Bernal Díaz del Castillo - Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)

Здесь есть возможность читать онлайн «Bernal Díaz del Castillo - Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3): краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es una obra de Bernal Díaz del Castillo, que fue uno de los soldados participantes en la mayoría de las jornadas de la conquista de México en el siglo XVI. Es una obra de estilo cautivador desde las primeras líneas. Nos narra el proceso de la conquista de México de una manera ruda, aunque sencilla, ágil y directa. Leer su libro es transportarse al pasado y vivir al lado de un soldado todos los sucesos de la conquista: descripciones de lugares, relatos de personajes, anécdotas, críticas agudas y angustiantes relaciones de fatiga y peligros enfrentados.

Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3) — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Demás desto, el Bernardino Vazquez de Tapia ya habia adolecido en el camino de calenturas, y como vieron las cartas, se volvieron; y los embajadores con quien iban dieron relacion dello á su Montezuma, y les preguntó que qué manera de rostros y proporcion de cuerpos llevaban los dos teules que iban á Méjico, y si eran capitanes; y parece ser que les dijeron que el Pedro de Albarado era de muy linda gracia, así en el rostro como en su persona, y que parecia como al sol y que era capitan; y demás desto, se lo llevaron figurado muy al natural su dibujo y cara, y desde entónces le pusieron nombre el Tonacio, que quiere decir el sol, hijo del sol, y así le llamaron de allí adelante, y el Bernardino Vazquez de Tapia dijeron que era hombre robusto y de muy buena disposicion, que tambien era capitan; y al Montezuma le pesó porque se habian vuelto del camino.

Y aquellos embajadores tuvieron razon de comparallos, así en los rostros como en el aspecto de las personas y cuerpos, como lo significaron á su señor Montezuma; porque el Pedro de Albarado era de muy buen cuerpo y ligero, y facciones y presencia, y así en el rostro como en el hablar, en todo era agraciado, que parecia que estaba riendo; y el Bernardino Vazquez de Tapia era algo robusto, puesto que tenia buena presencia; y desque volvieron á nuestro real, nos holgamos con ellos, y les deciamos que no era cosa acertada lo que Cortés les mandaba.

Y dejemos esta materia, pues no hace mucho á nuestra relacion, y diré de los mensajeros que Cortés envió á Cholula, y la respuesta que enviaron.

CAPÍTULO LXXXI

Índice

CÓMO ENVIARON LOS DE CHOLULA CUATRO INDIOS DE POCA VALÍA Á DESCULPARSE POR NO HABER VENIDO Á TLASCALA, Y LO QUE SOBRE ELLO PASÓ.

Ya he dicho en el capítulo pasado cómo envió nuestro capitan mensajeros á Cholula para que nos viniesen á ver á Tlascala; é los caciques de aquella ciudad, como entendieron lo que Cortés les mandaba, parecióles que seria bien enviar cuatro indios de poca valía á desculpar é á decir que por estar malos no venian, y no trujeron bastimento ni otra cosa, sino así secamente dieron aquella respuesta; y cuando vinieron aquellos mensajeros estaban presentes los caciques de Tlascala, é dijeron á nuestro capitan que para hacer burla dél y de todos nosotros enviaban los de Cholula aquellos indios, que eran macegales é de poca calidad.

Por manera que Cortés les tornó á enviar luego con otros cuatro indios de Cempoal á decir que viniesen dentro de tres dias hombres principales, pues estaban cuatro leguas de allí, é que si no venian, que los ternia por rebeldes; y que cuando vengan, que les quiere decir cosas que les convienen para salvacion de sus ánimas, y buena política para su buen vivir, y tenellos por amigos y hermanos, como son los de Tlascala, sus vecinos; y que si otra cosa acordaren, y no quieren nuestra amistad, que nosotros no por eso los procurariamos de descomplacer ni enojarles.

Y como oyeron aquella amorosa embajada, respondieron que no habian de venir á Tlascala, porque son sus enemigos, porque saben que han dicho dellos y de su señor Montezuma muchos males, y que vamos á su ciudad y salgamos de los términos de Tlascala; y si no hicieren lo que deben, que los tengamos por tales como les enviamos á decir.

Y viendo nuestro capitan que la excusa que decian era muy justa, acordamos de ir allá; y como los caciques de Tlascala vieron que determinadamente era nuestra ida por Cholula, dijeron á Cortés:

—«Pues que así quieres creer á los mejicanos, y no á nosotros, que somos tus amigos, ya te hemos dicho muchas veces que te guardes de los de Cholula y del poder de Méjico: y para que mejor te puedas ayudar de nosotros, te tenemos aparejados diez mil hombres de guerra que vayan en vuestra compañía.»

Y Cortés les dió muchas gracias por ello, é consultó con todos nosotros que no seria bueno que llevásemos tantos guerreros á tierra que habiamos de procurar amistades, é que seria bien que llevásemos dos mil, y estos les demandó, y que los demás que se quedasen en sus casas.

