Héctor Ferrari
El IUSAM de APdeBA
Una casa universitaria para el psicoanálisis
Colaboradoras
Dra. Clelia Manfredi
Lic. Elsa Grillo
PRIMERA EDICIÓN
Este libro relata la historia de la creación, aprobación y puesta en marcha del Instituto Universitario de Salud Mental de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, proceso que exigió más de doce años de trabajo y que se inauguró en el año 2005. Por el considerable trabajo que demandó y la movilización emocional que provoco en toda la institución, este acontecimiento no podía quedar en el olvido.
La idea de reconstruir la historia de este suceso nació en el año 2018 como un proyecto que presenté como su Director en el Departamento de Investigación del IUSAM, con el título de: “Universidad y formación psicoanalítica: historia y experiencia del Instituto Universitario de Salud Mental (IUSAM)”. El objetivo general era “reconstruir la historia de IUSAM, sus fundamentos, sus prácticas y experiencias como primer espacio universitario de formación psicoanalítica perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Internacional”.
Con este propósito inicial convoqué a dos distinguidas colegas amigas, integrantes del equipo original de gestión, para que colaboraran conmigo en la ardua tarea de rescatar la historia del acontecimiento que en su momento vivimos, disfrutamos y sufrimos mientras la gestión de acreditación se llevaba a cabo. Ahora nos tocaba rememorarlo y reconstruirlo. Me refiero a la Dra. Clelia Manfredi, quien fuera Secretaria General del Rectorado (1997-2009) y más tarde Directora del Departamento de Investigación (2009-2013) y a la Lic. Elsa Grillo, Pro-Secretaria del Rectorado (1997-2009) y luego Vicerrectora Administrativa (2009-2013). Ambas hicieron aportes sustanciales al trabajo de recuperar la historia de un momento trascendente para nuestra institución y colaboraron conmigo todo el tiempo para verlo transformado en un relato lo más fiel posible al recuerdo de los hechos surgidos a medida que se iban revisando innumerables documentos. Por su valiosa contribución, les estoy sumamente agradecido.
Este grupo también tuvo la fortuna de contar con la apreciable colaboración de la Lic. Lee Chia Lan (Orquídea), Magister egresada del IUSAM, que tuvo una presencia esencial en el equipo de trabajo. Nos ayudó con su capacidad de ordenamiento, búsqueda de material, registro de reuniones, contactos, etc. Su aporte fue sustancial para sistematizar una tarea por demás engorrosa y amerita el más sincero reconocimiento.
Por todo lo expuesto, expreso mi más profunda gratitud y agradecimiento a este grupo que contribuyó significativamente a que el ineludible deseo de contar con una historia del IUSAM de APdeBA se pudiera llegar a realizar en tiempo y forma.
Héctor Ferrari
El día 9 de noviembre del 2005 las máximas autoridades nacionales de la Argentina aprobaron la creación y funcionamiento del Instituto Universitario de Salud Mental de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (IUSAM de APdeBA). Era la culminación de un largo proceso de acreditación académica que la institución había comenzado en el año 1996 ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).
¿Cuál era la novedad? Que por primera vez en el mundo, una asociación psicoanalítica perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) había no solo creado una universidad para alojar al psicoanálisis en su propia casa, sino que la formación analítica plena que brindaba iba a tener, también por primera vez, certificación universitaria.
La noticia de la aprobación constituía en sí todo un acontecimiento. Tenía que ver con la larga historia transcurrida durante el siglo XX entre el psicoanálisis y la universidad, pero más específicamente, con la formación analítica y la universidad. Desde que Freud escribió sobre el tema, se sucedieron innumerables discusiones y debates para tratar de entender una relación que había dado lugar a debates tan apasionantes como conflictivos. En simultáneo, era sorprendente constatar que, durante casi un siglo, el psicoanálisis fue logrando tener en la academia un lugar muy respetado y distinguido. Figuras prestigiosas del ámbito de la cultura conocían y comentaban sus trabajos y lo incorporaban a sus propias producciones…Pero, curiosamente durante ese período la formación psicoanalítica plena, la que requiere una integralidad basada en un análisis didáctico, supervisiones didácticas y seminarios teóricos, administrados bajo la responsabilidad de una institución, nunca había logrado ingresar en el campo académico.
Habrá que remontarse a finales del siglo XX, a la década de los noventa para reconectarse con aquellos momentos y situaciones que hicieron posible que APdeBA tomara una decisión tan inédita como polémica para una institución psicoanalítica y, lo más extraño, haberla sostenido tantos años hasta concretarla: crear un Instituto Universitario ¿Qué cosas ocurrían por entonces? El psicoanálisis, que en décadas previas había logrado una aceptación y predominio casi único en todos los ámbitos de la ciencia y la cultura, había empezado a tener que compartir su misión con otros actores: otras teorías que ofrecían supuestamente métodos rápidos y más resolutivos, la utilización indiscriminada de psicofármacos, la aparición en el escenario de las neurociencias y el surgimiento de otros paradigmas culturales. Se hizo popular pronosticar que el psicoanálisis estaba por desaparecer y que sería reemplazado por técnicas más modernas. Se empezaba a notar una declinación de vocaciones analíticas así como la dificultad de implementar análisis largos e intensivos. Muchos médicos y psicólogos empezaron a frecuentar los posgrados universitarios que se ofrecían en psicoanálisis, aunque solo brindaban las herramientas teóricas del psicoanálisis.
La APdeBA de los noventa presentía estas dificultades, pero no estaba excluida de sufrir sus efectos. Pero se venían tomando una pluralidad de medidas para contrarrestarlas. Había ganado en pluralismo teórico, había lanzado un vasto programa asistencial y de extensión a la comunidad, seguía instalada sólidamente en la comunidad psicoanalítica y contaba con un plantel de analistas muy involucrados en la universidad. Pero las amenazas persistían. En el horizonte, se presagiaba la tormenta económica y social que iba a estallar poco después en el 2001.
En medio de este contexto surgió en 1995 la Ley de Educación Superior, que estaba destinada a evaluar y acreditar a las instituciones académicas, las que estaban en funciones y a las por crearse. En ese momento la opción para APdeBA era: instalar el psicoanálisis en una universidad ya establecida o crear una casa universitaria propia para el psicoanálisis. Esta última era la más compleja y la más riesgosa. Pero también la propuesta más ambiciosa, la que podía ser más cercana con la que Freud había soñado para la formación analítica en el año 1926. Otras instituciones del psicoanálisis lo intentaron pero quedaron en el camino y se conformaron con aliarse a universidades establecidas con Doctorados o Maestrías de psicoanálisis meramente teóricos.
APdeBA siguió adelante con su decisión y logró con el IUSAM concretar una experiencia que pronto va a cumplir un cuarto de siglo. Permite al psicoanálisis convivir con y entre las Ciencias Humanas. Y su formación integral, avalada por la Asociación Psicoanalítica Internacional, logró por primera vez ser aprobada por la letra académica.
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