1. Se proporcionará el significado de las palabras que puedan determinar un significado o un contexto semántico concreto, evitando las notas léxicas más obvias, al esperarse que el lector del trabajo sea un especialista y no un público popular.
2. Se anotarán los datos, expresiones, referencias históricas, bíblicas, poéticas o de cultura del contexto que abunden en la comprensión nítida de los textos.
EL MARQUÉS DE VILLATORCAS
APUNTES BIOGRÁFICOS
Amparo Felipo Orts
(Universitat de València)
EL MARQUÉS DE VILLATORCAS
APUNTES BIOGRÁFICOS
Hijo de don Basilio de Castellví y Pons y de doña Laura de Alagón, don José de Castellví y Alagón nació en Valencia en diciembre de 1653. En 1672 contrajo matrimonio con doña Guiomar Coloma Pérez Calvillo, hija de don Juan Andrés Coloma Pérez Calvillo, conde de Elda, y de doña Isabel Francisca Pujades y Borja, condesa de Elda y Anna, en una ceremonia oficiada por poderes en la iglesia parroquial de Santa Ana de Elda, en la que actuó como procurador don Antonio Coloma Pujades y Borja, conde de Anna. Suponía ésta el entronque del linaje Castellví con las destacadas casas nobiliarias de Elda y Anna, que participaban de unas comunes inquietudes culturales. Por lo demás, la trayectoria vital de don José de Castellví y Alagón se caracterizó por una importante labor desarrollada en la doble dimensión política y cultural, que no le impidió reunir un valioso patrimonio, resultado de las herencias recibidas y de las adquisiciones personales 1.
LA ACTIVIDAD POLÍTICA
Ciertamente, siguiendo una larga tradición familiar de servicios a la Monarquía, que se remonta cuanto menos al siglo XVI, don José de Castellví desarrolló una intensa actividad política. Menino de Carlos II y castellano del castillo de Orihuela, accedió al oficio de portantveus de general governador de la Ciudad y Reino de Valencia a la muerte de su padre en 1672, de cuya sucesión le había hecho merced el monarca. En 1691 promocionó al virreinato de Mallorca, cargo que le fue prorrogado en 1694 y que desempeñó hasta marzo de 1698. 2Mientras tanto, en documento expedido el 25 de diciembre de 1690 había obtenido el título de marqués de Villatorcas, en compensación a los servicios familiares y personales prestados a la Corona 3. Por otra parte, aunque su condición de virrey de Mallorca le impidió desempeñar el puesto, el marqués, que ya había accedido al Consejo de Aragón como consejero supernumerario en 1688 4, obtuvo el 29 de abril de 1694 el privilegio de ocupar una plaza de consejero de capa y espada, vacante por muerte del marqués de Castelnovo. 5Concluido el segundo virreinato, se incorporó de nuevo al Consejo de Aragón, puesto que continuaba ocupando cuando comenzó la Guerra de Sucesión.
No obstante, como ocurriría con el resto de la sociedad valenciana, el marqués de Villatorcas no pudo verse libre de las implicaciones del conflicto. En su condición de miembro del Consejo de Aragón, como ha estudiado J. Arrieta, su adscripción a uno u otro bando puede intuirse a raíz de los decretos de 17 y 21 de junio de 1706 por los que el rey disponía el traslado de sus ministros y consejeros a Guadalajara y Burgos respectivamente, ordenando la suspensión de sus cargos de quienes no cumplieran esta orden. En su opinión, esta medida permite determinar los pocos personajes que en ese momento se definieron como leales a Felipe V. Entre ellos no figuraba el marqués de Villatorcas quien, por el contrario, sería uno de los que, por el hecho de haber permanecido en el Consejo de Aragón austriacista, sería calificado como «intruso» desde la óptica borbónica y, como tal, reemplazado de su condición de consejero de capa y espada por Valencia por el marqués del Bosque en octubre de 1706. Aunque a consecuencia de ello fue suspendido de su cargo, posteriormente un decreto de Felipe V de 3 de marzo de 1707 le declaraba —junto con una larga lista de personajes— «libre del crimen de infidelidad». En todo caso, lo cierto es que aunque, según este autor, los miembros del Consejo de Aragón calificado de «intruso» terminaron reintegrándose en la órbita borbónica, don José de Castellví ya no figuraría en el Consejo renovado «con savia felipista» 6del que hasta su supresión sí continuaría formando parte el marqués del Bosque. Desde este momento perdemos el rastro de cualquier otra actividad política que hubiera podido desarrollar.
