En 1971 aparece el videocasete U-matic para usos profesionales, extendiéndose de inmediato en la esfera de las empresas televisivas, que permite un registro más seguro para los materiales grabados.
En 1975-1976, dos empresas japonesas marcan un punto aparte en la evolución del video con la implantación de dos grabadoras, o magnetófonos, y sus respectivos casetes. La Sony patenta en 1975 el sistema Betamax para grabar y reproducir videos de hasta 60 minutos de contenido y de uso no profesional, y al año siguiente, la JVC, el sistema VHS (Video Home System), que en poco tiempo desplaza del mercado al anterior por razones económicas y por una mayor duración de la grabación (120 minutos), pues en términos de calidad de imagen el Betamax ofrecía una mayor resolución visual.
Con la aparición del video doméstico, el interesado podía por primera vez grabar imágenes con una cámara que no era de soporte fílmico y podía reproducir lo grabado en su propia casa u oficina. A la vez, se abría el mercado para reproductores que se enlazaban con un aparato de televisión en el cual, además del material propio, se abría el acceso a casetes comprados o alquilados con películas u otros contenidos audiovisuales. Un antecedente de esta práctica lo encontramos en la venta de copias fílmicas en rollos y en formato de 8 mm, Super-8 o 16 mm, de filmes para la exhibición personal o institucional sin fines comerciales, o sometidos a un contrato de uso, que no tuvo ni la extensión ni la popularidad ni, obviamente, el reducido precio de los casetes.
De esta manera despegó un nuevo mercado para las compañías cinematográficas y se fueron instalando centros o tiendas de alquiler y venta de películas en casete. Surge, asimismo, la piratería por la facilidad con la que se podía copiar el material analógico y por la falta de una regulación, especialmente en países con alto grado de informalidad como el Perú.
Por supuesto, no todo era agua de malvas. Con frecuencia, el cuadro del video analógico alteraba las dimensiones de los originales y pasaba por alto el tipo de formato del cuadro, cuando no procedía a doblajes o a eliminación del color. Peor aún: a comienzos de los años 1970 Ted Turner inicia el proceso de colorización de diversas películas filmadas en blanco y negro en la etapa clásica para su pase por televisión y para su reproducción en casetes. En 1978 aparece el LaserDisc de MCA, la primera modalidad de registro de películas en disco que tuvo una existencia de pocos años.
Joel Augros (2000) da cuenta de que hasta fines del siglo xx el 90 % del mercado del video analógico estaba controlado por las respectivas divisiones videísticas de las cinco majors de Hollywood (Buena Vista Home Video, Warner Home Video, Fox Video, Columbia TriStar Home Video y Paramount Home Video), un porcentaje muy cercano al de las divisiones cinematográficas de esas empresas en la distribución de las películas en las salas públicas (p. 238).
El investigador brasileño Arlindo Machado (2000), uno de los mayores estudiosos latinoamericanos de los procesos audiovisuales y digitales en marcha, ha escrito:
El video es el primer medio en trabajar de manera concreta con el movimiento (esto es, con la relación espaciotiempo), si consideramos que el cine se mantiene como una sucesión de fotogramas fijos… Mientras que la imagen fílmica se graba en un cuadro fijo y en su totalidad una sola vez, la imagen de video está “escrita” de manera secuencial por líneas de barrido durante un intervalo de tiempo. (p. 303)
Si bien el video analógico surge a partir de la necesidad de grabación y conservación de las imágenes por las empresas televisivas, y luego se extiende a las videocámaras y a los casetes de uso personal y de reproducción de películas, no se agota en ellos sus posibilidades. Hay diversas aplicaciones, algunas ligadas a la televisión y otras ajenas a ella, por lo que el video se puede considerar un medio con un amplio margen de autonomía. Entre esas aplicaciones están el videoclip, muy ligado a la dinámica televisiva, pero está también el video-arte, que no pasa, o pasa muy poco, por la señal televisual. Y están asimismo otros usos del video ajenos a las cadenas televisivas: el video institucional, el video educativo o el video comunitario, entre otros. El video familiar o doméstico es una de las aplicaciones más extendidas de los usos ajenos al medio televisivo y remplaza a lo que por muchos años se había hecho con cámaras de cine de formatos pequeños: el home movie .
