Ezequiel Cisnero Torres - Las crónicas de Jonathan

Здесь есть возможность читать онлайн «Ezequiel Cisnero Torres - Las crónicas de Jonathan» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Las crónicas de Jonathan: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Las crónicas de Jonathan»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Las crónicas de Jonathan narra las aventuras de un joven devenido en vampiro que se enfrenta a la lucha entre dos reinos y sus profetas y que tendrá que hacer hasta lo imposible por salvar la vida, de Neykis, quien yace victima de la magia en espera de un milagro que parece no llegar.El protagonista conocerá los misterios de su pasado, se valdrá de la sangre que circula por sus venas, compartirá historias y caminos con otros personajes pilares, y llegará a un punto que no tiene vuelta atrás: el enfrentamiento con el más sagaz tirano y enemigo que pueda existir, el profeta Von Cross. Nadie ha sido capaz de superarle y solo si se le destruye se lograría sacar al mundo de las tinieblas en las que se ha sumido.Las crónicas de Jonathan es una novela escrita con un lenguaje sencillo, con contextos cuidadosamente concatenados y personajes sólidos. Narrativa llena de fantasía plástica

Las crónicas de Jonathan — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Las crónicas de Jonathan», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¡Estas flores morirán al amanecer, pero nuestro amor, ese nunca va a morir! —exclamó Jonathan con fortaleza abrazando a Neykis.

—¡Te prometo que nunca amaré a otro hombre como te amo a ti!

—Sí, pero te vas a casar con Doss.

—No quiero, sería capaz de irme contigo a otro mundo.

Los dos enamorados estuvieron juntos casi toda la madrugada, paseando por el paraíso, como se sentían, no hay nada mejor que sentirse enamorado y a la vez correspondido. Todo por el momento parecía perfecto, nadie los molestaba, no veían cardos, ni picantes, solo grandes jardines con penetrantes aromas, y una brisa tan suave y perfecta como la sonrisa de los amantes. Pero ellos sabían que no se encontraban en una capsula de cristal, que la noche tenía que terminar y al final ella seguiría siendo la prometida de un príncipe, y él un cazador que Arthur no aceptaría fácilmente. Eso hacía frágil al amor, pero les daba la suficiente fuerza a los amantes como para luchar en contra de todas las adversidades. Si de verdad se amaban, nada los detendría, al menos, no mientras conservaran sus vidas.

Ambos, Jonathan y la princesa, tras haber caminado un poco se habían detenido en la cima de una pendiente de poca elevación con grandes pastos, que sirve para el alimento del ganado por el día, se sentó uno al lado del otro, su única aspiración era la de besarse, ya que en un beso se encierra todo el amor que una persona puede sentir por la otra, un beso poco intenso, significa que no hay este sentimiento, pero cuando es bien intenso, significa que es lo suficientemente fuerte como para luchar contra cualquier tempestad.

—¡No te cases con Doss! —le pidió Jonathan a su enamorada en tono sublime.

—Es la voluntad de mi padre, no la mía. Tendremos que cambiarla.

—Ya lo sé, pero cómo la cambiamos.

—Por ahora, nos veremos todos los días, al igual que escapé esta noche lo haré las demás.

—Y si algún día no vinieras.

Ella le pasó la mano por la frente al cazador, le acarició sus brazos que estaban al desnudo, y le dijo pegada a su boca:

—Sí vendré, por momentos como este siempre vendré.

Cuando suceden estas cosas el tiempo pasa volando, es como un arriero que se va y nunca volverá, la madrugada casi entraba en terreno del sol, no había reloj material, pero un reloj biológico los alertó, era hora de partir o quizás esta “cita” no se daría jamás, no podían correr ese riesgo. Decidieron llegarse hasta casa de Jonathan para recoger a la doncella, tomar dos potros e ir hasta Palacio, Jonathan acompañaría a su enamorada lo más cerca posible, pero sin arriesgarse a ser sorprendido por guardia alguna, no por temor, sino por amor. Lo mejor era mantener en secreto aquello que sentían ambos corazones, al menos por el momento, así quizás existiría la posibilidad de vencer todas las adversidades existentes.

Al llegar hasta la casa del joven cazador, la doncella estaba netamente dormida, tan serena, con tanta tranquilidad, como si estuviera en el Palacio sin nada de qué preocuparse. Pero ese sueño se acabó en el momento que Neykis le haló con cierta brusquedad amigable la sábana, el sueño de la doncella no era pesado, no existió la necesidad de buscar un cubo de agua ni nada por el estilo, enseguida estuvo en pies. Como estaba vestida no tenía que perder tiempo en esto, sí se echó un poco de agua en la cara para evitar que el sueño la continuara derrotando. La princesa conversaba mientras tanto con Norman y le hacía saber que lo visitaría más a menudo, porque estaba enamorada de su hijo.

—Es una verdadera locura esto que ustedes dos están haciendo—dijo Norman—, si su majestad el rey los descubre probablemente nosotros terminemos en la guillotina o en la horca.

