Francisco Pérez Fernández - Mentes criminales

Здесь есть возможность читать онлайн «Francisco Pérez Fernández - Mentes criminales» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mentes criminales: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mentes criminales»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

"El estudio no podría ser más minucioso y exhaustivo: nuestro autor sintetiza la historia de la criminología para que entendamos mínimamente la materia tratada, y a continuación estudia el crimen de ficción en cada época, como perfecto reflejo de la sociedad que lo produce." (Revista Prótesis) «A través de sus páginas, el autor va guiando al lector por diversos aspectos de la sociedad actual, como el cómic, el cine o la psicología, para enseñarle cómo se ha tratado el mundo criminal desde estas perspectivas y, viceversa, para mostrarle cómo el crimen ha influido en la elaboración de películas, en la redacción de libros o en el desarrollo de teorías psicosociales.» (Blogspot Hablando de criminología) «Vemos cómo cambian los conceptos y hasta los gustos en el tema criminal, la censura en determinados momentos y países o lo mal visto que estaba crear ficción partiendo de hechos delictivos. Hubo épocas en que deformidad fue sinónimo de maldad y llegamos hasta la actualidad con crímenes de despacho o de Estado.» (Ciberanika) El crimen impregna la cultura popular y las artes, en algunos casos incluso como tema exclusivo, esta obra recoge por primera vez la incidencia de los criminales en la cultura contemporánea. El debate sobre si las manifestaciones artísticas, los videojuegos, los cómics o el cine provocan un aumento del crimen en las ciudades contemporáneas sigue abierto. Periódicamente se lanzan desde los medios de comunicación preguntas sobre si la cultura popular convierte a nuestros jóvenes en asesinos en potencia. ¿Qué hay de cierto en ello? La única forma de saberlo es recurrir a libros como Mentes criminales que realiza un exhaustivo trabajo de investigación y contrasta, con sencillez y datos rigurosos, la presencia del crimen en los productos de ocio actuales y la presencia del crimen en las calles de nuestras ciudades.

Mentes criminales — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mentes criminales», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Lo cierto es que estas imágenes solidificaron y se impusieron en la cultura popular de la primera mitad del siglo XX con una fuerza inusitada, al punto de que muchos malos, asesinos, criminales e incluso delincuentes comunes de la ficción comenzaron por hacerse un hueco en el mundo del espectáculo, en la literatura y en el corazón de los espectadores a través de sus deformidades físicas más o menos tremendas. Así, proliferaron por todas partes los hampones marcados con cicatrices, los delincuentes cojos, mancos, quemados o tuertos e incluso, por qué no decirlo, los actores y actrices que se vieron abocados al limbo de los papeles secundarios, o al rol de «malos de la película» —los célebres «actores de carácter»—, a causa de sus físicos singulares, vulgares, dotados de ciertos conjuntos de rasgos o particularmente poco agraciados.

Cabe decir que con toda probabilidad la más interesante, por psicodélica y revisionista, variante del personaje del monstruo asesino vino de la mano de Robert Fuest y sus dos películas sobre el terrible doctor Phibes (1971 y 1972), un monstruo criminal encarnado de nuevo por Vincent Price y situado a medio camino entre la fealdad intolerable del fantasma de la ópera de Leroux, las arteras estratagemas manipuladoras del doctor Mabuse y el artista atormentado de Los crímenes del Museo de Cera . Como curiosidad, indiquemos que Phibes tuvo mejor suerte que sus antecesores pues introdujo un elemento tan novedoso como insólito en la historia de los monstruos: el triunfo. El plano final de El retorno del doctor Phibes , en un émulo perfecto de Caronte cruzando la laguna Estigia, muestra cómo el protagonista se pierde en la oscuridad de un misterioso y negro río subterráneo, remando sobre un bote para no regresar, tras haber consumado su venganza. Tan sorprendente como impagable.

5 SHELLEY, M. W. Frankenstein . Madrid: Ediciones Orbis, 1989, p. 140 (Trad.: Manuel Serrat Crespo).

6 Las primeras versiones cinematográficas de 1912 y 1920 no se consideran «auténticas» al tratarse de versiones de las diversas adaptaciones teatrales del libro de Stevenson que a menudo integran elementos de otras obras y personajes. Del mismo modo, la conocida versión de 1941, dirigida por Victor Fleming y protagonizada por Spencer Tracy, a menudo es considerada por los especialistas una simple revisión fílmica de la película de 1931.

7 El interés de Galton por el método fotográfico-antropométrico de Bertillon fue tan grande que, a lo largo de 1894, es muy probable que viajase a París para conocer al investigador francés y recibir información de primera mano. En todo caso, ni Galton ni Herschel fueron capaces de encontrar un sistema aceptable para la catalogación de las huellas dactilares, hallazgo conseguido por uno de los discípulos de Galton en materia dactiloscópica, el criminólogo inglés Edward Henry (SCOTT, H. [comp.]. Enciclopedia del crimen y los criminales . Barcelona: Editorial Ferma; 1964, p. 64, 75-76).

8 Con anterioridad a la propuesta de Alphonse Bertillon, los delincuentes de cualquier especie eran marcados como el ganado con toda suerte de tatuajes por la propia policía a fin de tener una especie de control del individuo en el caso de ser reincidente. Esta es una de las razones de que la práctica del tatuaje a fin de cubrir las marcas policiales proliferase entre los criminales y, con ello, el tatuaje en sí mismo se convirtiera en un estigma social y un indicativo de la criminalidad [Pérez Fernández, F. El atavismo en el albor de la psicología criminal: Cesare Lombroso y los orígenes del tatuaje. Revista de Historia de la Psicología, 2004; 25, 4: 231-240.].

