La Revolución tecnológica
Como antes referimos, asistimos al proceso de incorporación de la tecnología a prácticamente todos los elementos y ámbitos de la vida cotidiana.
Cabe preguntarse ¿En qué campos se producirán los más grandes avances en el futuro cercano? Pueden mencionarse tres de esos campos como los más firmes candidatos. Ellos son: la biotecnología, la tecnología de la energía y la nanotecnología.
Los avances puntualizados, (la biotecnología, la tecnología de la energía y la nanotecnología), junto a varios otros que pueden también mencionarse (Ej.: la robótica, la informatización de los procesos de producción, etc.) significan concretamente una nueva etapa histórica con efectos e implicancias sobre diversos aspectos de la vida humana.
Como consecuencia de ello, se crearán muchos nuevos empleos y otros puestos de trabajo desaparecerán como resultado del proceso.
La creación y extinción de puestos de trabajo se produce, en el marco de este proceso, de modo transnacional.
Paralelamente la robótica y la automatización de los procesos de producción, plantean serios dilemas y suponen una cuestión de índole transnacional.
La robótica (que significa concretamente el desplazamiento de los seres humanos respecto de su participación directa en los procesos de fabricación, sustituyéndolos por equipos automatizados y robots) tiene al Japón como líder y significa un cambio esencial en la historia de la producción.
Mientras que en el pasado (ya sea durante el período agrícola de la humanidad o en los últimos siglos de historia con su modo de producción industrial) el trabajador era esencial en todos los procesos, con el advenimiento de la robótica se parte de la premisa de que el aumento de la productividad implica reemplazar toda actividad humana que se demuestre menos eficiente que la que el robot puede llevar a cabo.
Por supuesto que en las tareas más complejas y que requieren cierto tipo de análisis, el reemplazo del ser humano por robots no es –por ahora– una alternativa viable.
Es interesante notar que Japón (que lidera en cuanto a población de robots) es también un país que ha mostrado en las últimas décadas un bajo índice de desocupación. Es que, como consecuencia de diversos factores, la eliminación de puestos de trabajo no se produce –necesariamente– en el país que incorpora los procesos automatizados, repercutiendo –en un mundo globalizado– en otros distintos sitios geográficos.
El Derecho y el Proceso de Cambio
El mundo del derecho no es ajeno –en absoluto– al nuevo ritmo de obsolescencia, puesto que el derecho positivo es un desarrollo cultural del hombre, destinado –por ende– a servir al interés general de la sociedad.
Ante el profundo cambio –brevemente descripto– el derecho no puede desentenderse de la realidad.
Por el contrario, no sólo deben sus instituciones guardar un correlato con la misma (p. ej.: evolución del contrato de compraventa, primero como perfeccionamiento del primitivo trueque mencionado ya en el Génesis, hasta el fenómeno moderno de la contratación en masa centrado en la compraventa,[21] sino que además la tutela de ciertos derechos actuará como agente promotor y dinamizante del cambio. Basta recordar lo históricamente acontecido con el reconocimiento del derecho de patentes o con los conceptos de personalidad jurídica, de responsabilidad limitada, el auge de la corporación, en estos últimos casos en el ámbito del derecho societario, como factores de estímulo del progreso y la inversión, dentro del esquema capitalista de producción.
La actividad económica no se desarrolla en un vacío legal. Siempre es preciso que el orden jurídico siente las bases del derecho de propiedad y de la validez jurídica de los contratos, entre otros elementos requeridos para el efectivo funcionamiento de tales regímenes.
Reformulación de ideas y presupuestos
Cuestiones trascendentes con repercusiones en los diversos ámbitos del derecho, las cuales desafían presupuestos por mucho tiempo indiscutibles e interactúan con la ciencia jurídica llevando en muchos casos a la reformulación de los conceptos son, por ejemplo:
La Globalización y la superación de las fronteras económicas nacionales
Nos encontramos –en primer lugar– frente a un proceso que, debido a la confluencia de múltiples y diversos factores, ha producido un progresivo debilitamiento y aún en ciertos casos, la desaparición misma de las fronteras económicas nacionales.
Dado que hoy, una gran cantidad de productos incorporan elementos y diseño del más diverso origen y su producción es financiada desde diferentes puntos del planeta, resulta difícil hablar (como era usual en el pasado) de productos hechos en tal o cual país o cuyo origen pueda afirmarse con propiedad que corresponde a un país determinado.
Temas transnacionales
Hemos señalado ya que el tema en análisis supera ampliamente a la mera cuestión de la globalización económica.
Muchas otras cuestiones van adquiriendo interés global o transnacional.
Un elevado número de ellas, son transnacionales por naturaleza, como por ejemplo:
Protección del medio ambiente
Ciertas actividades llevadas a cabo en diversos sitios del planeta tienen la potencialidad –y de hecho muchas concretan la posibilidad– de producir severos daños en el ecosistema mundial.
Los posibles o concretos daños al ecosistema son un problema que concierne a toda la humanidad.
La destrucción o alteración del medio ambiente por parte del ser humano no es un problema nuevo, pero debido –básicamente– al crecimiento demográfico, hoy alcanza una magnitud desconocida en el pasado y es causa de preocupación, atención y legislación a nivel mundial.
El sistema internacional de finanzas y la expansión de la economía global
Los bancos centrales de los países no tienen actualmente la posibilidad de controlar los flujos de dinero.
Se puede intentar influir sobre el flujo de capitales mediante la tasa de interés, pero otros factores (políticos, sociales, etc.) tienen decisiva influencia.
En términos generales, la economía global ha experimentado una notable expansión en las últimas décadas.
De todos modos, la repercusión de dicha expansión es bien distinta, para los habitantes de diversas zonas del planeta los cuales, sin embargo, se encuentran sujetos indudablemente a los efectos del flujo o no de capitales.
Las comunicaciones y la información
La revolución de las comunicaciones ha producido un profundo impacto en los más diversos aspectos del quehacer humano e influido decisivamente en el curso de numerosos acontecimientos.
Durante mucho tiempo –en mayor o menor medida– los gobiernos nacionales procuraron tener un grado de control sobre la información (lo cual incluye la prensa, la radio, la televisión, etc.).
Actualmente la información se ha convertido (igual que el dinero) en algo totalmente transnacional. No pueden considerarse ya –seriamente– fronteras nacionales en lo que hace a la información.
La tecnología de este tiempo hace posible evadir los controles sobre la información.
El auge de las sociedades o empresas transnacionales
La existencia de empresas con actividad e intereses en varias naciones no es un fenómeno nuevo, pero el creciente proceso de globalización se diferencia de cualquier época anterior por la cantidad y magnitud de las empresas transnacionales que planifican y actúan globalmente dentro de un orden económico con menor grado de proteccionismo.
Dentro de este escenario globalizado nuevas y más empresas se están internacionalizando, vendiendo y produciendo en las regiones económicas principales del planeta.
Una operación de carácter internacional aporta los beneficios de las economías de escala y protege de ciertas fluctuaciones financieras y económicas y relativiza la incidencia sobre la empresa transnacional de ciertos factores políticos.
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