto al futuro parecen estar menos definidas que las de comienzos del siglo XX. En la academia norteamericana existen dos corrientes dominantes. Algunos piensan que, ahora sí, la humanidad posee los conocimientos esenciales respecto del universo y los procesos que llamamos vida, y el futuro sólo traerá refinamientos de las teorías actuales y un grado mucho mayor de control sobre los fenómenos biológicos. Otros, en cambio, creen que estamos en la antesala de cambios fundamentales de paradigmas que harán inevitable una revisión completa de nuestras concepciones. En especial en física, algunos cosmólogos —Stephen Weinberg entre ellos— piensan que el llamado “modelo estándar”, que explica el big bang y la expansión del universo, no alcanza a describir del todo algunas cuestiones importantes y será sustituido por algún otro modelo desconocido en el presente. Según esto, habría una nueva física por descubrir.
Hasta donde es posible aventurar una especulación informada, es de esperar que a lo largo de este siglo se desvele el misterio de la materia y la energía oscuras que constituyen alrededor de 94% de nuestro universo, así como que se resuelva el futuro de la Teoría de Cuerdas, que durante ya varias décadas ha sido la hipótesis más socorrida para llegar a una “Gran Teoría Unificadora” (la que explique tanto la mecánica cuántica como la relatividad).
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