Estábamos todos desnudos en aquel salón y a pesar de que estaba drogado, podía sentir el morbo de ver que entre todos nos estábamos follando, he de decir que los hombres cogieron a las tres chicas y a mí, nos intercambiaron y nos follaron a su ritmo.
Hubo un momento que me puse de pie, porque no daba crédito que me estuvieran follando tantos tíos y sobre todo que yo me estaba follando a una de las chicas, no quise perder la oportunidad y me fui al lado del Rolo y Michín, porque era con los que tenía más confianza, pero nunca dejando de probar las otras pollas, ya que todos tenían buenas pollas, después de casi de dos horas follando, cuatro de los tíos se corrieron en mi culo, los otros y yo nos corrimos con las chicas, pues una de ellas estaba muy enganchada conmigo.
Después de la orgía me pidieron que me pusiera boca arriba, me abriera de piernas y que sacara la leche que habían dejado todos en mi culo, no sé por qué lo pidieron, pero les puso cachondos porque cuando vieron salir la leche, volvieron a follarme para meterme la leche de nuevo, era su juego y estaba dispuesto a seguir, pues todos me gustaban, pero las chicas se rayaron, porque vieron que estaban más enganchados conmigo. Se fueron a la piscina a fumar marihuana, mientras ellos y yo nos quedamos morboseando* en el salón.
No sabía bien qué me pasaba, estaba muy ligero y obedecía a todo lo que me pedían, el Rolo me dijo que era por los éxtasis que había tomado, que me ponían muy puta y que ese día me iban a dar polla hasta que me saliera la leche por las orejas. Me encantaba porque no me importaba nada y no ponía problema de chupar y que me follaran las veces que quisieran, hasta que de nuevo se corrieron, pero esta vez lo hicieron dentro de mi culo y en mi cara.
Pero después de casi cinco horas follando, me fui a la piscina donde estaban las chicas, me duché y me quedé con ellas fumando y hablando de que al final a los hombres les encantaba más follar un culo.
En cierto modo estaban algo disgustadas, pero me dio igual, a ellas también las habían follado, pero yo no tenía culpa de que ellos quisieran seguir morboseando* con mi culo. No todos los días se folla un culito de un ‘bebé’ de catorce añitos, cerradito y virgen.
Sobre las 11:00 de la noche, Michín me dijo, que nos íbamos al Km. 18, que había un remate* en la finca de un amigo y que teníamos que organizarnos para ir, nos arreglamos y nos fuimos a comer a la calle, para después irnos a la finca.
Al llegar a la finca pude ver que estaba el carro del Tieso y nada más verme, se vino a preguntarme, que qué tal lo había pasado en la fiesta, pero una de las chicas con las que habíamos follado, se sentó a nuestro lado y le soltó que todos ellos me habían follado toda la tarde y que yo estaba tan pepo* que me puse como una perra a tragar leche, no supe bien cómo actuar, pero el Tieso soltó una carcajada y le dijo a la chica que se fuera de su finca y llamó a todos los que habíamos llegado y les dijo que la chica chismoseaba contando lo que habían hecho conmigo, así que entre todos la echaron de la finca.
Después de eso el Tieso me llevó a su habitación y se disculpó por dejarme solo, pero que la tía le había puesto muy caliente y quería follársela de urgencia, así que le dije que no se preocupara, que nosotros dos éramos solo parceros*, así que me besó y empezó a tocarme el ojete y pude sentir que se ponía muy cachondo, pues se quitó la camisa dejando ver su cuerpo blanco y marcado, luego se sacó la polla, para mí era la más bonita de todas las que me había follado en la noche y empecé a chupársela, pero no cabía en mi boca, tuve que parar y ponerme de pie para poderle ver tirado en la cama, con la polla dura y su cuerpo perfecto, con una cara que era muy dulce.
Luego no pude parar de reír, porque no daba crédito que estuviese aún más cachondo, después de la orgía que había hecho con Michín y Rolo, así que le empecé a relatar al Tieso lo que había pasado y este se puso como un loco pues me tiró a la cama, me puso boca abajo y me la metió de golpe sin darme chance* de acoplarme a ella, me folló tan duro, que mis gritos se escuchaban por encima de la música.