—Nada de eso sucederá, descuide, señor Norman.

Jonathan por su parte había salido al establo para preparar dos corceles que llevaran a la princesa y la doncella cerca de Palacio, una vez que los tuvo preparados fue con los mismos hasta la parte de adelante de la casa, uno era para la doncella, el otro sería para la princesa y él. Su alteza la princesa Neykis se montó en la parte de adelante del corcel, y Jonathan se montó detrás, iban abrazados, ambos sentían el calor que le proporcionaba la compañía, ella los brazos fuertes de él, él la suave aroma de la joven. Mientras avanzaban se besaban cada vez que tenían la oportunidad, hasta que poco a poco se fueron acercando al Palacio. Cuando entraron a la zona residencial, Neykis decidió que lo mejor era detenerse, continuarían su viaje solas, para no poner en riesgo la vida de su enamorado. Jonathan pretendía llevarla hasta la misma habitación si fuera preciso, pero no, no lo hizo, solo porque la princesa no lo permitió. Un último beso de despedida, y Neykis y la doncella se apresuraron en llegar al Palacio. Subir a la habitación era un problema mayor, no es lo mismo bajar a favor de la gravedad, que ir en contra, sobre todo, para tales féminas. Tendrían que sujetarse bien para lograrlo. La primera en intentarlo y que lo logró, aunque pasando cierto trabajo, fue Neykis, y después se lanzó la doncella hacia el esfuerzo, y pasó mucho más trabajo, pero con la fuerza de voluntad, con lo que le esperaba si no lo lograba, y con la ayuda de las manos de Neykis, cumplió la difícil tarea.

En cuanto estuvieron en la habitación, la doncella que había dormido algo en la casa de Norman, quiso que le contara detalles de la intimidad, se estaban haciendo amigas, pero Neykis dijo que tenía mucho sueño, después le contaba lo que había pasado, que era más de lo que podía esperar. Y así se acostaron ambas. El sueño fue tan profundo que tanto el padre como la madre de Neykis sintieron preocupación cuando vieron el sol estaba que rajaba piedras y su hija no se levantaba. La reina entró a la habitación, y la vio completamente dormida, aunque no vio a la doncella que hacía poco se había levantado conociendo sus deberes y ya estaba lista, le había dado tiempo incluso asearse para evitar ser sorprendida por la reina Sofía o por el propio Arthur. No había manera de tener sospechas contra ella, pero era algo raro que a esa hora su hija estuviera durmiendo ¡Será que la noticia de que se va a casar con Doss la ha vuelto más pausada! Era lo que decía Arthur, algo que la reina consentía tan bien, para no poner en duda lo que decía su esposo, pero que no se tragaba.

Neykis se vino a levantar cuando era la hora de almorzar, se aseó rápidamente y salió a compartir con su familia en la mesa real. Todos en el salón la miraban, los padres se sentían preocupados, la muchacha cantaba y sonreía, como si hubiese olvidado lo del día anterior —buenos días Pa.; buenos días Ma. — Y su respectivo beso para cada uno. El rey le dijo a la reina—ya ves como son los jóvenes, hoy lloran y patalean por algo que no les gusta, mañana, aun cuando lo que no les gusta se mantiene te sonríen como si nada hubiera ocurrido—. La reina volvió a asentir, pero no se rodaba mucho la actitud de su hija, había gato encerrado.

Aconteció que llegó otra noche, y volvieron a encontrarse Jonathan y Neykis, y conversaron y se besaron como los dos enamorados más grandes del mundo, mientras la doncella esperaba durmiendo en la casa de Norman, o escuchando historias del más experimentado de los cazadores, historias de vampiros, de dragones, de serpientes, claro, eran ficticias, también le contaba de sus hazañas, de cómo había matado un waik, algo que en Frostest nadie había hecho, o de cómo cazaba terribles fieras. Aquellas historias y hazañas eran lo suficientemente profundas como para no pegar un ojo en toda la noche.

Los enamorados por su parte seguían su romanticismo, hasta que a la cuarta noche, la cosa fue más allá, caminando se adentraron a ver unos caballos a un establo, que estaba alejado de la casa de los dueños, donde se decía criaban bestias tan buenas como las del establo real. Jonathan y Neykis entraron allí con la mayor sutileza posible, sin hacer el mínimo de ruido, y se pusieron a pasarles las manos a algunos potros, los cuales estaban alumbrados por las luces de antorchas. De momento Jonathan y Neykis, con la irregularidad de las luces, se quedaron mirando el uno al otro, una mirada más penetrante que cualquier otra, ella tenía una cara muy distinta, mucho más sensual a la que había mantenido hasta allí, era como que estaba dispuesta a llegar a la cima con el joven cazador, del cual se encontraba perdidamente enamorada.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Las crónicas de Jonathan»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Las crónicas de Jonathan» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Las crónicas de Jonathan»

Обсуждение, отзывы о книге «Las crónicas de Jonathan» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x