2. La competencia saludable de los protestantes. El autor se acuerda que un día se quejaba con Juan de Dios Guerrero del estado de la Iglesia Católica en el Perú, a lo cual el veterano contestó: “¡No has visto nada! Cuando empecé a predicar el evangelio por el año 1915, me acuerdo que en las fiestas era común que los curas anduvieran por las plazas borrachos con una mujer en cada brazo. Una vez que se establecieron iglesias protestantes en estos pueblos, todo eso se acabó”.
3. El Concilio Vaticano ii (1962–1964) con todas las reformas y renovaciones que acarreó.
4. Los estudios serios y francos de la situación de la iglesia en el Perú durante el congreso de Chimbote (1953) y especialmente los libros de los padres Maryknoll, Considine y Coleman 106.
5. La influencia de los misioneros y sacerdotes de afuera. Como resultado de la escasez de clero nacional, en el año 1950, el 50% de los sacerdotes que trabajaban en el Perú venían del exterior. Para 1975, esta proporción había subido al 70%. En 1958, el Padre Considine escribió que hacía poco se habían ordenado dos sacerdotes, uno aymara y el otro quechua 107, así que la ordenación de indígenas en la Iglesia Católica por fin estaba comenzando.
6. La influencia de la renovación carismática, que comenzó en los Estados Unidos alrededor de 1960 y se propagó con mucha rapidez a todas partes.
Hay que añadir también un factor interno, es decir, la llamada Teología de la Liberación, que se formuló por primera vez en el libro publicado en 1970 con este título por el padre Gustavo Gutiérrez en Lima. Este libro es un llamado a la Iglesia Católica peruana a abandonar su alianza tradicional con los terratenientes y militares, y a identificarse con los marginados. La iglesia debía despojarse de su poder y servir a los necesitados desde una posición de humildad, de acuerdo con el ejemplo de su Señor.
55Coleman, William J. Latin-American Catholicism: A Study of the Chimbote Report. Maryknoll Publications, pp. 13s.
56Varetto, Juan C. Hostilidad del clero a la independencia americana. Buenos Aires: 1922, pp. 123–143.
57Nelson, Wilton. Vista panorámica de la historia de la Iglesia Católica Romana en América Latina, 1973, manuscrito, p. 6.
58Coleman, óp. cit., p. 17.
59Mackay, Juan. El otro Cristo español. México: Casa Unida de Publicaciones, 1952, p. 81.
60Nelson, Wilton, óp. cit., p. 7.
61Ritchie, Juan. Datos recogidos por él, y ahora en poder de la American Bible Society en Nueva York.
62Mackay, Juan. El otro Cristo español. México: Casa Unida de Publicaciones, 1952, p. 235.
63Ídem, p. 236.
64Browning, Webster. The Romance of the Founding of Evangelical Mission in South America, (manuscrito en posesión de la Iglesia Presbiteriana en Nueva York), p. 79.
65Mitchell, Donald R. The Evangelical Contribution of James Thomson to South American Life, 1818–1825, Tesis de grado. Princenton: 1972, p. 185.
66Ídem, p. 187.
67Thomson, James. Letters on the Moral and Religious State of South America. Londres: 1827, p. 33.
68Mitchell, Donald R., óp. cit., p. 188.
69Oyarzún, A. Reminiscencias históricas de la obra evangélica en Chile. Valdivia: 1921, p. 17.
70Thomson, James, óp. cit., pp. 34s.
71Mitchell, Donald R., óp. cit., pp. 215s.
72Ídem, p. 216.
73Ídem, p. 220.
74Thomson, óp. cit., p. 71.
75Mitchell, Donald, óp. cit., p. 224.
76Ídem, pp. 230, 233.
77Mitchell, Donald, óp. cit., p. 237.
78Thomson, James, óp. cit., pp. 15–160.
79Ritchie, Juan. Apuntes para la historia del movimiento evangélico en el Perú durante el primer siglo de la República, manuscrito con la eusa en Londres.
80Mitchell, Donald, óp. cit., p. 231.
81Ídem, p. 241.
82British – Foreign School Society. Annual Report for 1848. Londres: 1848, pp. 46s.
Mitchell, Donald, óp. cit., p. 243. Da la fecha como 1848, pero la carta se cita en Evangelical Christendom. Londres: Septiembre, 1847.
83Evangelical Christendom (órgano de la Alianza Evangélica en Gran Bretaña). Londres: septiembre, 1847, p. 288.