Pero me encantaba, aunque no lo hacía con rabia, lo hacía con ganas, me decía al oído: “Esperé tanto por esto, que no te voy a dejar salir de esta habitación en varios días”, mientras me decía eso, me follaba más y más duro, pero yo estaba tan caliente, que como pude me levanté y lo empujé hacia la cama para luego sentarme en su polla, me la follé y fue tanto el morbo y conexión entre los dos, que nos corrimos sincronizadamente, él lo hizo en mi culo y yo en su pectoral, ciertas gotas de mi leche le cayeron en sus labios y me tiré a su boca para besarle.
Esa noche no quisimos salir de la habitación, dormíamos y al momento de nuevo nos despertábamos y seguíamos follando, así hasta cuatro veces, tanto que perdimos la noción del tiempo, había llegado el domingo a media noche y hasta el martes no nos levantamos, del hambre que teníamos y al salir de la habitación estaban todos durmiendo desnudos. Para mí había sido la follada de mi vida, con el hombre que más me gustaba y que mejor me hacía sentir.
El Tieso y yo nos pusimos a reír, había unos cuantos dormidos y tenían sus pollas duras, yo estaba tan cansado, que no quería ver más pollas, nos arreglamos y nos fuimos los dos solos a Sameco para desayunar.
En el camino el Tieso empezó a burlarse de mí, sabía que era mi primera fiesta y sobre todo mis primeras drogas, estaba claro que yo estaba hecho para ello, había superado todos los límites, pues la vergüenza que me había dado, no la soportaba ninguna perra, le encantaba, porque así me quería, siempre quiso un parcero* y estaba feliz de haberlo encontrado. Sabía que me gustaba el Rolo y Michín, pero que no le importaba, sabía perfectamente cómo eran los dos y que yo me convertiría en el ‘bebé’ de todos.
No sabía bien qué me quería decir con ello, pero me gustaba y sonreí porque al final había disfrutado mucho de aquella experiencia con todos y sobre todo me había encantado la fiesta.
Al llegar a Sameco no me dejó salir del carro y me dijo que tenían que venir ellos a atenderme, así que pude ver que Aracelly se acercó a la camioneta y cuando él abrió la ventana, se llevó una sorpresa al verme allí con él, empezó a hacernos bromas y el Tieso le respondía, en una de ellas le dejó claro que yo era su bebé, eso le dejó muy seria, yo solo me reía y encendí un porro mientras ella iba a servir lo que le habíamos pedido.
Podíamos ver que todos hablaban y miraban hacia el carro, seguro que estaban hablando mal de mí, porque los conocía y sabía a la perfección cómo se expresaban todos, abrí la ventana y saqué una buena bocanada de humo de marihuana para que sintieran el olor, fue un rotundo “me importa un culo lo que pensáis de mí”.
Al terminar me llevó a casa de mi madre, era hora de descansar y además no quería que me pasara todo el día loco de drogas. Al llegar a casa de mi madre sacó 500.000 pesos y me los dio, me sentí fatal, pero me obligó a que los recibiera, porque él se encargaría de mis cosas de ahora en adelante, me dijo que mantuviese operativo el teléfono, que me estaría llamando para vernos.
Cuando abrí la puerta de mi casa, mi madre saltó, porque llevaba cinco días sin aparecer y ya estaba muy preocupada, pero al verme quedó muy tranquila, le dije que me había ido de fiesta y luego me fui a la finca de mi amigo. Me duché, luego me puse en el salón y le di 300.000 pesos para los gastos, me preguntó que de donde había sacado ese dinero y le dije que me lo había dado mi amigo, se quedó callada y no hizo más preguntas.
En la noche pude ver que mi amigo Julián, estaba trabajando en el negocio, salí y me puse a charlar con él sobre la fiesta, mientras él me preparaba algo especial para comer. Yo no pensaba desistir de él, me daba muchísimo morbo mi amigo el costeño, así que empecé a contarle lo que aconteció, se sentó frente a mí y pude notar que la polla se le puso dura, de solo escuchar lo que le estaba contando y fue tanto mi descaro que le dije: “¡Wow! se ve que la tienes bien grande”, a lo que él con una risa nerviosa me contestó: “Que era normal, que todo eso se la pone dura a cualquiera”, le dije que si quería le podía dar una mamada y me respondió: “Que yo no era capaz con su polla, ya que él era costeño y estaba acostumbrado a comer burra*”, no entendí en ese momento lo que me quiso decir, pero le reté y le dije que me probara, nos entramos hacia donde se guardaban las cosas del negocio y al entrar, con mi mano le agarré el bulto y pude sentir que la tenía demasiada dura.
Читать дальше