É dejemos esta plática, y diré de nuestro camino.

CAPÍTULO LXXXII

Índice

CÓMO FUIMOS Á LA CIUDAD DE CHOLULA, Y DEL GRAN RECEBIMIENTO QUENOS HICIERON.

Una mañana comenzamos á marchar por nuestro camino para la ciudad de Cholula, é íbamos con el mayor concierto que podiamos; porque, como otras veces he dicho, adonde esperábamos haber revueltas ó guerras nos apercebiamos muy mejor, é aquel dia fuimos á dormir á un rio que pasa obra de una legua chica de Cholula, adonde está hecha ahora una puente de piedra, é allí nos hicieron unas chozas é ranchos; y esa noche enviaron los caciques de Cholula mensajeros, hombres principales, á darnos el parabien venidos á sus tierras, y trujeron bastimentos de gallinas y pan de su maíz, é dijeron que en la mañana vendrian todos los caciques y papas á nos recebir é á que les perdonasen porque no habian salido luego; y Cortés les dijo con nuestras lenguas doña Marina y Aguilar que se lo agradecia, así por el bastimento que traian como por la buena voluntad que mostraban; é allí dormimos aquella noche con buenas velas y escuchas y corredores del campo.

Y como amaneció, comenzamos á caminar hácia la ciudad; é yendo por nuestro camino, ya cerca de la poblacion nos salieron á recebir los caciques y papas y otros muchos indios, é todos los más traian vestidas unas ropas de algodon de hechura de marlotas, como las traian los indios capotecas; y esto digo á quien las ha visto y ha estado en aquella provincia, porque en aquella ciudad así se usan; é venian muy de paz y de buena voluntad, y los papas traian braseros con incienso, con que zahumaron á nuestro capitan é á los soldados que cerca dél nos hallamos.

É parece ser aquellos papas y principales, como vieron los indios tlascaltecas que con nosotros venian, dijéronselo á doña Marina que se lo dijese á Cortés, que no era bien que de aquella manera entrasen sus enemigos con armas en su ciudad; y como nuestro capitan lo entendió, mandó á los capitanes y soldados y el fardaje que reparásemos; y como nos vió juntos é que no caminaba ninguno, dijo:

—«Paréceme, señores, que ántes que entremos en Cholula que demos un tiento con buenas palabras á estos caciques é papas, é veamos qué es su voluntad; porque vienen murmurando destos nuestros amigos de Tlascala, y tienen mucha razon en lo que dicen; é con buenas palabras les quiero dar á entender la causa por que veniamos á su ciudad. Y porque ya, señores, habeis entendido lo que nos han dicho los tlascaltecas, que son bulliciosos, será bien que por bien dén la obediencia á su majestad, y esto me parece que conviene.»

Y luego mandó á doña Marina que llamase á los caciques y papas allí donde estaba á caballo, é todos nosotros juntos con Cortés; y luego vinieron tres principales y dos papas, y dijeron:

—«Malinche, perdonadnos porque no fuimos á Tlascala á te ver y llevar comida, y no por falta de voluntad, sino porque son nuestros enemigos Masse-Escaci y Xicotenga é toda Tlascala, é porque han dicho muchos males de nosotros é del gran Montezuma, nuestro señor, que no basta lo que han dicho, sino que ahora tengan atrevimiento con vuestro favor de venir con armas á nuestra ciudad.»

Y que le piden por merced que les mande volver á sus tierras ó á lo ménos que se queden en el campo é que no entren de aquella manera en su ciudad, é que nosotros que vamos mucho en buen hora.

É como el capitan vió la razon que tenia, mandó luego á Pedro de Albarado é al maestre de campo, que era Cristóbal de Olí, que rogasen á los tlascaltecas que allí en el campo hiciesen sus ranchos y chozas, é que no entrasen con nosotros sino los que llevaban artillería y nuestros amigos los de Cempoal, y les dijesen la causa porque se mandaba, porque todos aquellos caciques y papas se temen dellos; é que cuando hubiéremos de pasar de Cholula para Méjico que los enviaria á llamar, é que no lo hayan por enojo; y como los de Cholula vieron lo que Cortés mandó, parecia que estaban más sosegados, y les comenzó Cortés á hacer un parlamento: diciendo que nuestro Rey y señor, cuyos vasallos somos, tiene grandes poderes y tiene debajo de su mando á muchos grandes Príncipes y caciques, y que nos envió á estas tierras á les notificar y mandar que no adoren ídolos, ni sacrifiquen hombres ni coman de sus carnes, ni hagan sodomías ni otras torpedades; é que por ser el camino por allí para Méjico, adonde vamos á hablar al gran Montezuma, y por no haber otro más cercano, venimos por su ciudad, y tambien para tenellos por hermanos; é que pues otros grandes caciques han dado la obediencia á su Majestad, que será bien que ellos la dén, como los demás.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)»

Обсуждение, отзывы о книге «Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3)» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x