Ávalos, Mariano
¿Cómo integrar las tic en la escuela del siglo XXI?: de Clementina a las tablets . -1a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Biblos, 2013.- (Respuestas)
E-Book.
ISBN 978-987-691-231-0
1.Pedagogía. 2. TICs. I. Título.
CDD 371.1
Diseño de tapa: Luciano Tirabassi U.
Armado: Hernán Díaz
© Mariano Ávalos, 2013
© Editorial Biblos, 2013
Pasaje José M. Giuffra 318, C1064ADD Buenos Aires
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A mis hermanos, Ulises y Ernesto, por compartir la inocencia y los juegos inolvidables de la infancia, base para formar seres humanos integrales.
A mis sobrinos Nicolás, Agustín, Santiago, Guadalupe y Emilio, en quienes junto a mis hijos concentro mis expectativas y energía de optimismo y motivación.
A mis hijos Lautaro, Lisando y Camilo, tres duendes radiantes que exploran el horizonte.
A Lucía, mi compañera de proyectos, que coherentemente me apoyó también en esta propuesta de rebeldía y esperanza, que es otra manera de aportar un pequeño granito de arena para transformar la sociedad y la educación.
A papá, que desde su lugar sigue marcando tendencia: la tendencia a la ternura, la paz y el amor al prójimo.
A mamá, que desde algún cometa cósmico me orienta en los pasos a seguir en la vida, y sin duda es mi ángel de la guarda.
Agradecimientos
A Ignacio Iturralde, por la colaboración y los aportes en los Anexos I y II.
A Fernando Russomando, por todo su sostén académico y respaldo profesional permanente, y simplemente por estar.
A mis coordinadores de INTEC, Florencia Rodríguez y María Paz Colla, por todo el apoyo profesional brindado.
A Marisa Conde y Carlos Rodríguez, por compartir todo lo importante sobre las TIC, demostrándome que el trabajo colaborativo genuino es posible.
A todo el personal directivo y docente de la escuela primaria Nº 53 de Avellaneda, especialmente a Mónica Prato e Irene Rodríguez, por sus cálidas críticas y su respaldo sostenido en la concreción de este nuevo proyecto.
Y especialmente a Javier Riera, Mónica Urrestarazu y todo el equipo de la Editorial Biblos, por el apoyo y el respaldo brindados en la publicación de este segundo libro.
INTRODUCCIÓN
El científico argentino Manuel Sadosky lideró las gestiones para la adquisición, en 1959, de una computadora que pudiera realizar cálculos avanzados y considerables. Para ello se realizó una licitación pública internacional, en la que la computadora ganadora fue una Ferranti Mercury, de cuyo tipo sólo se produjeron diecinueve unidades. Esa computadora llegó a Buenos Aires el 24 de noviembre de 1960 y meses después empezó a ser utilizada en el Pabellón I de la nueva Ciudad Universitaria de la Universidad de Buenos Aires. Hubo que entrenar técnicos y reacondicionar la sala donde fue alojada. Fue bautizada Clementina y entró en servicio efectivo en enero de 1961, poseía 5.000 componentes activos, una memoria de 5 kilobytes y medía 18 metros de largo. El nombre Clementina surgió de una canción popular inglesa en la que se modulaba el pitido que emitía la máquina.
Como todas las computadoras de la época, carecía de monitor y de teclado. Originalmente la entrada de instrucciones se hacía con un lector fotoeléctrico de cinta de papel perforado, similar a los usados por los teletipos, y los resultados se emitían por una perforadora de cinta que alimentaba una impresora que llegaba a las cien líneas por minuto.
La computadora prestó servicios para varias dependencias del Estado y trabajó en cálculos astronómicos, modelos matemáticos de cuencas fluviales y econométricos, desarrollos en computadora del método de camino crítico (CPM), estudios de mecánica del sólido, problemas lingüísticos y problemas estadísticos.
Clementina siguió funcionando hasta mediados de 1971, cuando su mantenimiento por falta de piezas se hizo imposible. Tenía la capacidad de sumar dos números en punto flotante en 180 microsegundos y multiplicarlos en 300.
Desde esa época, como se dice comúnmente, “mucha agua ha corrido bajo el puente”. Hasta hace unos años las autoridades escolares y los docentes podían pensar que el aprendizaje con diversos medios digitales debía restringirse a algunas horas por semana o a algunos campos del conocimiento y/o materias en particular. En la actualidad es imprescindible no generar ningún tipo de límite a la incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Experiencias como los modelos 1 a 1 (por ejemplo, del programa Conectar Igualdad o del Plan Sarmiento en la ciudad de Buenos Aires), las pizarras electrónicas, los laboratorios de informática móviles, los dispositivos inalámbricos como iPads, tablets, etc., nos indican que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse.
Uno de los debates actuales, en los que se discute con pasión, es sobre los diferentes dispositivos que se deberían incorporar en el aula. Sin subestimar este debate, ni negar los intereses económicos de diferentes compañías que se entrecruzan con relación a los dispositivos tecnológicos y a campañas de marketing para instalar diferentes productos, la intención del título de este libro y uno de sus objetivos propuestos es continuar mostrando la idea de proceso histórico pues, al margen de una tecnología específica, en diferentes épocas se intentaron alternativas para incorporar la tecnología en las diversas instancias académicas y niveles educativos, con disímiles resultados.
Estamos seguros de que los docentes, los alumnos y los contenidos que se enseñan y aprenden tendrán que estar en el centro, pues serán los protagonistas de la tríada didáctica del siglo XXI. Pues de eso se trata entonces: encontrar los mejores caminos, senderos y, por qué no, atajos, que nos permitan mejorar la educación y contribuir a que nuestros alumnos actuales sean ciudadanos críticos y autónomos, que incorporen diferentes competencias tecnológicas necesarias para desempeñarse en la sociedad actual.
Sin duda que a mediano plazo estaremos inmersos en ámbitos rodeados por diversas tecnologías envolventes, se seguirán desarrollando aplicaciones en la web donde podremos almacenar y compartir muchísima información y diferentes contenidos, donde podremos interactuar con alumnos y docentes de una forma interactiva y multimedial, donde se trabaje de manera colaborativa integral.
Vaya entonces nuestro más sentido homenaje a Manuel Sadosky y a todos los pioneros que aportaron su granito de arena para lograr que la ciencia y la tecnología pudieran desarrollarse en nuestro país. Desde este mojón fundamental y pilar en la relación entre sociedad, ciencia y educación, tenemos que partir de lo que fuimos para comprender lo que deseamos y podemos ser.
Capítulo 1
La educación y las TIC en el siglo XXI
1. La educación virtual
La educación a distancia se basa en un contexto pedagógico y didáctico, mediado entre el profesor y el estudiante, quienes se encuentran ubicados en espacios diferentes, estimulando el aprendizaje de forma independiente y también la colaboración entre pares. Consideramos que es poco viable trasladar el diseño de una acción formativa presencial de forma idéntica para trabajar en un entorno virtual, como se ha intentado en muchas situaciones. También pueden convivir, según las decisiones pedagógicas que se tomen, cursos mixtos (blended learning), en los cuales se combinan y articulan clases presenciales y virtuales. El desarrollo de la educación virtual dependerá de muchas circunstancias, entre ellas, entender que tenemos que estudiarlo como un campo específico, con características singulares, con sus propias dificultades y complejidades.
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