Rosa Castilla Díaz-Maroto - El frágil aleteo de la inocencia

Здесь есть возможность читать онлайн «Rosa Castilla Díaz-Maroto - El frágil aleteo de la inocencia» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El frágil aleteo de la inocencia: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El frágil aleteo de la inocencia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Con el firme convencimiento de que Carlos recapacitará, y que la distancia entre ellos no será un obstáculo para continuar con su relación, Marian, viaja hasta Washington para emprender un nuevo reto profesional.
Los sentimientos de soledad y añoranza nacidos de la distancia, encontrarán consuelo con las nuevas amistades que aparecerán en su nueva vida. Pero sus principios firmes y fuertes encontrarán su talón de Aquiles cuando conozca a Alan Carson, el hijo de su jefe y fiel sucesor del imperio Carson & Carson.
Marian luchará por vencer esa pasión incontrolable y mantenerse fiel a Carlos… ¿pero será capaz de conseguirlo, o sucumbirá a Alan?
Piérdete por las páginas de esta maravillosa novela que te hará sentir la pasión a flor de piel.

El frágil aleteo de la inocencia — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El frágil aleteo de la inocencia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—No, mamá. Tengo una persona a mi disposición como ya te dije, me va a enseñar y a aconsejar sobre los sitios por los que puedo moverme sin problemas; además, llevamos un chófer que hace las veces de guardaespaldas.

—Me da miedo que salgas tu sola por ahí, es una ciudad extraña para ti.

—No temas, es una gran ciudad mamá, de momento me siento cómoda y segura.

—¿Tienes el trabajo lejos de donde vas a vivir?

—No lo sé, me han dicho que está como mucho a quince minutos de distancia en coche. Me van a asignar un vehículo.

—Te veo bien, hija.

—Yo a ti también. No debes preocuparte.

—¿Qué has comido?

—Sabes. Resulta que el chef del hotel es vasco.

—¡No me digas!

—Sí, es discípulo de un famoso cocinero.

—¡Qué casualidad! Me imagino que te pondrá bien de comer.

—Síííí, mamá.

—¿Qué has comido hoy?

—Una ensalada y pescado al horno. Nada de comida basura. Aquí también se puede comer bien, hay buenos restaurantes aparte de los de comida rápida. Hay donde elegir, no te preocupes.

—¿Hay buenos sitios donde comprar comida?

—Pues claro… además, tienen de todo: fruta, verdura, carne, pescado… tienen buena calidad. Es como allí, pero eso sí, tienen productos diferentes que desde luego pienso probar.

—Ten cuidado con lo que comes y con el agua.

—Bebo mineral.

—¿Hay hospitales cerca?

—Sí. Y muy buenos. Ya sabes que el tema de los médicos lo tengo cubierto ¿verdad?

—Eso es algo que me preocupa mucho.

—Espero que no me haga falta.

—Eso es lo principal… que no te haga falta, hija.

—Si puedo te volveré a ver cuándo me levante por la mañana; quiero conectarme con Carlos y Andrea antes de que sea más tarde.

—Muy bien, hija. Un millón de besos y abrazos.

Veo como su rostro se vuelve triste y comienzan a resbalar las lágrimas por él.

—Mamá. No te pongas triste, por favor —se me llenan los ojos de lágrimas a mí también al ver como recorren sus mejillas, le cuesta digerir que su pequeña haya levantado el vuelo y que se haya ido tan lejos de su protección.

—Estás lejos, hija.

—Lo sé. Iré en cuanto pueda, ya lo sabes.

—Lo sé.

—Anda, no llores —se me hace un nudo en el estómago—. ¡Vaya ánimos que me das!

—Perdóname, hija.

—Cuídate.

—Lo mismo te digo.

—Hasta mañana, mamá.

Finalizo la conversación y me tomo algo de tiempo antes de decidir si llamar primero a Andrea o a Carlos. La emoción de ver a mi madre a través de Skype me supera, necesito tomar aire antes de continuar.

Tras pensármelo unos segundos… me decido por Carlos; dejo para más tarde a Andrea ya que si quedo con sensación de desánimo… ella me ayudará a levantarlo con sus ocurrencias y su energía positiva.

Carlos llama a través de Skype . Se ha dado cuenta de que estoy conectada.

Le doy paso.

Le observo. Estamos conectados pero él no se ha dado cuenta todavía. Se mueve en su asiento buscando algo sobre la mesa de trabajo, veo al fondo la ventana que justo hay detrás de la mesa. Se para por fin delante de la pantalla. Está serio. La imagen no es buena y sin embargo cuando he hablado con mi madre si lo era. Tiene el cabello despeinado y lleva puesta una camiseta azul sin mangas con lo que… veo sus fuertes hombros. La imagen parece mejorar bastante y aprovecho para recorrer con mis ojos su rostro… hasta llegar a sus perfectos labios que se encuentran entreabiertos. Finalmente se percata de que estamos en línea.