84Mitchell, Donald, óp. cit., p. 262.
85Ídem, p. 266.
86Ídem, p. 267.
87Ídem, pp. 268–270ss.
88Vergara, Ignacio. El protestantismo en Chile. Santiago: 1962, p. 11. Citado de Amunátegui Solar, Domingo. El sistema Lancaster en Chile y otros países sudamericanos. Santiago: 1895, p. 35.
89Thomson, óp. cit., pp. 124s.
90Mitchell, Donald, óp. cit., p. 264.
91Evangelical Christendom. Londres: agosto, 1847, p. 251.
92Thomson, óp. cit., p. 143.
Bahamonde, óp. cit., p. 24.
93Mitchell, Donald, óp. cit., p. 255.
Thomson, óp. cit., p. 111.
94South America (órgano de la eusa). Londres: julio–septiembre, 1918, p. 22.
95Heussi, Karl. Kompendium der Kirchengeschichte. Tübingen: 1957, p. 444.
96Evangelical Christendom. Londres: septiembre, 1847, p. 287.
97Grubb, Kenneth G. South America the Land of the Future. Londres: 1931, p. 20; y Millham, W. T. Heroes of the Cross in South America. Londres: 1947, p. 15.
98Nelson, Wilton. Vista panorámica de la historia de la Iglesia Católica Romana en América Latina, 1973, manuscrito, p. 7.
99Ídem, p. 8.
100Ritchie, Juan. El cristiano. Lima: Abril de 1921, “Apuntes para la historia del movimiento evangélico durante el primer siglo de la República”, p. 52.
101Bahamonde. The Establishment of Evangelical Christianity in Peru, Hartford Seminary Foundation, Tesis de grado, Mayo, 1952, p. 49.
102Mackay, óp. cit., p. 165.
103Bahamonde, óp. cit., p. 54.
104Taylor, William. Our South American Cousins. Nueva York: 1880, p. 103.
105Nelson, Wilton, óp. cit., p. 8.
106Considine, John J. New Horizons in Latin America. Nueva York: 1958; y Coleman, William J. Latin-American Catholicism: A Study of the Chimbote Report. Nueva York: Maryknoll Publication.
107Considine, John J., óp. cit., p. 196.
Capítulo 5
La implantación del protestantismo
La siembra de la Palabra por medio del colportaje
El 25 de julio de 1823, Teófilo Parvin y Juan C. Brigham salieron de Boston rumbo a Buenos Aires con instrucciones de la Junta Americana de Comisionados para Misiones en el Extranjero de explorar las posibilidades de iniciar una obra misionera protestante en Sudamérica 108. Había sido política de Thomson capacitar a los latinoamericanos para ayudarse a sí mismos y dependieran enteramente de la cooperación de ellos mismos. Como ya se ha dicho, la obra de Thomson no era proselitista, ni tenía como fin establecer una iglesia protestante. Procuraba más bien fomentar una reforma dentro de la Iglesia Católica. Con el viaje de Parvin y Brigham, se inicia otra etapa. Aunque el propósito de ayudar a los latinoamericanos a ayudarse a sí mismos se mantenía en pie, la meta inmediata era fundar una iglesia protestante sin esperar la cooperación previa de los latinos. Parvin se quedó en Argentina, y Brigham salió solo en octubre de 1824; pasó por Chile y llegó a Lima en julio de 1825. Allí encontró cuatro cajones llenos de Sagradas Escrituras. Uno iba destinado a Thomson, pero había llegado tarde. Los otros tres debían haberse enviado a Chile, pero se habían extraviado. Debido a la pobreza de la gente después de la guerra, Brigham decidió vender estos ejemplares de la Escrituras a precios muy rebajados, y en algunos casos simplemente las regaló 109.
Recomendó a la Sociedad Bíblica Americana que, en vista de la crisis económica debido a la guerra, se subsidiara fuertemente la venta de Biblias y Nuevos Testamentos en Sudamérica, política que siguió vigente hasta hace poco. Es una lástima que no se haya perpetuado la política de Thomson porque, hasta cierto punto, la de Brigham creó una dependencia. Sin embargo, este tenía razón en un aspecto, pues el cobrar precios realistas habría ocasionado que se vendiera Biblias sólo a la clase acomodada, sin mayor provecho, pues esta difícilmente habría roto con la Iglesia Católica. Para implantar una iglesia protestante era necesario hacer circular primero la Biblia entre los pobres, quienes no tenían una posición social que perder.
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