Solo de verle me había alegrado, pues en el fondo me gustaba muchísimo. Mi amigo el costeño que se llamaba Julián, me preguntó que quien era y yo le respondí, el hombre que más me gusta, fue un descaro que no medí, siempre me hice el machito en su compañía, pero me gustó tanto ver al Tieso que no me importó.
Estaba fumando marihuana en su coche y fue tan rico que le dije que quería, él me preguntó si sabía fumar y le dije que el Rolo y Michín me habían dado a probar un día, pero que no había sentido nada, pero que me gustaba el olor y sabor de la marihuana.
Esa noche le dije a mi madre que iba a salir con un amigo y ella preocupada, anotó las placas y el modelo del carro, el Tieso la vio y se puso a reír, porque no daba crédito a lo que estaba pasando.
Él también se había puesto feliz al verme y sobre todo verme tranquilo y sonriente, tanto que me dijo que le hacía muy feliz que estuviera con mi madre y no con personas que se aprovechaban de mí.
Era un viernes, estaba contento y me dijo que si quería ir a una fiesta. Yo le dije que me gustaría, pero que no tenía ropa y que ya había pasado pena en la fiesta del Rolo y Michín, porque era el único mal vestido, así que me llevó a Chipichape, allí me enteré de que el Rolo tenía con su hermano Cherazy, una tienda de ropa llamada Emporium, que era la más popular. Esa noche el Rolo se puso a reír cuando nos vio llegar a los dos juntos y dijo que cogiera lo que quisiera que el Tieso pagaba.
Solo pude coger un pantalón y una camisa pues me daba vergüenza abusar de la confianza, todos se rieron de mí y me dijeron que tenía el gusto en el culo, así que entre ellos eligieron la ropa, zapatos y la cuenta fue de casi 3.000.000 de pesos, no podía imaginar por qué pagaba tanto por una persona que aún conocía poco. Pero me dijo: “Relájese y párchese*, que usted va a ser mi bebé y todos lo van a saber”.
Esa noche también me llevó a cenar y compramos comida para llevarle a mi madre y a mis hermanas, en el camino paramos en su peluquería para que nos hicieran el corte. Luego me dejó en casa y me dijo que pasaba a por mí, a las 02:00 de la madrugada.
Mi mamá estaba muy preocupaba, porque no sabía qué amistades tenía yo y cuando me vio llegar con todas esas compras se tranquilizó y se puso contenta de verme a mi feliz. Sin duda ese fue el comienzo de una gran amistad entre el Tieso y yo, no sabía si era por el porro, o porque había visto que él tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Después de dejarme en mi casa, pasé al negocio de mi amigo Julián y le dije que no se preocupara, que cuando terminara le podía dar el equipo a mi madre, o si no, que lo guardara y ya me lo daría.
En cierto modo, me dio algo de pena por irme y dejar a mi amigo solo, estaba trabajándole, porque quería una complicidad con él, sobre todo por el paquete que se le notaba, decía mucho de lo que tenía y muchas veces en las noches me hacía unas pajas pensando en cómo sería su polla. Le dije que no le fuese a decir nada a mi madre de lo que le había dicho, que el Tieso era el hombre que me gustaba y me dijo que no me preocupara, pero quería que se enterara que me gustaban los hombres.
Le dije a mi madre que iba a salir de fiesta y se enfadó tanto que no me quería dejar ir, pero como pude me posicioné y le dije que iba a salir sin su permiso. Llegó la hora en la que el Tieso pasó a por mí, me había arreglado y puesto mi ropa nueva y mi mamá quedó encantada, pues me decía que me veía muy lindo, mis hermanitas me decían que era el niño más lindo y me besaban, quise pasar a despedirme de mi amigo Julián, cuando me vio solo pudo decir que estaba muy bonito, como aceptando que era gay.
Cuando llegó el Tieso, desde dentro de su coche pudo verme cómo estaba vestido, me abrió la puerta y lo primero que me dijo fue: “Va la madre* que la riqueza embellece mucho, pero solo te falta el aroma y un celular”, sacando así un perfume de París Hilton, que me pareció que olía maravilloso y un celular Samsung, que era el de moda, que costaba más de 1.000.000 de pesos. Cuando me lo vio me dijo: “Ahora si estás completico”. No daba crédito a lo que estaba ocurriendo y me puse a llorar, porque al final no sabía cuál era su interés por mí.
