Angy Skay - Y quiéreme

Здесь есть возможность читать онлайн «Angy Skay - Y quiéreme» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Y quiéreme: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Y quiéreme»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando el amor golpea devastadoramente tu corazón y se hace paso sin pedir permiso, la pasión y el desenfreno ciegan detalles muy significativos de una pareja. Detalles que cuando salen a la luz atormentan. Bryan no podrá vivir sin ella, pero ¿y ella? ¿podrá vivir con inesperados y sorprendentes percances que transcurrirán, dejándola fuera de lugar? Conoceremos a Annia por completo, sin embargo, ¿qué pasa con Bryan? Esta historia abrirá muchos caminos y, con ellos, demasiadas dudas. Tras el impresionante Provócame, llega la esperada segunda parte de la Serie Solo por ti. ¿Podrás quererme?

Y quiéreme — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Y quiéreme», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

A las nueve menos cinco suena el portero. Me avisan de que Bryan está esperándome. ¿No piensa subir? No, por lo que veo. Bajo en el ascensor, sola como la una. Salgo a la recepción del edificio y ahí está, con su traje negro, impoluto, como siempre. ¿Se habrá cambiado antes de que yo llegase?

—Hola —murmuro, mirándolo.

—Hola —me contesta con sequedad.

Se da la vuelta para salir, pero me detengo antes de llegar a la puerta.

—Bryan —lo llamo, y se gira—, mira, si quieres, mejor yo me voy a casa de Nina y tú vas a la fiesta.

—No digas tonterías. Vamos, que llegamos tarde —me ordena, frío como el hielo.

—No. Sé que estás enfadado, y no quiero ir así a ningún sitio. Llevas todo el puto día ignorándome.

—¡Esa lengua! —Me señala—. No es el momento de tener esta conversación aquí. Luego hablaremos. Ven. —Me extiende su mano, la cual acepto gustosa; necesitaba su contacto con urgencia.

Dentro del coche vamos en absoluto silencio, hasta que Bryan lo rompe:

—Any, te quiero. No quiero que discutamos más, y mucho menos que pienses en dejar todo lo que tenemos.

Coge mi mano y besa mis nudillos uno a uno. No sé qué contestar, así que no digo nada, y él tampoco pregunta. Creo que entiende mi silencio, y me alegro de que lo respete. Sé que amo a este hombre, pero no sé qué hacer.

Llegamos a una zona de casas exclusivas y maravillosas de Londres. Nos detenemos en una gran verja negra situada en medio de un largo muro de color amarillo pastel. En la entrada, en una pequeña placa, pone: «Summers». Accedemos dentro de la vivienda por una acera de piedra impoluta en tono salmón. Aparcamos el coche a pocos metros de la casa, en una especie de zona de aparcamiento donde hay varios vehículos. Las piernas empiezan a flaquearme. Las reuniones así me ponen nerviosa, y más si no sé quién habrá en ellas.

La fachada de la gran casa es de color amarillo pastel, como el de los muros que la rodean. Tiene madera oscura incrustada en los perfiles de las ventanas, de las puertas y los tejados. El resto está decorado con amplios ventanales. Al fondo veo a Giselle, que corre hacia mí.

—¡Any, tesoro! —Me da un fuerte abrazo junto con un beso—. ¿Cómo estás? Qué guapa vas, cielo.

—Bien, Giselle, gracias por invitarme. Tú también estás preciosa.

—Oh, cielo, mi casa es la tuya, no lo olvides. —Sonríe.

Adoro a esta mujer, y eso que hace poco que la conozco.

Observo los jardines. Están perfectamente conservados, y hay varias partes en las que hay plantadas multitud de flores. Es todo precioso. Entramos dentro del hall . El diseño de la casa en sí es bastante corriente; nada que ver con el apartamento de Bryan: suelos de mármol, paredes lisas en blanco perla y muebles de madera muy bien conservados.

Giselle, antes de llevarme con el resto de los invitados, me enseña la casa de punta a punta. Tiene cinco dormitorios, cuatro cuartos de baños, una impresionante cocina con isla y un enorme salón con chimenea. En la parte trasera, hay una piscina y una pista de tenis. Es una pasada.

La fiesta se celebrará fuera, al lado de la piscina, por lo que nos dirigimos hacia allí. Han puesto varias mesas con millones de canapés y cinco carpas gigantes perfectamente decoradas. No me apetece comer nada. Estoy algo revuelta, y temo que como coma algo, terminaré vaciando mi estómago en el baño de nuevo o, peor aún, dando un espectáculo.

—¿No comes nada, tesoro? —me pregunta Giselle, que acaba de llegar a mi lado.

—No, gracias. Me duele un poco el estómago.

—¿Te encuentras bien? —se interesa Rosaly, preocupada.

