Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el S EÑOR — , planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
JEREMÍAS 29.II
Los planes de Dios para su vida
© 2021 por Editorial Patmos
Publicado por Editorial Patmos,
Miami, FL 33166.
Todos los derechos reservados.
Publicado originalmente en inglés por Crossway, 1300
Crescent Street Wheaton, Illinois 60187, con el título God’s
Plans for You. © 2001 por J. I. Packer.
Traducido por Silvia Cudich
Diseño de portada por Adrián Romano
Diagramación por Josias Finamore
e-ISBN: 978-1-64691-114-1
Categoría: Vida cristiana
Conversión a epub: Cumbuca Studio
PREFACIO
1. ¡PELIGRO! TEÓLOGO TRABAJANDO
La intención de estos capítulos
2. EL PLAN DE DIOS
La tendencia cristiana básica
3. EL ENCUENTRO CON DIOS
La relación cristiana básica
4. LA RELIGIÓN DEL JACUZZI
Hacia una teología del placer
5. UN ESTILO DE VIDA CRISTIANO
Cómo regir nuestro trabajo, ocio, placer y tesoro
6. LA GUÍA
Cómo nos guía Dios
7. LA ALEGRÍA
Una disciplina desatendida
8. LAS ESCRITURAS Y LA SANTIFICACIÓN
Cómo la Biblia nos ayuda a ser santos
9. EL CAMINO DE LA TRANSFORMACIÓN
Qué significa seguir a Cristo
10. LA MALA SALUD
Los remedios y los tratamientos físicos
11. LA DESILUSIÓN, LA DESESPERACIÓN, LA DEPRESIÓN
Cómo toca el Gran Médico las mentes atribuladas
12. EL CONOCIMIENTO PROPIO
La identidad y la imagen de sí mismo
13. EL SENDERO DE PODER
Cómo tomar al Espíritu Santo en serio
14. REFLEXIONES SOBRE LA VIDA DE FE
El doble ánimo, la seriedad, el equilibrio, la muerte
15. LA REFORMA DE LA IGLESIA
La reorganización exterior y la renovación interior
NOTAS
Espero que el título de este libro no los inquiete. Puedo entender que quizás les parezca demasiado atrevido, como si yo estuviera haciendo afirmaciones semejantes a las predicciones que ofrecen los astrólogos y adivinos y que los cristianos enfáticamente no poseen. Sin embargo, así como lo demuestra el epígrafe de la página anterior, mi título no es más que un simple eco de las palabras mismas de Dios dirigidas a los judíos exiliados en Babilonia, transmitidas por medio de la carta de Jeremías; y mi propósito al elegirlo es sencillamente proponerles la certeza de que Dios, quien es Señor tanto de su propio futuro como del nuestro, lleva a su pueblo a algo maravilloso.
La nota en el texto de una de las traducciones bíblicas al inglés declara correctamente: “Mientras que Dios, quien conoce el futuro, proporcione los planes y vaya con nosotros mientras cumplimos su misión, podemos tener una esperanza sin límites. Esto no significa que no experimentaremos dolor, sufrimientos, o penurias, pero sí significa que Dios nos mantendrá a flote hasta que lleguemos a un glorioso final”.
De modo que la letra escrita por John Ryland está totalmente justificada:
Regidor soberano de los cielos,
Siempre sabio y misericordioso,
Mi vida está en tus manos,
Los acontecimientos sujetos a tu voluntad.
Su decreto que formó la tierra
Mi primer y segundo nacimiento determinó;
Padres, pueblo nativo, y tiempo,
Todos designados por Él.
Aquel que en el vientre me formó,
Hasta la tumba me guiará;
Todos mis días ordenados serán Mediante su sabio decreto.
Tiempos de enfermedad, tiempos de salud,
Tiempos de penurias, y riqueza;
Tiempos de prueba y de dolor,
Tiempos de triunfo y alivio.
Tiempos de comprobar el poder del tentador,
Tiempos de probar el amor del Salvador;
Todo habrá de llegar, y perdurar, y finalizar
Como le plazca a mi Amigo celestial.
Plagas y muertes revolotean a mí alrededor;
Hasta que El lo pida, no podré morir.
Ni un solo rayo puede caer
Hasta que el amor de Dios lo quiera así.
(Versión libre)
Los capítulos a continuación buscan aclarar y aplicar todo esto en una variedad de diferentes conexiones. El objetivo a lo largo del libro es mostrar cómo percibimos y sentimos la vida cuando vivimos con fe en el Dios soberano de la Biblia, y ayudar a formar actitudes, enfocar valores, y tomar decisiones en el medio de desconcertantes contracorrientes de decadencia en la cultura y la iglesia. Primero y fundamentalmente, los planes de Dios en los cuales nos resguardaremos, sus propósitos de llevarnos del lugar donde nos encontramos a la plenitud de la comunión y perfección de vida con él, y dentro de este marco, segundo y específicamente, sus propósitos para extraer de nuestro interior —lo cual implica su obra en nosotros— la cooperación con aquel que posee un corazón humilde, una mano extendida, y una esperanza santa que es esencial a este proceso. Mis lectores ideales, el “ustedes” de mi título, son aquellos que comparten mi certeza de que en la vida, en la muerte, y por toda la eternidad, nuestra relación con Dios es lo que más importa, y por lo tanto, debería ser nuestra principal preocupación aquí y ahora. ¿Están de acuerdo conmigo? Así lo espero.
De modo que pongamos juntos manos a la obra.
1
¡PELIGRO! TEÓLOGO TRABAJANDO
La intención de estos capítulos
Un libro favorito con ilustraciones para niños de tres años: Soy un conejito, observa la vida desde el punto de vista de un conejo. Sobre esa base, este libro bien podría llamarse Soy un teólogo. Dicho título nos sonaría como presuntuoso, elitista, y prepotente al máximo. Al igual que una plomada, hundiría al libro y su autor directamente en el olvido. Sin embargo, como una declaración de compromiso más que una afirmación de aptitudes, no sería del todo inexacto. Mi objetivo es señalar algunos problemas que un teólogo no puede evitar ver y satisfacer en relación con ellos, lo mejor posible, el rol apropiado y característico del teólogo.
¿Qué es eso? Bueno, ¿qué es la teología? (¡Siempre debemos comenzar por el principio!) La teología es uno de esos términos (de los cuales no hay muchos) cuyo significado lo aclaran sus orígenes. La teología viene de dos palabras griegas: theos (Dios) y logos (discurso, alocución, argumento), y significa sencillamente hablar de Dios o, más completamente, pensamientos acerca de Dios expresados en declaraciones sobre Dios. Los pensamientos acerca de Dios son únicamente correctos cuando cuadran con los pensamientos propios de Dios sobre sí mismo; la teología es únicamente positiva cuando permitimos que la verdad revelada de Dios, o sea, la enseñanza de la Biblia, penetre nuestra mente. De modo que la teología es un ejercicio auditivo antes que vocal. Es el intento de escuchar lo que la Confesión de Westminster I.x denomina “lo que habla el Espíritu Santo en las Escrituras” y luego aplicar lo que dicen las Escrituras para corregir y dirigir nuestra vida. Nosotros traemos nuestras dudas y preguntas a la enseñanza de la Biblia para encontrar soluciones, y permitimos que Dios nos haga preguntas, en esa misma enseñanza y por medio de ella, sobre la forma en que pensamos y vivimos. Se le da el nombre de teólogo a todos aquellos que nos ayudan con este proceso.
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