Todos los trastornos del neurodesarrollo tienen una alta heredabilidad, lo que quiere decir que el componente genético tiene un peso muy importante en este grupo diagnóstico. Existen diferentes investigaciones científicas que ponen de manifiesto que, en el caso del TDAH, el peso que tiene la genética está en torno a un 75-80 por ciento. Faraone realizó un estudio en 2005 donde concluye que el índice de heredabilidad del trastorno está en un 77 por ciento. Esto tiene importantes efectos predictivos, ya que el TDAH, como el resto de trastornos del neurodesarrollo, tienen una causa genética muy arraigada. Por ejemplo, podemos suponer que de un matrimonio donde el padre sea hiperactivo es más probable que el hijo lo herede, que si no hubiera ningún tipo de antecedentes genéticos. En muchos casos, los propios padres son hiperactivos o inatentos, pero no han sido diagnosticados. Según diferentes estudios, la probabilidad de que a un niño se le diagnostique TDAH si uno de sus padres ya lo es, está entre un 57-80 por ciento, lo cual supone una alta probabilidad de padecerlo. Aquí podemos establecer un paralelismo con la altura y la constitución corporal: si los padres son altos, es probable que su descendencia sea alta y si los padres son de constitución gruesa, lo lógico y normal es que hereden ese tipo de constitución. En ocasiones la heredabilidad genética no se debe a los padres sino a algún abuelo o tío del niño. Siempre que hablamos de genética, hablamos de mayor o menor probabilidad de heredar una característica física, psicológica o algún tipo de enfermedad o patología.
Diferentes estudios han llegado a conclusiones sobre cuáles son los genes concretos que están implicados el TDAH. Algunos de los involucrados en esta patología y que son comunes a la mayoría de investigaciones son el DRD5, HTR1B, SNAP25, DRD4 y DAT1. Recientemente, una conocida compañía automovilística emitía un anuncio de uno de sus vehículos, al cual asociaban al gen de la aventura: DRD4.
Para entender la importancia que tiene la genética sobre la manifestación de un trastorno o enfermedad, vamos a centrarnos en la etiología de la esquizofrenia, que guarda un paralelismo con el TDAH, en cuanto a etiología se refiere. La manifestación de un trastorno psicótico de este tipo va a depender de la genética y del ambiente familiar en que se desarrolle. Según se ha demostrado en diferentes estudios, niños con una predisposición genética para desarrollar una esquizofrenia, por tener a uno de sus padres con esta patología o familiares cercanos que la padecían, pero que han crecido en un ambiente familiar estructurado, con normas, atención y afecto, no la han desarrollado. En cambio, un niño que tenga una menor predisposición genética para padecer esquizofrenia pero que haya vivido en una familia desestructurada, con ausencia de normas, separación de padres, abusos y violencia es bastante más probable que acabe manifestando esta patología. Este tipo de estudios se han realizado, en su mayoría, con gemelos monocigóticos (idéntica carga genética) pero que, por diferentes motivos, fueron separados en cuanto nacieron y crecieron en familias y ambientes diferentes.
Los factores ambientales también tienen un peso y una determinación muy importantes en el desarrollo de determinadas patologías. Dichos factores son todas aquellas variables que ocurren en el ambiente desde la fecundación hasta que somos ancianos y que influyen en nuestro desarrollo evolutivo. Dentro de los factores ambientales que más negativamente influyen en el periodo prenatal están: fumar, consumo de alcohol y otras drogas, una mala alimentación, situaciones estresantes sostenidas en el tiempo como puede ser la enfermedad de un familiar, etcétera. Estos factores no solamente influyen en el caso del TDAH, sino que es sabido de sobra que algunas variables prenatales, como las anteriormente citadas, pueden causar graves trastornos y discapacidades en el feto; es lo que se conoce como efectos teratogénicos .
Para concluir con la parte de la influencia del ambiente, destaco las tres condiciones básicas de la educación familiar que menciona la catedrática en Psicología Evolutiva y de la Educación, María José Díaz Aguado:
1.
Afecto incondicional : que proporcione seguridad pero sin proteger en exceso.
2.
Atención continuada : que se adapte a las cambiantes necesidades que se producen con la edad.
