J. I. Packer - Los planes de Dios para su vida

Здесь есть возможность читать онлайн «J. I. Packer - Los planes de Dios para su vida» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los planes de Dios para su vida: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los planes de Dios para su vida»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A veces nos cuesta aceptar la promesa de esperanza de Dios. Sabemos que sus palabras son ciertas y, sin embargo, luchamos para soportar las pruebas que enfrentamos a diario. A causa de la dificultad que tenemos para confiar en los planes de Dios para nuestro futuro, nos apartamos del camino y, en medio de las distracciones de la vida cotidiana, pronto nos olvidamos de él.
Mediante este libro, J. I. Packer alberga la esperanza de poder establecer en nosotros la certeza de que, a través de todos los altibajos de la vida, Dios nos está guiando en forma providencial a algo por cierto espectacular. A través de las dificultades con las que nos topamos, la guía que buscamos, la santidad que deseamos, Dios está allí. En medio de cada lucha y placer, desilusión y júbilo, Dios está con nosotros.
Por medio de una amplia gama de temas como estos, Packer nos ayuda a reconocer principios bíblicos importantes y a tomar decisiones con sabiduría. Este libro nos muestra cómo podemos percibir y sentir la vida cuando la vivimos con fe en un Dios soberano con planes soberanos. Y cuando veamos las maravillas que Dios anhela para nosotros, sabremos que sólo él puede colmar nuestro futuro de esperanza.
"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza" Jeremías 29:11.

Los planes de Dios para su vida — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los planes de Dios para su vida», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Dios no desea que la lectura de la Biblia funcione simplemente como una droga para mentes atormentadas. La lectura de las Escrituras sirve para despertar nuestra mente, no para hacernos dormir. Dios nos pide que nos acerquemos a las Escrituras como su Palabra: un mensaje dirigido a criaturas racionales, gente con pensamientos; un mensaje que no podemos esperar comprender sin pensar sobre Él. “Vengan, pongamos las cosas en claro”, le dice Dios a Judá por medio de Isaías (Isaías 1.18), y cada vez que tomamos su libro, nos dice lo mismo a nosotros. Él nos ha enseñado a orar para recibir claridad cuando leemos. “Ábreme los ojos para que contemple las maravillas de tu ley” (Salmo 119.18). Ésta es una oración para que Dios nos dé entendimiento cuando pensamos acerca de su Palabra. Sin embargo, si después de orar, nos borramos y no pensamos más al leer, impedimos de manera efectiva que Dios responda a esta oración.

Dios desea que leamos la Biblia como un libro: una historia sola con un solo tema. No estoy olvidando que la Biblia consiste en muchas unidades separadas (sesenta y seis para ser exacto) y que algunas de esas unidades son combinaciones (tal como el Salterio, que está compuesto por 150 oraciones e himnos separados). Sin embargo, a pesar de todo eso, la Biblia nos llega a nosotros como el producto de una mente individual: la mente de Dios. Comprueba su unidad una y otra vez por medio de la forma asombrosa en que se vincula todo, una parte le da luz a la otra. De modo que la debemos leer como una unidad. Y cuando la leemos, debemos preguntar: ¿Cuál es el argumento de este libro? ¿Cuál es su tema? ¿De qué se trata? A menos que respondamos a estas preguntas, nunca veremos lo que nos dice sobre nuestra vida.

Cuando llegamos a este punto, encontraremos que el mensaje de Dios para nosotros es más drástico y al mismo tiempo más alentador que cualquier mensaje que la religiosidad humana pudiera concebir jamás.

EL TEMA PRINCIPAL

¿Qué hallamos cuando leemos la Biblia como una unidad integrada y consolidada, con nuestra mente alerta para observar su verdadero centro?

Lo que encontramos es simplemente esto: La Biblia no trata principalmente sobre el hombre. Su sujeto es Dios. Él (si me permiten la frase) es el principal actor en el drama, el héroe de la historia. La Biblia es un estudio descriptivo de su obra pasada, presente y futura en este mundo con comentarios aclaratorios de profetas, salmistas, hombres sabios y apóstoles. Su tema principal no es la salvación del hombre, sino la obra de Dios para vindicar sus propósitos y glorificarse a sí mismo en un cosmos pecador y caótico. Esto lo hace mediante el establecimiento de su reino y la exaltación de su Hijo, creando un pueblo que lo adore y lo sirva, y por último, desmantelando y armando nuevamente este orden de cosas, arrancando así de raíz el pecado de su mundo.