—Estas ahí. No has dicho nada —sonríe.

—¿Estabas buscando algo?

—Sí, unas anotaciones. Ya las he encontrado.

—Te veo bien. Estás guapísimo. —Gira la cabeza de un lado a otro riendo mientras se muerde el labio inferior. ¡Quién pudiera morderlo y saborearlo! ¡Se me eriza la piel solo de pensarlo!

—Me miras con buenos ojos. ¿Acabas de ducharte?

—Sí.

—¿Llevas puesto solo el albornoz? —me pregunta en tono jocoso. Parece relajado y confiado.

—No —arqueo las cejas—. Llevo ropa interior. ¡Pero bueno Carlos, esta conversación… no me gusta a través de Internet!

—Lo sé. Solo quería ponerme en situación.

—¿En situación? —me irrita su comentario.

—Es una broma mujer. Estás… preciosa —baja la mirada y unos instantes después la levanta hacia mí—.Tenía muchas ganas de verte.

—Yo también —me emociono, cómo no.

—No tanto como yo —dice con tristeza.

Esa mirada de Carlos… es una mirada culpable. Sigue sintiéndose responsable del distanciamiento que ha habido entre los dos.

—Tú… tú no sabes cuánto te extraño yo.

—Dejémonos de si tú más o yo más, es una tontería.

—Desde luego, esto parece una conversación de tontos.

—Tienes razón, perdóname —se acerca un poco más a la pantalla de su ordenador—. No he tenido un buen día. Discúlpame. —dice mirando fijo a la cámara.

—¿Problemas en el trabajo?

—No, problemas emocionales —llego a apreciar como sus ojos se envuelven en una profunda tristeza.

Me observa.

Me quedo sin palabras mirando a la pantalla del ordenador.

Cojo entre los dedos mi medio mundo.

—Me duele verte así, me minas —se da cuenta que tengo cogido entre los dedos mi medio mundo y él hace lo mismo con el suyo—. Ya… no puedo volver atrás Carlos, dame fuerzas y no me hundas —mis ojos se llenan de lágrimas—. Esta angustia que sentimos los dos… irá remitiendo poco a poco, debemos tener paciencia.

—Lo sé, Volvoreta —dice con pena.

—Entonces… anímate, hazlo por mí, me quedo hecha polvo si te veo así… No tengo donde buscar consuelo ¿entiendes? —No puedo contener las lágrimas— No tengo a nadie a quién agarrarme o en quién apoyarme… Tengo los sentimientos a flor de piel al igual que tú —observo a duras penas como me mira, ya que las lágrimas no me permiten ver con claridad su rostro.

—Es el primer contacto visual… Me ha impactado verte. Perdóname. Sé de sobras que se irá apaciguando esta sensación de vacío, sé que me voy a acostumbrar. Lamento hacerte llorar —su mirada suplica que le comprenda—. ¿Has contactado con tu madre?

—Eso me parece bien, me gusta que cambies de tema —digo entre sollozos—. Sí, pero ya sabes… no paraba de preguntarme: si he comido, lo que he comido… que tenga cuidado con esto y con aquello…

—Me lo imagino.

—Hoy he tenido oportunidad de conocer un poco la ciudad, los sitios que pueden ser de interés para mí día a día. Ya sabes… tiendas, etc.

—¿Y qué te parece la ciudad?

—No está mal, ya le iré cogiendo el aire a todo. Acostumbrada a Madrid todo me parece diferente. Cuando tenga que buscar algo en concreto… no voy a saber muy bien donde buscarlo. No me preocupa mucho, ya que Anne, ya sabes… una especie a asistente o personal shopper , me lo solucionará rápido, me asistirá durante un tiempo.

—Eso está bien, y… ¿qué tal la comida?

—Buena. Ya sabes… hay de todo. Mi madre piensa que solo se come aquí comida rápida, pero nada más lejos de la realidad. El lunes me van a mostrar el apartamento donde voy a vivir.

—Ya me contarás.

—¡Y lo veras! Grabaré un video para que veáis donde voy a vivir para que os quedéis tranquilos.

—Estoy tranquilo y deseando ver y saber dónde vas a vivir. ¿Has ido a la oficina?

—No. El señor Carson me ha dicho que me recogerá el miércoles para ir a la sede. Alan está de viaje y regresa el martes por la noche. Quiere presentarme a sus hijos y al resto de la cúpula de la empresa. Todavía no me ha dicho cuando me voy a incorporar al trabajo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El frágil aleteo de la inocencia»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El frágil aleteo de la inocencia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El frágil aleteo de la inocencia»

Обсуждение, отзывы о книге «El frágil aleteo de la inocencia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x