En el primer mantra , Yajñavalkya afirma claramente que es un conocedor de brahman , es uno con brahman , un liberado en vida ( jīvanmukta ). En el segundo expone que el sabio ya no está interesado en demasiadas palabras –el período del estudio intelectual ya pasó para él–, tampoco habla en exceso, la luminosidad del silencio lo engulle en una dicha innombrable, ahora vive en la plenitud del silencio interior. Por medio de su práctica, el seguidor del jñāna-yoga entrega la totalidad de su vida a la autoindagación, a la búsqueda de lo Real, de lo Supremo, del Absoluto, de brahman . Pero, y esto es lo más fascinante, brahman no es algo que pueda ser descrito por medio del lenguaje ordinario, ni es un objeto de experiencia, ni tampoco es objeto de conocimiento en el sentido común de la palabra. El yogī sabe que debe llegar a conocer esta Realidad, que no es otra que su propia esencia. La búsqueda es muy sutil y requiere de un afinado intelecto.
Tal como dice la Chāndogya Upaniṣad :
Oṃ . (Este cuerpo) es la ciudad de brahman , en su interior existe una morada con la forma de un pequeño loto (del corazón); en su interior existe un minúsculo espacio. Lo que existe en su interior es lo que debería conocerse. Eso es ciertamente lo que uno debería desear conocer.8
Ante la pregunta de los discípulos sobre qué es lo que existe en este espacio interior, el guru responde:
Este espacio dentro del corazón es tan vasto como el espacio (exterior). En su interior están contenidos ambos, el cielo y la tierra, también el fuego y el aire, el sol y la luna, los rayos y las estrellas, todo lo que atañe a este mundo y todo lo que no, todo ello está contenido en este espacio.
Este espacio interior no envejece con la decrepitud del cuerpo. No perece con la muerte del cuerpo. Esta es la auténtica ciudad de brahman. 9
En la Kaṭha Upaniṣad leemos:
Ese ser supremo, que se halla oculto en todos los seres, no brilla hacia el exterior, pero puede ser visto por los sabios a través de sus intelectos concentrados y sutiles.10
Este «espacio sagrado dentro del corazón», este «ser supremo que se halla oculto en todos los seres» que los antiguos ṛṣis (sabios) intentan describir, es el espacio sagrado en el que los yogīs , en profunda meditación, entran, desaparecen y se deleitan permaneciendo en yogānanda , la dicha sublime de la unión con el Absoluto. Los sabios de las Upaniṣads se esfuerzan en describirnos esta realidad trascendente. En la misma Chāndogya Upaniṣad encontramos esta extraordinaria enseñanza del sabio Shandilya que, al igual que otros ṛṣis , buscaba el medio para describir lo indescriptible y expresar lo inexplicable, aquello que trasciende la mente y el intelecto. Esta es su enseñanza:
Todo esto es brahman . De Él emana el universo, en Él el universo se funde, en Él el universo respira. Por tanto, el hombre ha de meditar en brahman con la mente calmada.
Aquel que tiene mente, aquel cuyo cuerpo es sutil, aquel cuya forma es luz, aquel cuyos pensamientos son verdad, aquel cuya naturaleza es como el espacio, aquel cuya creación es este universo, aquel que contiene todos los deseos, todos los sabores y todos los olores, aquel que abraza la totalidad del mundo, aquel que nunca habla, aquel que no tiene ansia alguna.
Él es mi Ser, dentro del corazón, más pequeño que un grano de arroz, más pequeño que un grano de cebada, más pequeño que una semilla de mostaza, más pequeño que un grano de mijo; Él es mi Ser dentro del corazón, más grande que la tierra, más grande que la región intermedia, más grande que el cielo, más grande que todos estos mundos.
Aquel cuya creación es el universo, Él es mi ser dentro del corazón. Él es brahman. 11
Esta enseñanza trasciende la mente conceptual; la mente que no puede comprenderla. Como todas las demás prácticas yóguicas, la comprensión y el intelecto pueden llevar al aspirante hasta cierto punto, pero la meta del yoga es la liberación ( mokṣa , kaivalya ), liberando al yogī incluso de la misma práctica yóguica y conduciéndolo al conocimiento del ātman .
En unos mantras de la Muṇḍaka Upaniṣad encontramos una conocida analogía, que habla de un árbol en el que viven dos pájaros que son inseparables. Uno de ellos corre incansablemente para saborear todos los frutos y bayas, disfrutando de ellos cuando son maduros y dulces, y sufriendo cuando son verdes y amargos. El otro pájaro está siempre quieto e inamovible:
Dos pájaros con bellas alas eran amigos próximos y estaban posados en el mismo árbol. Uno de ellos comía los frutos con deleite, mientras que el otro lo observaba sin comer.
Bajo la ilusión y completamente inmerso en este cuerpo, el ser humano, impotente, sufre. Cuando ve al otro, al Señor adorado y ve su gloria como su propia gloria, se libera de todo sufrimiento.12
La Upaniṣad enseña que en nosotros existe una parte que se identifica con la mente y el cuerpo ( jīva ), que se considera la hacedora de la acción, que está sometida a la causalidad y recibe sus resultados bajo la forma de méritos ( puṇya ) y deméritos ( pāpa ). La otra parte es el testigo inmutable, la Conciencia ( brahman ), aquello que el yogī desea conocer. La Upaniṣad continúa:
Cuando el sabio aspirante reconoce a brahman (su propio Ser), siempre brillante como el oro, el creador, el Señor, la causa de Hiranyagarbha, entonces va más allá de los méritos y las faltas. Libre de toda impureza alcanza la total identidad (con brahman ).
Ciertamente este ( ātman ) es brahman que se manifiesta bajo la forma de todos los seres. Conociéndolo el sabio queda en silencio.13
El silencio que describe este último mantra es el corazón de la enseñanza de las Upaniṣads y del yoga . El yogī , tal como expresa esta analogía, con sus sentidos y su mente aquietados, trasciende su identificación con el cuerpo y la mente (dejando atrás al primer pájaro) y reconoce en su interior su gloriosa esencia siempre libre (el segundo pájaro inactivo y completo en sí mismo), el ātman , brahman .
Esta enseñanza no dual trasciende la palabra y es un gran secreto. El conocimiento del ātman solo puede ser transmitido por medio del silencio, por la gracia del guru , y necesita de una vida yóguica de ascesis y contemplación.
En este diálogo del gran sabio Yajñavalkya encontramos una de las enseñanzas más profundas de las Upaniṣads :
Entonces, Ushasta, el hijo de Chakra, le preguntó:
–Yajñavalkya, háblame acerca de brahman , que está inmediatamente presente, que es percibido directamente y que es el Ser de todo.
Yajñavalkya respondió:
–Es este, tu Ser, el que se halla dentro de todos.
Ushasta preguntó de nuevo:
–¿Y cuál es el Ser que se halla dentro de todos, Yajñavalkya?
Yajñavalkya respondió:
–El que respira a través del prāṇa es tu Ser que se halla dentro de todo. El que se mueve hacia abajo a través del apāna es tu Ser que se halla en todo. Ese que penetra a través de vyāna es tu Ser que se halla en todo. Ese que sale como uḍāna es tu Ser que se halla en todo. Es tu Ser que se halla en todo.14
Ushasta continuó:
–Háblame con precisión acerca de brahman , que es inmediato y directo, el Ser en todo.
Yajñavalkya respondió:
–Es este, tu Ser, el que se halla en todo.
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