PATRIMONIO MATERIAL Y SENSIBILIDAD ARTÍSTICA
Simultáneamente, don José de Castellví reunió un destacable patrimonio, fruto de herencias y de compras personales, en el que las propiedades rústicas y urbanas se complementaron con un lujoso mobiliario, objetos decorativos de estimable valor, ricos tapices y una valiosa colección pictórica.
Por parte paterna, percibió los bienes transmitidos por sus abuelos, don Juan de Castellví y doña Luisa Pons, y por su padre, don Basilio. Se trata de un vasto agregado de propiedades urbanas, que él mismo había incrementado con la compra en 1691 de una casa en la Plaza de Santo Domingo y tres casas y un «cuarto» en la calle de la Xerea en 1695. Constituía la principal la llamada Casa Grande —actual Palacio de Cervelló—, sita en la Plaza de Predicadores, lindante con el horno denominado de Santo Domingo y con la calle de la Xerea, situada frente al convento de Santo Domingo. Se añadía a ésta otra casa situada junto a ella que lindaba por la parte anterior con la Iglesia del Convento de Santo Domingo y por la posterior con el huerto de la casa anteriormente referida; otra casa sita en la calle de Xerea, limítrofe con la calle de la Noria, con una casa de esta herencia, con otra casa recayente en la herencia de don Luis March y con la calle de la Noria. Otra casa en la misma calle, y adyacente al huerto de la Casa Grande; otra casa baja y escalerilla contigua en la calle de la Xerea; otra casa en la misma calle, fronteriza por su parte delantera con el horno de la Parreta; otra casa en dicha calle, lindante con otra de la propia herencia, con una propiedad del convento de Santo Domingo, con el horno de la Parreta y con un callejón; y por último otra casa en la misma calle, contigua por su parte trasera, a la Casa Grande. Es decir, el conjunto de edificios reunía en aquellos momentos prácticamente toda la manzana.
Se añadían a ellos el goce del dominio, propiedad y usufructos de los bienes, casas, censales, rentas, derechos y acciones recayentes y que pudieran recaer en las herencias, vínculos y mayorazgos de Marco Antonio Pons; los bienes, derechos y acciones recayentes en el vínculo instituido por doña Leonor Martí, viuda y heredera del vicecanciller don José Pons, conformados por diferentes heredades, censos, el peso de la ciudad de Xàtiva y el lugar de Villatorcas. 7
Elementos ornamentales y colección pictórica
Atesoró también el marqués de Villatorcas un fabuloso acopio de piezas decorativas y obras de arte de gran valor. De ello nos informa el legado que recibió de su madre, doña Laura de Alagón, que, inventariado en septiembre de 1694, comprendía un amplio conjunto de muebles, entre los que destacan escritorios de madera de ébano decorados con marfil, veladores, bufetes, tocadores, vitrinas —entre las que sobresale una ricamente decorada con una imagen de plata de la Inmaculada Concepción—, camas, baúles… Se incluían también ocho cuadros en los que —junto al retrato del rey— dominaba la temática religiosa, con preeminencia de imágenes de vírgenes bajo diferentes advocaciones —Nuestra Señora del Sagrario, del Traspaso y de la Contemplación— representaciones de Cristo —Nacimiento, Adoración de los Reyes, Descendimiento— y de san Pedro de Alcántara. Constituían un apartado importante y de considerable riqueza las piezas de plata y muy especialmente las valiosísimas joyas engarzadas con piedras preciosas, especialmente esmeraldas, diamantes y rubíes, entre las que sobresalen un fastuoso pectoral, relicarios, cajas de oro con piedras incrustadas y riquísimos rosarios, aunque también se incluyan gargantillas, pendientes o sortijas. 8
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