9 El concepto de alienación o imbecilidad moral fue acuñado en 1835 por Prichard para referirse a aquellos individuos que carecen de sentimientos, autodominio y sentido ético. Esta denominación perduró durante prácticamente todo el siglo XIX hasta que, finalmente, Koch creó para describir a estos sujetos notoriamente antisociales la acepción de inferioridad psicopática . En Estados Unidos la clasificación tomó la forma de personalidad psicopática , que fue finalmente la que se impuso hasta mediado el siglo pasado. (Para más detalles véase, ESQUERDO Y ZARAGOZA, J. M. Locos que no lo parecen. Garayo el Sacamantecas: Conferencia [primera y segunda] dada en la Academia Médico-Quirúrgica Española. Madrid: Imprenta del Hospicio. Imprenta y Estereotipia de El Liberal , 1881).

10 CHESTERTON, G. K. El hombre que fue Jueves . Madrid: El País , 2003.

3

MALOS Y PERVERSOS

La alusión a la figura de Mabuse que realizamos al final del capítulo precedente nos conduce a otro elemento importantísimo en la gestación de la imagen que la cultura popular contemporánea tiene del criminal, y no es otro que el heredado del psicoanálisis. Miremos un momento hacia atrás y recapitulemos: El mundo ha pasado por la impresión de Jack, por la sorpresa de H. H. Holmes e incluso por algún que otro caso que ya comienza a salpicar los diarios nacionales y locales de muchos países. Y digo que «ha pasado» en el sentido de «ha sido masivamente difundido e informado». Hemos comprendido por fin que los cuentos son reales y que los monstruos viven entre nosotros. Pero hay más: el mundo ha entendido que la mera explicación de la maldad como deformidad no basta porque, simplemente, muchos de estos criminales que empiezan a copar titulares y a sumir en la estupefacción a la policía de medio mundo, no tienen taras físicas observables e incluso pueden llegar a resultar sugerentes y atractivos para sus propias víctimas… Landrú, sin ir más lejos, era todo un Casanova y seductor impenitente de señoras maduritas a las que, metódico y riguroso, esquilmaba económicamente antes de quitarlas de en medio. Tal vez por ello resulta tan subyugante la adaptación de su historia que Chaplin realizó en Monsieur Verdoux , precisamente porque si algo resultaba inimaginable al espectador era ver el rostro del querido Charlot en el cuerpo y la persona de un terrible criminal… Su problema, el de estos criminales sistemáticos y retorcidos, se piensa entonces, debe de ser otro. Un hándicap moral. Una tara de conciencia que la ciencia no ha sabido ni podido explicar y que, por tanto, está más allá del conocimiento de las leyes y de sus márgenes de aplicación.

VÍCTIMAS DEL TRAUMA

Freud resultó ser en buena medida, junto con Cesare Lombroso, uno de los grandes responsables de que las ideas populares acerca de la mente criminal trascendiesen la barrera de final de siglo y llegaran hasta nosotros en la forma que hoy las conocemos. Pero es necesidad historiográfica que el nombre de Freud aparezca vinculado al de Jean-Martin Charcot pues, de hecho, Freud llegó al hospital parisino de La Salpêtrière siendo un médico dispuesto a ampliar su formación y, tras pasar por las lecciones de Charcot, salió convertido en otra cosa muy diferente gracias no sólo al influjo de las enseñanzas del Napoleón de la Neurosis 11 , sino también al peso que ejerció sobre la juventud del estudiante la arrolladora personalidad del maestro. Un héroe de la ciencia, un dandi, un auténtico showman .

Comentaristas reputados como Louis Breger señalan que «[las teorías de Charcot] no sobrevivieron sin la fuerza de su personalidad y el control que ejercía sobre La Salpêtrière. De hecho, pocos años después de su muerte, ocurrida en 1893, ya nadie lo tomaba en serio. Por otra parte, no desarrolló ningún método eficaz de tratamiento» 12 . Nadie salvo el joven Freud. De hecho, fue gracias a las enseñanzas de Charcot y a sus experiencias con el hipnotismo que a Sigmund Freud se le ocurrió la idea a todas luces revolucionaria del fundamento inconsciente de la dinámica mental. O, por mejor decir, es gracias a Charcot que Freud establece las bases para esa refundación de la consideración de la mente patológica que supuso el psicoanálisis.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mentes criminales»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mentes criminales» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cristina Fernández Valls - Jack Mullet de los Siete Mares
Cristina Fernández Valls
Jorge Fernández Menéndez - La noche de Iguala
Jorge Fernández Menéndez
M.ª Teresa Fernández de la Vega - Universidad, formación y desarrollo
M.ª Teresa Fernández de la Vega
David Fernández Fernández - Diario de un ludópata
David Fernández Fernández
Fernando Fernández - Majestad de lo mínimo, La
Fernando Fernández
David Fernández Reyes - Pedazos
David Fernández Reyes
Francisco José Fernández García - Historias malditas y ocultas de la historia
Francisco José Fernández García
Caleb Fernández Pérez - Rut
Caleb Fernández Pérez
Caleb Fernández Pérez - HAGEO
Caleb Fernández Pérez
Отзывы о книге «Mentes criminales»

Обсуждение, отзывы о книге «Mentes criminales» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x