Finalmente, es necesario recalcar que en el marco de este trabajo se ha privilegiado la habilitación de voces y perspectivas de la diversidad de actores que componen a la cofradía mouride. Hasta épocas recientes, los estudios sobre el mouridismo habían favorecido el análisis en la cima de las jerarquías políticas y religiosas de Senegal silenciando en gran medida las narrativas creadas desde “abajo”, es decir, desde la óptica de los grupos subordinados al poder político y religioso que influyen en su ejercicio. En este sentido se hace un esfuerzo sistemático por dar voz a los propios actores miembros de la cofradía, independientemente de la posición que ocupan dentro de las estructuras jerárquicas presentes en su organización.
Precisiones metodológicas
Metodología y las ciencias sociales
Como afirma Jean-François Bayart (2009), en África no se puede asumir la construcción del Estado y de la sociedad civil a la occidental; la colonización, la independencia, las relaciones con el exterior definen la estructura, pero no la agencia de las sociedades africanas. No obstante, esto no quiere decir que la introducción del Estado-nación como estructura política centralizadora y creadora de desigualdades sociales no haya significado una ruptura mayor respecto de los sistemas políticos precoloniales africanos, ni que esta no sea pertinente (al menos como referencia) para el desarrollo de este trabajo.
La introducción del Estado en África representa un cambio de escala significativo en lo relativo a los sistemas de dominación política precolonial. Como señala Bayart, las lógicas de extraversión de los sistemas políticos africanos han definido en gran medida su relación con el mundo; en este caso, el sistema internacional desde una relación asimétrica y de dependencia en la que los propios actores africanos han desempeñado un papel central. En este trabajo se adopta la metodología que propone Bayart (2009) para aprehender la inteligibilidad de las sociedades africanas, en las que el Estado —lejos de parecer una estructura política importada estática, monolítica y hegemónica— ha sido apropiado en gran medida por los propios actores africanos. Así, se trata de analizar la manera en que el actor religioso, en específico la cofradía islámica sufí mouride, se ha erigido históricamente como un elemento central del sistema político senegalés.
Por lo tanto, lo que se busca es salir de parámetros académicos convencionales al desplazar el centro analítico del proceso de construcción estatal senegalés al proceso de su subversión mediante el análisis de la construcción y expansión transnacional mouride. Con esto último se busca resaltar el proceso de construcción comunitario que se da de manera paralela al proyecto de construcción estatal y de la nación.
Al adoptar un enfoque que supone la valorización de las fuentes y narrativas mouride (tanto en la cima como en la base de la jerarquía religiosa), esta investigación representa una reflexión original ya que adopta una perspectiva metodológica específicamente desarrollada para comprender por una parte los fenómenos políticos de construcción del Estado y la nación así como los procesos migratorios en África y en particular en Senegal. A pesar de que ambos factores fueron contemplados de forma recíprocamente constitutiva en el desarrollo de la investigación conducente al presente proyecto que constituye este libro, en este último el interés se centra en plasmar la historicidad de la expansión transnacional de la cofradía mouride. Es preciso señalar que lo anterior derivó del empleo de paradigmas alternativos a aquellos centrados en teorías y conceptos que emanan de la tradición estato-céntrica y del nacionalismo metodológico de las ciencias sociales tradicionales, y con ello desplazar el foco de análisis de grupos culturales subnacionales del margen al centro de las dinámicas de construcción del Estado mediante procesos de apropiación de las instituciones y la cultura occidental.
Movimientos y sociedades religiosas como la mouride, creadas al margen del espacio político del Estado y que por ello representan un reto a su autoridad, deben ser considerados en todo su valor teórico para las ciencias sociales en proceso de redefinición conceptual desde el fin de la Guerra Fría y en el marco actual de globalización, ya que suponen una perspectiva alternativa a la investigación basada voluntaria o involuntariamente en el sesgo ideológico que producen los conceptos y categorías que vieron la luz en instituciones académicas occidentales.
Una vez establecidas estas precisiones metodológicas respecto de la historia y la inteligibilidad de las sociedades políticas africanas, y con una importante intención de descolonización epistemológica de los paradigmas teóricos hegemónicos, se vuelve evidente el porqué de adoptar una perspectiva metodológica plural e interdisciplinar.
Por otra parte, es importante recalcar que, si bien las técnicas de observación procedentes de la antropología y la etnografía pueden entenderse como los procedimientos por medio de los cuales el investigador presencia en directo el o los fenómenos que estudia, este trabajo no busca primordialmente establecer su argumento basado en estas ramas del saber en la investigación social. En este sentido, nuestro objeto de estudio no es stricto sensu la cofradía mouride, sino el proceso de construcción de un espacio político-religioso comunitario transnacional. Desde este enfoque, lo que interesa es poner de manifiesto la evolución de las propias instituciones mouride creadas y recreadas para adaptarse a los múltiples y diversos contextos a los que se ha extendido, tanto en Senegal como en su extensa diáspora. De ahí la importancia de reforzar la perspectiva emic, así como la progresión histórica del argumento.
Metodología del trabajo de campo
En lo que concierne a la metodología empleada para el trabajo de campo que se llevó a cabo, se adoptó el modelo de la etnografía liberal2 y los estudios multisituados (Marcus, 1995, pp. 95-117).
La etnografía, como otras formas de investigación social, no puede tratar simultáneamente asuntos factuales y de valor, y su papel implica inevitablemente una intervención social (tanto si los investigadores son conscientes de ello como si no). Por ello, se cree conveniente aclarar que la postura que se adoptó fue la de identificarse en todo momento y de manera sincera como un investigador social, es decir un actor académico dedicado al estudio de fenómenos políticos, religiosos y migratorios de África y Senegal. En términos generales, tanto en Senegal como en España, la actitud de las personas con quienes sostuve entrevistas o conversaciones estaba determinada por el grado de confianza que se alcanzaba con ellas. En muchas ocasiones, sobre todo en España debido a la situación irregular de muchos migrantes senegaleses así como al recelo inicial que provocaba el interés particular en lo relativo a la cultura de origen, se tuvieron que llevar a cabo negociaciones para acceder a la información. No solo era necesario ser capaz de generar una entrada al mundo de la cofradía, sino que esta, si quería resultar significativa en el marco de la investigación, tenía que darse de manera que partiera de las propias interpretaciones que hacían los actores sociales (en este caso, los migrantes mouride) de mi presencia como representante de una institución educativa occidental. De hecho, en situaciones en que la negociación no era suficiente para generar la confianza necesaria a fin de plantear todo tipo de cuestiones en las entrevistas, los propios actores me invitaban a adoptar una participación más activa en las prácticas rituales para demostrar la sinceridad de mis intenciones. Aunque este tipo de procedimiento pudiese ser considerado desde algunos posicionamientos teóricos como una interferencia en el desarrollo original de las prácticas rituales, en la práctica esta técnica se volvió altamente rentable en términos de acceso a la información por el interés que suscitaba mi participación entre el conjunto de creyentes.
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