Ligeramente me cogió la cara y me dijo que verme feliz era su propósito, que él sabía que era un culicagao*, pero que era muy diablo, porque los chicos hablaban mucho de mí y antes de que le conociera, él ya estaba interesado en mí y que no le importaba si le gustaba o si iba a haber algo sexual, solo con ver mi sonrisa era suficiente para él ser feliz y que iba a ser mi mejor amigo.
Ese día nos fuimos a la fiesta, era muy cerca de Sameco, concretamente en Mega, una zona industrial donde se encontraban las discotecas más prestigiosas de la ciudad. Cuando llegamos, nos bajamos y uno de sus escoltas se encargó de la camioneta, precisamente nos bajamos donde el exesposo de Aracelly trabajaba y vio que iba muy bien vestido y que estaba entrando a la fiesta más cara de esa noche.
Recuerdo que me dio mucha vergüenza verle, porque no sabía que iba a pensar de mí, seguro que se lo iba a contar a Aracelly y ella a mi padrino Hernando, formándose un chisme, pero al final quería vivir mi experiencia, así que ni le presté atención. Solo sé, que había muchísima gente, mujeres y hombres muy guapos, vi que la fiesta era en la montaña, por eso se llamaba “La Roca”, se presentaban el DJ Dirty South. Pude ver que había gente haciendo fila, pero nosotros no la hicimos y ni siquiera me pidieron la documentación.
Al llegar al palco, ya estaba el Rolo y Michín, me presentaron a otros amigos de ellos, en total en el palco éramos como veinte personas. Pude ver que el Tieso, el Rolo, Michín y otros, estaban tomando unas pastillas de colores y les pregunté que qué era, el Tieso me dijo que era éxtasis, pero que yo no podía tomar, porque nunca lo había probado y le dije: “Que si no lo probaba en ese momento, ¿cuándo iba a ser?”, así que cogió una, la partió en dos y una mitad me la dio a través de un beso, luego me dio de beber un Red Bull. El Rolo y Michín vieron la escena, se acercaron a nosotros y en plan broma nos dijeron: “Maricones”, el Tieso se puso a reír, pero yo me avergoncé.
Después de unos minutos, me sentía feliz, bailaba y sudaba mucho, el Tieso al otro extremo bailaba y se estaba besando con una chica que se llamaba Andrea Rincón, que era la modelo más popular en ese momento, yo sentí algo de celos, pero me sentía fantástico por el efecto del éxtasis. El Rolo y Michín, me ofrecían marihuana, cocaína, sabían que era mi primera vez y querían ver el efecto que causaba en mí.
La fiesta fue un éxito, pero el Tieso decidió irse antes con Andrea, me dijo que me quedara y que disfrutara de la fiesta, le hice caso, pero en cierto modo estaba con rabia, porque él me había invitado, disfruté de la fiesta junto al Rolo, Michín y los otros amigos que estaban con ellos.
Llegó el momento de irnos, el Rolo y Michín me avisaron de que me iba con ellos de remate*, iban a hacer una fiesta con DJ en su casa, que estarían varios amigos, yo no me enteraba mucho de lo que decían, porque estaba demasiado drogado, entonces me dejaba llevar y sobre todo confiaba en ellos.
Orgías, Orgías, Orgías
Era ya de día, me subí en el coche del Rolo, él me prestó unas gafas porque tenía una cara de embale* por las drogas y así disimulaba un poco, cuando llegamos a su casa empezaron a llegar más gentes y el DJ empezó de nuevo la fiesta, yo no paraba de bailar.
Entre el Rolo y Michín, me enseñaban a bailar, aprendía rápido porque les encantaba como bailaba y nos metíamos más y más drogas, así todo el día hasta que llegó la noche. Ya se habían ido casi todos, quedaban algunas chicas y otros amigos, todos nos sentamos en la sala de su casa viéndonos a la cara, pero hubo un momento en el que el Rolo sacó la polla y se la puso a chupar a una chica frente a todos y poco a poco, cada uno empezó a masturbarse allí mismo, pero yo de lo muy drogado que estaba, me daba vergüenza, pero me llamó y me puso a chupársela en compañía de la chica, así que se la chupamos los dos.
Читать дальше