Es en esta perspectiva más amplia donde cabe la Biblia en la obra de Dios para la salvación de hombres y mujeres. Describe a Dios como más que un arquitecto cósmico distante, o un tío celestial omnipresente, o una fuerza vital impersonal. Dios es más que cualquiera de las insignificantes deidades sustitutas que habitan nuestras mentes del siglo veintiuno. Él es el Dios vivo, presente y activo en todas partes, “magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios” (Éxodo 15.11 RVR60). Él se da a sí mismo un nombre: Jehová (véase Éxodo 3.14-15; 6.23), el cual, ya sea que se lo traduzca como “Yo soy el que soy” o “Yo seré el que seré” (el hebreo significa ambos), es una proclamación de su autoexistencia y autosuficiencia, su omnipotencia y su libertad sin límites.

El mundo le pertenece, Él lo creó, y Él lo controla. Él hace “todas las cosas conforme al designio de su voluntad” (Efesios 1.11). Su conocimiento y dominio se extienden incluso a las cosas más pequeñas: “Él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza” (Mateo 10.30). “El SEÑOR reina”—los salmistas hacen que esta verdad permanente sea una y otra vez el punto de partida para sus alabanzas (véanse los Salmos 93.1; 96.10; 97.1; 99.1). A pesar de que las fuerzas rugen con estruendo y amenaza el caos, Dios es Rey. Por lo tanto, su pueblo está seguro.

Tal es el Dios de la Biblia. Y la convicción predominante de la Biblia sobre Él, una convicción proclamada desde Génesis a Apocalipsis, es que por detrás y por debajo de toda la aparente confusión de este mundo yace su plan. Ese plan atañe a la perfección de un pueblo y la restauración de un mundo por medio de la acción mediadora de Jesucristo. Dios gobierna los asuntos humanos con este fin en vista. La historia humana es un registro del cumplimiento de sus propósitos. La historia es en verdad su historia.

La Biblia detalla las etapas en el plan de Dios. Dios visitó a Abraham, lo llevó a Canaán, y establece una relación de pacto con Él y sus descendientes: “Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes... yo seré su Dios” (Génesis 17.7). Le dio a Abraham un hijo. Convirtió a la familia de Abraham en una nación y los guió fuera de Egipto a una tierra propia. A través de los siglos, Él los preparó a ellos y al mundo de los gentiles para la venida de un Salvador-Rey, “Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes. Por medio de él ustedes creen en Dios” (1 Pedro 1.20 y sig.).

Por fin, “cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos” (Gálatas 4.4 y sig.). La promesa de pacto al linaje de Abraham se cumple ahora para todos aquellos que depositan su fe en Cristo: “Y si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa” (Gálatas 3.29).

El plan para este tiempo es que este evangelio sea conocido en todo el mundo, y que “una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas” (Apocalipsis 7.9) ponga su fe en Cristo; después de lo cual, cuando regrese Cristo, el cielo y la tierra serán recreados de una manera imposible de imaginar. Luego, allí donde está “el trono de Dios y del Cordero”, allí “sus siervos lo adorarán; lo verán cara a cara... y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22.3-5).

Este es el plan de Dios, dice la Biblia. No puede ser desbaratado por el pecado humano, porque Dios abrió el paso para que el propio pecado humano fuera parte del plan, y todo acto de rebeldía en contra de la expresa voluntad de Dios es utilizado por Él para la promoción de su voluntad. Por ejemplo, los hermanos de José lo vendieron a Egipto. “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal”, acotó José más tarde, “pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente” (Génesis 50.20); “Fue Dios que me envió aquí, y no ustedes” (Génesis 45.8). La misma cruz de Cristo es la ilustración suprema de este principio. “Éste fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios”, dijo Pedro en el sermón de Pentecostés, “y por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz” (Hechos 2.23). En el Calvario, Dios anuló el pecado de Israel, del cual tenía conocimiento previo, como un medio para la salvación del mundo. Por lo tanto, parece que la anarquía humana no frustra el plan de Dios para la redención de su pueblo; más bien, por medio de la sabiduría de su omnipotencia, se ha convertido en el medio para cumplir ese plan.

CÓMO ACEPTAR EL PLAN

Éste, pues, es el Dios de la Biblia: un Dios que reina, que rige los acontecimientos, y que, a través del servicio tambaleante de su pueblo y el descaro de sus enemigos, lleva a cabo su propósito eterno para su mundo. Ahora comenzamos a ver lo que la Biblia tiene para decirle a nuestra generación que se siente tan perdida y plagada en un orden de eventos inescrutablemente hostil. Existe un plan, dice la Biblia. Las circunstancias tienen sentido, pero ustedes no lo han sabido encontrar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los planes de Dios para su vida»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los planes de Dios para su vida» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los planes de Dios para su vida»

Обсуждение, отзывы о книге «Los planes de Dios para su vida» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x