Alex Fernández de Castro - La masía, un Miró para Mrs. Hemingway

Здесь есть возможность читать онлайн «Alex Fernández de Castro - La masía, un Miró para Mrs. Hemingway» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La masía, un Miró para Mrs. Hemingway: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En 1925, Ernest Hemingway regaló a su primera esposa, Hadley, un cuadro de Joan Miró. Se llamaba 'La masía' y mostraba las dependencias de servicio de la casa de verano de Miró en Mont-roig del Camp, Tarragona. Cuando el novelista abandonó a Hadley renunció a 'La masía', pero recuperó la tela en 1934, y ya nunca se separó de ella. A su muerte, el lienzo fue donado por su viuda, Mary Welsh, a la National Gallery de Washington DC. ¿Cómo fue la relación entre ambos artistas? ¿Por qué se sentía tan atraído Hemingway por el cuadro? ¿Qué importancia tuvo para Miró 'La masía' o la casa que lo inspiró? ¿Qué otros pintores interesaron a Hemingway? A éstas y a otras muchas preguntas trata de responder este libro, que también describe el largo periplo del cuadro, desde Mont-roig a Barcelona, pasando por París, Chicago, Florida o La Habana, hasta su destino definitivo en los Estados Unidos.

La masía, un Miró para Mrs. Hemingway — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Durante el verano de 1919, durante el cual Grace se construyó su propia casita a orillas de Lake Walloon, Hemingway pasó el menor tiempo posible en compañía de sus padres. Frecuentó a Bill y Kate Smith, hizo una larga expedición de pesca que más tarde inmortalizaría en el relato «Big Two-Hearted River» y salió con una pelirroja que trabajaba como camarera en el restaurante de Liz Dilworth. Cuando la chica dejó su trabajo en el restaurante, Hemingway sedujo a otra camarera del mismo local. La mayoría de sus biógrafos creen que fue con esta segunda empleada con quien tuvo su primera relación sexual. Aquella experiencia quedó reflejada en un relato, «Up in Michigan», censurado en los Estados Unidos hasta 1938.

Llegó el otoño, sus padres volvieron a Oak Park, y Hemingway se quedó en Michigan, primero en Lake Walloon, en casa de Liz Dilworth, y más tarde en una pensión de Petoskey. En ambos lugares siguió escribiendo, haciendo trabajos eventuales, saliendo con una chica tras otra.

Su suerte cambió al ser invitado a hablar sobre sus experiencias de guerra para un club femenino, la Ladies’ Aid Society , donde impresionó favorablemente a una mujer casada con el responsable de la cadena de tiendas Woolworth en Toronto. El matrimonio estaba a punto de emprender unas vacaciones a Florida, y necesitaba que alguien se quedara al cuidado de su hijo de dieciocho años. En enero de 1920, Ernest se instaló en la capital de Ontario, entró en contacto con los responsables del Toronto Star , y en los meses sucesivos publicó hasta veintiséis artículos para la edición semanal del periódico. Uno de esos reportajes, titulado «Rotating Pictures», publicado el 14 de febrero de 1920, estaba dedicado a un negocio de alquiler de cuadros 11.

En mayo, la tensión en el hogar de los Hemingway volvió a aumentar. Ernest se alejó del radio de influencia de su familia y buscó refugio una vez más en el norte de Michigan. En una carta fechada el 4 de junio, su padre le escribía desde Oak Park: «Espero que pienses más en lo que los demás han hecho por ti, que intentes ser compasivo, dulce y amable. No dudes que estoy orgulloso de tu talento e independencia, pero trata de suavizar tu temperamento, y nunca amenaces a tu padre o a tu madre. Los dos hemos intentado ayudarte durante muchos años, y esperamos que algún día experimentes la felicidad de tu propia familia, así como los desvelos, ansiedades y responsabilidades que semejante experiencia conlleva. Quiero que representes todo cuanto es bueno, noble y valiente en el hombre, que temas a Dios y que seas respetuoso con las mujeres» 12.

El conflicto llegó a su punto culminante a finales de julio en Lake Waloon cuando dos de las hermanas pequeñas de Hemingway, Ursula y Sunni, planearon una escapada nocturna al lago, en compañía de dos de sus amigos, los hermanos Loomis. En el último momento, decidieron invitar a Hemingway y a Ted Brumback, y éstos se apuntaron a la excursión. Los chavales estuvieron cenando y divirtiéndose hasta las tres de la madrugada, pero al volver remando hacia la orilla, comprobaron que las luces de las casas estaban encendidas. Los Loomis habían alertado Grace de la ausencia de sus hijos, y a la hora de repartir responsabilidades, ambas familias acusaron sobre todo a los mayores del grupo, Ted y Ernest, por haber participado de las fechorías de los más jóvenes e inconscientes.