—Oh, sí. Es que esta mañana me he levantado algo mal. En unos días se me pasará.

Nos tiramos un rato charlando. Después, Giselle se va a atender al resto de invitados, que no son pocos. Creo que habrá como mínimo unas cien personas. Rosaly me cae muy bien. En dos palabras: es encantadora. Además, habla por los codos, como yo. Le doy la noticia de que Nina está esperando un bebé, algo que la vuelve loca de alegría. Luego empezamos a hablar de sus niños y charlamos durante unos minutos.

—Estoy deseando conocer a esos dos niños —le aseguro con entusiasmo.

—¡Uy, sí! Y cuando los conozcas, no te dejarán en paz. —Ríe.

De reojo, veo cómo Bryan viene hacia mí hecho un vendaval. A ver qué mosca le ha picado ahora… Y eso que no me he movido del sitio en toda la noche.

—Nena, tengo que decirt…

No le da tiempo a terminar cuando Román nos interrumpe, y viene acompañado por… Abigail. ¡Su exmujer!

—Buenas noches —nos saluda Román, sonriente.

¡Cabrón!

—Buenas noches —le contesto educada, pero con mirada acusadora.

—¿Has visto el periódico, Any? —me pregunta Román con mala leche, y Bryan comienza a enfadarse, pues la mirada que le lanza a su hermano es temeraria.

—Román, ya basta —le advierte de malas maneras.

—Oh, sí, sí lo he visto. Pero no me califico como una cazafortunas, si es eso a lo que te refieres.

—Oh, querida, pues eso no es nada con lo que dirán de ti. Sacarán hasta el más mínimo detalle que tengas escondido, te lo aseguro. No es fácil estar con un hombre tan poderoso —añade Abigail con malicia.

El estómago se me revuelve en segundos. ¡Maldita sea mi suerte! Las aletas de la nariz de Bryan empiezan a hincharse y, cuando sé que va a contestar, intervengo con rapidez:

—Si me disculpáis, tengo que ir al baño. —Me levanto y me marchó de allí con urgencia.

Por el camino me encuentro a Max, al que no había visto en toda la noche.

—Ey, ¿dónde va mi preciosa dama?

—Al baño —le respondo, casi comenzando a correr.

No me da tiempo a llegar. En una esquina donde nadie me ve, vomito todo lo que tengo dentro.

—Any, ¿estás bien? —me pregunta, sujetando mi cabello.

—Sí, ya sí. Gracias por sujetarme, pero no tenías por qué. Lo siento.

—No te disculpes por esto. Deberías ir al médico. Puede que hayas cogido algún virus.

—Sí, Nina me dijo lo mismo. Mañana iré.

—¿Has visto a Bryan?

—Sí, y a la zorra de su exmujer —le respondo de mala gana.

—¿Cómo? —me pregunta sorprendido y riéndose por mis maneras.

—Lo que oyes. Román la ha traído. Ya tengo claro que no me llevaré bien con él, ¡jamás!

—Dale tiempo. Aunque, si quieres que te sea sincero, creo que no. No te llevarás bien con él nunca.

—Sí, tiempo a que me hunda —le digo malhumorada—. Voy al baño. Ahora te veo.

Llego por fin, y me retoco un poco el maquillaje y me enjuago la boca. Ya estoy más presentable. Sonrío. Pero la sonrisa se me borra cuando Abigail entra, sin que me dé cuenta. ¡La que faltaba!

—Veo a Bryan muy contento contigo —me dice, haciéndose la listilla.

—Así es —afirmo.

—¡Qué pena! Por ti, claro…

Ríe como una bruja. Al final, le arrancaré los pelos.

—¿Cómo dices? —Arqueo una ceja.

—Querida, Bryan volverá a mí. Tarde o temprano lo hará. Y no te lo tomes a mal, pero es que siempre lo ha hecho. Os usa y luego os tira.

—Ya, claro. Eso es lo que tú quisieras.

Abro la puerta del baño para salir. O me voy, o la estampo contra el lavabo.

—Ay…, Any… —suspira—, Bryan estaba tan cegado que se le pasó por alto una cosita. —Vuelve a reírse.

—¿A qué te refieres? —Sujeto la puerta.

—Digamos que hace unas semanas te investigué para saber quién eras, y… estoy segura de que no le gustará saber lo que pone en esa carpeta cuando la lea. —Sonríe con sarcasmo—. Pero, si te alejas de él, la destruiré antes de que la vea.

Empiezo a palidecer por segundos, y se me nota bastante. Ella me mira con una sonrisa triunfal. Acercándose a mí, abre la puerta y me dice:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Y quiéreme»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Y quiéreme» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Y quiéreme»

Обсуждение, отзывы о книге «Y quiéreme» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x