La temporalidad lingüística concierne a las relaciones de sucesión entre estados y transformaciones representados en el texto. Ordena su progresión, muestra cuáles son anteriores y cuáles son posteriores. Ello supone que hay un sistema temporal lingüístico ordenado con relación a marcos temporales instalados en el texto, y también un sistema temporal organizado en función del presente implícito de la enunciación. En ambos casos, los sistemas temporales sirven para organizar la sucesión de estados y transformaciones presentes en el discurso. Benveniste (1976: 261-262) notó la presencia de dos sistemas temporales en la lengua. Los llamó sistema del discurso y sistema de la historia . En efecto, dependiendo del marco temporal al que se refiere, una relación de anterioridad se puede expresar en portugués con el pretérito perfeito (en lo sucesivo, pretérito indefinido), con el préterito mais que perfeito (en lo sucesivo, pretérito pluscuamperfecto) o con el futuro anterior (en lo sucesivo, futuro perfecto).
Se establecieron dos puntos para marcar la singularidad del tiempo lingüístico:
a. su eje ordenador y generador es el momento de la enunciación;
b. está relacionado a la ordenación de los estados y transformaciones narrados en el texto.
Profundicemos un poco más esta cuestión. Existen en la lengua dos sistemas temporales: uno directamente relacionado al momento de la enunciación y otro ordenado en función de momentos de referencia instalados en el enunciado. Así, tenemos un sistema enunciativo en el primer caso y otro, enuncivo, en el segundo. Pero ocurre que el momento de referencia está relacionado al momento de la enunciación, ya que éste es el eje fundamental de ordenación temporal en la lengua. Por eso, al momento de la enunciación aplicamos la categoría topológica concomitancia vs. no concomitancia ( anterioridad vs. posterioridad ) y obtenemos tres momentos de referencia: concomitante, anterior y posterior al momento de la enunciación.
Si el momento de referencia es concomitante al momento de enunciación, utilizamos el sistema enunciativo, ya que todo estará referido al momento de la enunciación. Vale recordar que ese momento de referencia sólo se explicita en casos excepcionales (como ya lo señalamos, esto sucede cuando la recepción no es simultánea a la producción, como por ejemplo, en una carta).
Si el momento de referencia es anterior o posterior al momento de la enunciación siempre deberá quedar explicitado. Por lo tanto, son dos momentos de referencia los que quedan explícitos: uno pretérito y otro futuro, que ordenan dos subsistemas temporales enuncivos 1.
El momento de los acontecimientos (estados y transformaciones) se ordena con relación a los diferentes momentos de referencia. Esa ordenación se hace aplicando la categoría topológica concomitancia vs. no concomitancia (anterioridad vs. posterioridad) a los diferentes momentos de referencia. O sea que son tres los momentos estructuralmente relevantes en la constitución del sistema temporal: momento de la enunciación (ME), momento de la referencia (MR) y momento del acontecimiento (MA).
Así pues, en la lengua tenemos un sistema temporal enunciativo, cuando el momento de referencia es concomitante al momento de la enunciación, y un sistema enuncivo, que contiene dos subsistemas: uno comandado por un momento de referencia pretérito y otro, por un momento de referencia futuro. Por ello, si no tenemos en cuenta la morfología de la lengua, sino las relaciones constitutivas de la categoría del tiempo, tendremos nueve tiempos en el sistema:
a. sistema enunciativo (momento de referencia concomitante al momento de enunciación): concomitancia al momento de referencia (presente); anterior a él (pretérito indefinido 1); posterior a él futuro do presente (en adelante, futuro imperfecto).
b. subsistema enuncivo del pretérito (momento de referencia anterior al momento de enunciación): concomitancia acabada con relación al momento de referencia (pretérito indefinido 2); concomitancia no acabada con relación al momento de referencia pretérito imperfeito (en adelante, pretérito imperfecto); anterioridad a él (pretérito pluscuamperfecto); osterioridad imperfectiva a él (condicional simple); posterioridad perfectiva a él (condicional compuesto).
c. subsistema enuncivo del futuro (momento de referencia posterior al momento de enunciación): concomitancia al momento de referencia (presente del futuro); anterioridad a él (futuro perfecto); posterior a él (futuro del futuro).
Como este cuadro de tiempos verbales no se basa en la morfología, sino en relaciones semánticas, puede parecer algo raro. Por eso se requieren algunas observaciones acerca de él:
1) El presente marca una coincidencia entre el momento del acontecimiento y el momento de referencia presente. En el presente debe ocurrir una triple coincidencia: MA = MR = ME 2. Sin embargo hay que precisar en qué consiste dicha coincidencia, ya que es difícil delimitar el momento de la enunciación, porque se escapa sin cesar. En realidad, el presente es una abstracción del espíritu, como lo señala Guillaume, porque se reorganiza con instantes que acaban de pasar y con instantes que todavía van a pasar (1968: 51). Por eso, la porción de tiempo del momento de referencia relacionada al momento de la enunciación puede variar en extensión. Así, la coincidencia antes mencionada no debe entenderse tan sólo como identidad de duración entre dos momentos, sino también como no identidad entre ellos, desde que el momento de referencia, que tiene una duración mayor que el momento de la enunciación, sea en algún punto simultáneo a este último. Podríamos decir que lo que marca la coincidencia, en este caso, es que el momento de referencia engloba el momento de la enunciación. Pero siempre hay una coincidencia entre momento del acontecimiento y momento de referencia.
Se pueden consignar tres relaciones entre momento de referencia y momento de enunciación:
• Presente puntual : cuando existe coincidencia entre MR y ME 3. Um pássaro de plumagem azul risca o quadro num rápido vôo diagonal e fere como um dardo a fronde da acácia (VGP, 180). [Un pájaro de plumas azules raya el cuadro en rápido vuelo diagonal y hiere como un dardo la fronda de la acacia] 4.
Los verbos en cursiva indican acontecimientos que ocurren en el momento de referencia presente, un ahora, que tiene lugar a las 6 horas del día 8 de junio. Como el momento de referencia es un punto preciso, hay coincidencia entre él y el momento de la enunciación.
• Presente durativo : cuando el momento de referencia es más largo que el momento de enunciación 5. La duración es variable, puede ser corta o muy larga. Asimismo, puede ser continua o discontinua. Si es discontinua, tenemos el presente iterativo; si es continua, tenemos el llamado presente de continuidad.
Neste milênio, a humanidade progride muito materialmente.[En este milenio la humanidad progresa mucho en lo material].
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