A la mañana siguiente, Grace expulsó de su casa a Hemingway y a Brumback e hizo entrega a su hijo de una larga carta, llena de reproches: «El amor de una madre es como un banco. Cada uno de sus hijos llega a este mundo con una abundante y generosa cuenta corriente. Durante los primeros cinco años, el niño no hace más que retirar dinero… Entonces, durante los siguientes diez años, hasta la adolescencia, la cuenta bancaria sigue menguando… Pero ahora la adolescencia ha quedado atrás, ha llegado la madurez… la cuenta corriente necesita algún depósito significativo, en forma de gratitud, reconocimiento o interés en los asuntos o las ideas de la madre… Muchas madres que conozco están recibiendo esos depósitos, y otros regalos y devoluciones mucho más sustanciosas por parte de hijos con menos capacidad que el mío. Si no dejas de comportarte de forma tan perezosa y hedonista… de vivir a costa de los demás… de traficar con tu cara atractiva y engañar a chicas jóvenes y manipulables y de ignorar tus obligaciones con Dios y con Jesucristo tu Salvador… lo único que te espera es la bancarrota… Este mundo que es el tuyo necesita desesperadamente hombres, hombres de verdad, con tanta fortaleza física como moral». La misiva acababa en forma de amenaza: «No vuelvas mientras no seas capaz de abrir la boca sin insultar o avergonzar a tu madre» 13.

Las relaciones entre Hemingway y sus padres no se rompieron del todo, pero el alejamiento sería definitivo. La carta de Grace le empujó a mudarse a Chicago y buscar un trabajo que le permitiera seguir escribiendo. Su amiga Katy Smith le había animado a vivir en casa de su hermano, Yeremya Kenley. En los meses sucesivos, Hemingway viviría con YK, con la esposa de éste y otros tres amigos de la pareja, y se limitaría a ver a sus padres los domingos.

Miró había resuelto el conflicto con sus padres a los dieciocho años, pero todavía viviría con ellos la siguiente década, en el piso de Barcelona los inviernos, en Mont-roig los veranos. Incluso casado y siendo padre de una hija habría de regresar, obligado por las circunstancias, al piso del Passatge del Crèdit. Hemingway, por su parte, era tres años mayor que Miró cuando las tensiones con sus padres llegaron al límite y éstos lo obligaron a irse de casa. A partir de ese momento ya nunca volvería a vivir con ellos.

Ambos artistas tuvieron que vencer obstáculos y presiones familiares para emprender su camino. ¿Era consciente Hemingway de que «La masía» podía interpretarse en clave de calma después de la tormenta, de reconciliación entre un joven pintor y sus progenitores? Tampoco está claro en qué medida fue dicha reconciliación más completa en el hogar de los Miró que en la de los Hemingway. Más allá de la identificación del pintor con la tierra y con los que la trabajaban, que fue una constante en su vida, al centrarse en los elementos más humildes de la finca de Tarragona y dejar fuera de la composición el caserón donde dormía o comía en compañía de sus padres, ¿estaba haciendo alguna declaración de principios, afirmando cuáles eran los límites de la tregua que había firmado con ellos? Por su parte, al contemplar «La masía», ¿se lamentaría Hemingway de no haber conocido un lugar donde las diferencias con su propia familia pudieran quedar aparcadas, al menos durante los veranos?

6. MONT-ROIG BAJO EL MICROSCOPIO: LA PINTURA DETALLISTA, 1918-1920

En julio de 1918, la casa de verano de Mont-roig fue testigo de un nuevo giro en la evolución artística de Miró. En los últimos meses transcurridos en la ciudad había pintado la plaza de Catalunya, con «palmeras, muchas palmeras, motos y un tranvía con el anuncio del cacao Bonsassort» 1, además de dos escenas de interior, «Desnudo de pie» y «Flores», de trazo grueso y gran densidad de color. En el campo de Tarragona iba a alejarse del ruido y de los asaltos de la Agrupación Courbet al establishment artístico barcelonés, y a dar por iniciada una etapa que Josep Ràfols bautizó como detallista que fue fruto, una vez más, del efecto terapéutico que Mont-roig ejercía sobre Miró 2. De nuevo al aire libre y con la masía de sus padres como cuartel general, Miró se sometió a una férrea disciplina de trabajo y contemplación de la naturaleza. En una carta a su amigo Ricart, afirmaba haber empezado dos paisajes y abandonado las simplificaciones y las abstracciones: «Por ahora, lo que me interesa más es la caligrafía de un árbol o de un techo, hoja por hoja, ramita por ramita, hierba por hierba, y teja por teja» 3. En otra carta a Ràfols, afirmaba: «Ya ve que soy muy lento con el trabajo… Gozo de llegar a comprender en un paisaje una pequeña hierba -¿por qué despreciarla?– hierba tan graciosa como un árbol o una montaña. Aparte de los primitivos y de los japoneses casi todos se dejan esos aspectos tan divinos. Todos buscan y pintan sólo las grandes masas de árboles o montañas sin sentir la música de las pequeñas hierbas y pequeñas flores y sin hacer caso de las pequeñas piedras de un barranco» 4.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway»

Обсуждение, отзывы о книге «La masía, un Miró para Mrs. Hemingway» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x