– Golda es una buena amiga. Estoy convencida de que podemos contar con ella.
– Mientras tanto -continuó Christopher-, y debido a la situación de emergencia que vive Israel, la señora Reiner se ha hecho cargo del gobierno como medida de urgencia y ha enviado por cauces oficiales una petición al Consejo de Seguridad, para que éste autorice de inmediato el envío de ayuda a Israel. Me agrada anunciaros que el Consejo de Seguridad ha aprobado unánimemente el envío.
Con tanto sufrimiento como había padecido el planeta, a Decker no le pareció que el anuncio de Christopher fuera a suscitar demasiado interés o entusiasmo, pero de pronto el auditorio estalló en vítores de celebración. Era evidente que la noticia tenía para los presentes más trascendencia de lo que había imaginado. La única explicación era que al pedir ayuda, Israel -la única nación del mundo fuera de la Organización de Naciones Unidas- [9]reconocía por fin que dependía del resto del mundo. No era lo mismo que reintegrarse en la ONU, pero Decker pensó que ése sería el paso lógico que los presentes pensaban daría Israel a continuación. Con todo, siguió pensando que no era una noticia digna de mención, y mucho menos de ser recibida con tanto entusiasmo.
El discurso de Christopher se prolongó durante casi hora y media, convirtiéndose en uno de los más largos que había pronunciado jamás. Dejando a un lado el asunto de Israel, Christopher pasó a explicar en grandes líneas sus planes para la repoblación de los países cuyos habitantes habían sido borrados del mapa a causa de la locura. A quienes pudieran demostrar tener raíces ancestrales en alguno de esos países, la ONU se ofrecía a ayudarles a trasladarse hasta allí y reconstruir su sociedad. Christopher reconoció que para alcanzar esa meta se podían tardar siglos, pero de nuevo volvió a apuntar que la vida humana no tardaría en dejar de estar limitada a unas pocas décadas de duración. Para fomentar la emigración a estos países, el Consejo de Seguridad había aprobado unánimemente ofrecer concesiones de tierra y sustanciosos incentivos económicos a los inmigrantes.
– El Consejo de Seguridad también ha aprobado -reveló Christopher- apoyar mi recomendación de construir una nueva gran sede de Naciones Unidas en un solar de la zona afectada que, con la aprobación de la Asamblea General, acabara reemplazando al cada vez más viejo complejo de edificios de la sede de Nueva York.
»Éste es un proyecto que me entusiasma muy especialmente -continuó Christopher- debido al emplazamiento elegido. Como muestra de la fortaleza y el desafío inquebrantables del espíritu humano, la nueva sede de Naciones Unidas se levantará cerca del lugar donde estalló la plaga de locura; un lugar de tremenda significación histórica para la humanidad, porque fue en sus proximidades donde aterrizó la primera nave theatana hace cuatro mil millones de años y donde comenzó la vida en la Tierra. Fue cerca de allí donde, en el lugar que la leyenda ha llamado el jardín del Edén, la humanidad reivindicó por primera vez su independencia de la autoridad de Yahvé y de cualquier otro dios. La misma zona donde, tiempo después y por primera vez en la historia de la humanidad, los hombres se unieron para trabajar juntos en la construcción de una gran ciudad y de una torre, antes de ser dispersados por el déspota Yahvé. ¡Y fue desde aquella ciudad desde donde Nabucodonosor en otro tiempo gobernó el mundo!
El auditorio estalló en gritos de alegría, pues al parecer todos los presentes conocían con exactitud la ciudad a la qué se refería Christopher, y estaban de acuerdo. Era Babilonia, que ya había sido parcialmente reconstruida por el pueblo iraquí en las últimas décadas.
Con todo, Decker no conseguía entender a qué venía tanto alborozo, sobre todo tratándose de lo que para él no era más que una cuestión inmobiliaria.
21 de marzo, 1 N.E.