3.
Enseñanza de los límites : una que no caiga ni en el autoritarismo ni en la negligencia.
El TDAH aparece en todas las clases sociales, económicas y culturales. Como ocurre en cualquier otra dificultad o trastorno, el hecho de que la familia tenga recursos económicos posibilita que accedan a una serie de servicios y prestaciones que, desgraciadamente, no todo el mundo se puede permitir. Por ejemplo, pueden ponerle al niño una profesora particular que acuda a casa varias tardes a la semana para realizar las tareas con él o para realizar programas de estimulación de la atención y la memoria.
EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO DEL NIÑO CON TDAH
Los progresos y evoluciones que pueden tener los chicos con TDAH suelen ser muy variados y dependen de multitud de factores. En líneas generales, el pronóstico tiene que ver con la edad de detección y diagnóstico del TDAH: cuanto antes se detecten los síntomas y dificultades del niño, mejor pronóstico tendrá. Pero no basta sólo con detectarlo, sino que también hay que tratarlo. Si se detecta pero no se interviene, el pronóstico puede llegar a ser devastador. Por ejemplo, no es lo mismo que un maestro detecte a un niño con conductas disruptivas en clase a los cinco años, que ocurra lo mismo pero a finales de la etapa de primaria (diez u once años). De ahí que sea de vital importancia que tanto padres como maestros estén muy atentos a posibles conductas desadaptadas para ponerlo en conocimiento de los especialistas y buscar una solución lo antes posible. En muchas ocasiones son los maestros que están más implicados y formados en estas dificultades los que se dan cuenta y avisan a los padres y al departamento de orientación para valorar la situación del niño.
Según Alberto Fernández Jaén, los cinco factores de mejor pronóstico en el TDAH son los siguientes:
•
Ser niña : en el caso del TDAH, ser mujer es un factor de pronóstico positivo en comparación con los varones. Existen varios motivos, entre los cuales destacamos que los varones suelen llevar asociados al TDAH un trastorno de conducta y las mujeres tienen un mejor manejo ejecutivo que los hombres, lo que hace que tengan una conducta más adaptativa.
•
Capacidad intelectual alta : como ocurre en el resto de patologías, trastornos o en la vida cotidiana, el hecho de tener un coeficiente intelectual alto hace más probable y efectiva la adaptación de la persona a su día a día. Por lo tanto, los niños diagnosticados con TDAH que tengan una alta capacidad intelectual tendrán un pronóstico más esperanzador.
•
Preocupación familiar : el hecho de que los padres del niño estén comprometidos y preocupados por la situación por la que está pasando el niño hace que su evolución sea más positiva y optimista. Como en otras patologías, una alta motivación y ganas de mejorar hace que los resultados sean mejores y más perdurables en el tiempo.
•
No tener problemas de aprendizaje asociados : el pronóstico del niño tiene mucho que ver con el hecho de que el TDAH esté asociado o no a otros trastornos. Aquellos niños que tienen sólo TDAH y ningún otro trastorno asociado (comórbido) tienen un pronóstico mejor que aquellos chicos que, además del TDAH, presentan otros trastornos. Pero sabemos que el TDAH se da aisladamente en un porcentaje muy bajo de los casos. Dentro de los casos de TDAH que presentan algún otro trastorno comórbido, los de tipo conductual, como es el trastorno negativista desafiante (TND), tienen peor pronóstico. Todas las comorbilidades del TDAH que implican problemas conductuales suelen tener un pronóstico menos esperanzador. En cambio, los niños con TDAH que tienen asociados trastornos de tipo emocional, como pueden ser los de ansiedad, tienen buena evolución, ya que suelen ser niños que tienden a compensar sus dificultades con mucho esfuerzo pero con un alto sufrimiento a cambio. En estos casos es más frecuente encontrar a niñas que a niños. Suelen ser chicas con TDAH que debido a su ansiedad son muy organizadas en el ámbito académico, se planifican bien y dedican muchísimas horas a realizar las tareas y a estudiar. Este tipo de casos suele conllevar un alto grado de amargura personal, ya que se autoexigen mucho para compensar sus limitaciones con muchas horas de estudio y esfuerzo.
Читать дальше