Israel Márquez (2015) afirma que con el video
el cine adquiere una nueva vida. Deja de ser ‘evento’ para convertirse cada vez más en ‘objeto’, aunque el cine se seguirá consumiendo en grandes pantallas. Sin embargo, esa segunda pantalla que nace con la pantalla videográfica no hará más que expandirse con la llegada de otras pantallas, en especial la pantalla del ordenador, una pantalla capaz de introducirnos en un mundo nuevo de películas accesibles a golpe de clic, una auténtica videoteca global que adquiere dimensiones babélicas: las dimensiones de una verdadera Videoteca de Babel . (p. 110)
1.9 EL VIDEOCLIP
En la década del 1970 surge ese pequeño formato audiovisual que alcanza un amplio desarrollo, el videoclip. Empieza como un procedimiento para promover la venta de discos, inspirado en el corto publicitario y en el tráiler fílmico, y se convierte en el formato, si se quiere, más característico de la pequeña pantalla, teniendo su mayor expansión en la MTV (Music Television).
La emisión del primer video musical con efectos especiales, Bohemian Rhapsody , del grupo británico Queen en 1975, da origen a la proliferación de videoclips en los años siguientes, pero es la cadena MTV la que lanza por lo grande ese formato. MTV es un canal de cable lanzado por la Warner en 1981 (desde 1985 Warner / Viacom), con enorme capacidad de convocatoria juvenil, convertida en la actualidad en un conglomerado de canales digitales.
La MTV arranca su programación en 1981 emitiendo videoclips en forma ininterrumpida las 24 horas del día, y configurando, casi patentando, todo un estilo de creación, lo que se conoce como la “estética MTV”, caracterizada por planos de breve duración, asociados a los movimientos del o los intérpretes, uso frecuente del zoom, disolvencias, asociación estrecha entre la cadencia rítmica y el corte del montaje, narración no lineal, construcción tipo collage… El célebre video musical de 14 minutos Thriller (1984), dirigido por John Landis, con Michael Jackson como figura central, es el ejemplo más emblemático de los procedimientos del videoclip en la televisión. En los años siguientes los provocadores clips de Madonna causan euforia entre sus seguidores y críticas amargas de los sectores conservadores. En el 2009 aparece el canal de streaming Vevo, del conglomerado Universal / Sony Music, como difusor del videoclip.
El videoclip prefigura las imágenes de la era electrónica y habitúa a las nuevas generaciones a un contacto más libre con el flujo audiovisual, estableciendo, ciertamente, correspondencias con los estímulos musicales que, a partir de la expansión del rock y el pop activados desde los años 1960, modulan una sensibilidad muy distinta a la de las generaciones mayores. En ese sentido, esa modalidad de uso del video se convierte en un verdadero hito en la comunicación audiovisual de la segunda mitad del siglo xx.
1.10 EL VIDEO-ARTE
Otra extensión del video analógico, que potenció, a su modo, las posibilidades expresivas del videoclip y también desarrolló otras más, fue el llamado video-arte que tuvo uno de sus fundadores en el coreano Nam June Paik, quien en 1965 inició su andadura con este formato creativo. El video-arte no solo aprovechó la composición visual y, eventualmente, sonora del clip, sino otras varias en una línea creativa ajena al carácter industrial del medio televisivo, pues como tal nunca se incorporó a la programación regular de las cadenas televisivas. La existencia del video-arte es tan marginal a las empresas de televisión, como lo ha sido el cine experimental con relación a la industria cinematográfica.
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