Jerusalén
– Nuestra misión -les estaba diciendo el general Parks a los periodistas que habían sido convocados a las seis de la mañana en el vestíbulo del hotel King David, que ahora hacía las veces de sede temporal de la fuerza de paz de Naciones Unidas- es de naturaleza estrictamente humanitaria. Gracias al apoyo y la cooperación de la primera ministra Golda Reiner, la llegada y el despliegue de las tropas de la ONU han sido un éxito, y Naciones Unidas cuenta ya con un contingente de cincuenta mil soldados en Israel. Las provisiones de alimentos y medicamentos, que llegaron anoche, empezarán a distribuirse en menos de una hora. Sólo queda un cabo por atar.
»Aprovechándose del miedo y la histeria, el KDP ha provocado a una parte muy importante de la población israelí, acusando a las fuerzas de la ONU venidas a ayudar al país en la crisis de ser en realidad un ejército de ocupación. Ya han conducido a varios cientos de miles de ciudadanos -se habla incluso de que podría tratarse de la sexta parte de la población israelí- hasta el desierto jordano, como en una suerte de éxodo moderno. Aparentemente pretenden huir de las fuerzas supuestamente invasoras de la ONU y aprovechar la reciente desaparición de la población jordana para montar asentamientos ilegales en el interior del territorio del país.
»Creo que a todos nos gustaría ver al KDP abandonar Israel, pero para evitar esta incursión de civiles israelíes en Jordania hemos montado controles en todas las carreteras que salen del país. A pesar de ello, hemos sido incapaces de anticiparnos al desproporcionado grado de pánico. Al descubrir que las carreteras estaban bloqueadas, el KDP y sus seguidores han emprendido una marcha a pie hacia Jordania a través del desierto. Debido a la reciente sequía, les ha resultado relativamente sencillo cruzar las aguas poco profundas del río Jordán sin ser detectados.
El general Parks hizo una señal con la cabeza a su ayudante, quien pasó entonces a mostrar una fotografía por satélite de la región.
– Los que huyen de Israel están organizados en siete contingentes principales, a los que se suman numerosos grupos más pequeños dispersos a lo largo de la frontera de Israel con Jordania. -Parks señaló una zona en la fotografía-. A pie y abandonados a sus propios reclusos -continuó Parks-, calculamos que la mayoría de esas personas sobrevivirán no más de entre tres y cinco días en el inhóspito y seco desierto.
»Para evitar la tragedia, mientras les hablo, seis batallones de soldados de la ONU se han trasladado a tres kilómetros de un punto al oeste de la ciudad de Ash-Shawbak, en Jordania, donde anoche acampó el contingente más numeroso de emigrantes.
Parks volvió a señalar la fotografía por satélite.
– Hemos bautizado la campaña operación Rodeo -dijo divertido con una amplia sonrisa-. Nuestro objetivo es rodear cada uno de los campamentos, proporcionarles cuantos alimentos y agua sean necesarios, y luego devolver a la gente a Israel. Los miembros del KDP que sean capturados permanecerán retenidos para ser interrogados y, posiblemente, imputados con cargos penales por las autoridades civiles.
El general Parks se guardó el puntero láser en el bolsillo de la camisa.
– Dispongo de tiempo para responder a tres o cuatro preguntas -concluyó. Varios reporteros empezaron a lanzar a gritos sus preguntas, pero Parks los ignoró y señaló hacia una periodista al fondo.
– ¿Se prevé que el KDP vaya a ofrecer resistencia, y, en tal caso, cuál será la respuesta por parte de la ONU?
– La inspección llevada a cabo en la zona ha revelado que no hay una defensa organizada, y tampoco se ha hallado evidencia alguna de que posean armas. Estamos hablando de un grupo desorganizado de civiles asustados y confusos -dijo con autoridad-. No obstante, en el caso de encontrar resistencia, tenemos órdenes de defendernos primero y, luego, emplear toda la fuerza que sea necesaria para cumplir con nuestra misión.
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