Juan Sasturain - Manual De Perdedores

Здесь есть возможность читать онлайн «Juan Sasturain - Manual De Perdedores» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Manual De Perdedores: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Manual De Perdedores»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

No me ha gustado este libro tan mentado. Sasturain es un personaje, y a veces se lo ve actuando en fotonovelas para revistas literarias coloridas. Le entré con mucha expectativa, pero pronto me cansé. Tal vez el esfuerzo de mantener el libro abierto (la encuadernación de Sudamericana no tiene parangón), o lo simplón de la trama. Tal vez la hilaridad que despierta leer las proezas físicas de un jubilado municipal, o ese esfuerzo por hacer de la historia algo cotidiano. Si bien hay algunos hallazgos en la escritura, no llegué a leer la segunda historia. Ya me pudrí cuando la misma se insinúa al final de la primera. De todas maneras, pueden hacer la prueba. Tengo dudas sobre el abandono de las lecturas, pues a veces me ha pasado que retomé un libro varios años después del abandono, y me pregunté por qué había dejado una obra que ahora me gustaba. El libro está en las mesas de saldo de los supermercados a $6 (sí, seis pesos).
Sólo para mi vanagloria: comenzado el 1º de noviembre y abandonado al día siguiente.

Manual De Perdedores — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Manual De Perdedores», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El colorado asintió con un movimiento de cabeza.

– Bueno: «Negro» y «Fraile» son dos nombres tachados en una lista privada de Marcial… Te la puedo mostrar. Y había otros. Cuando yo lo encontré, de casualidad, estaba cerca de los peces gordos. A punto de terminar el trabajo… Qué terrible culpa tendría que ni siquiera podía oír las cosas de su época de cantor. Y si se disfrazaba de Alfredo Duggan era como pantalla para infiltrarse… Pero algo debe haber fallado. Lo pescaron, o la piba dio un paso en falso.

– Ahí no querés hablar ¿eh?

El colorado le golpeó las costillas con un puño amistoso, sobrador y dueño de sus secretos y debilidades.

– De eso no hablo porque no entiendo. No sé para quién laburaba Chola Benítez pero quiso ayudarlo a Marcial, y sin saber quién era. La última noche, en el For Export, trató de comunicarse conmigo y al final, cuando estaba todo perdido, Marcial trató de pasarme la dirección de «El Goya» cantando «Café de los Angelitos».

– Es que ahí estaba el contacto con la Tía Pocha -completó Macías-. Era el cuartel general, según deschavó Loureiro… Pero no te castigues por no haber entendido. Pintos, que estaba siempre con Marcial, tampoco se dio cuenta de lo que pasaba esa noche… ¿Eh, negro?

Pintos se dio vuelta con un gesto afirmativo y dijo:

– Nunca me imaginé que Duggan estaba en algo así. Y la pendeja, no sé… Era un caso raro porque no era de ese ambiente. Apareció una noche en uno de los tours y prácticamente se le regaló a Sosa, uno de los socios menores de Kasparian, que estaba siempre ahí. Y se quedó nomás, como la mina de él.

Se hizo un silencio largo. Pasaron los árboles del Parque Lezica, pasaron Primera Junta. Cuando doblaron por Campichuelo hacia el Norte, Etchenaik suspiró y dijo:

– Este es un capítulo clásico de las historias policiales, colorado: los protagonistas se sientan a explicar qué ha pasado, atan cabos, el lector se desayuna de qué se trataba.

– Pero ésta es de las que terminan mal…

El veterano tardó en contestar, los ojos fijos en la nuca rapada que tenía adelante.

– No terminó. Hay cuentas pendientes…

Macías sonrió, casi satisfecho de verlo así. Le tocó la ceja rota:

– ¿No me vas a contar cómo pasaste el fin de semana?

– No. Me bajo acá -y manoteó el picaporte.

Y antes que el Falcon acelerara a la salida del semáforo, ya Etchenaik se había bajado, caminaba rápido hacia ninguna parte.

64. Gordo con fondo de río

Esa tarde llegó a la Chacarita cuando el sol declinaba luego de andar media ciudad. Se sentía particularmente vacío, sin fuerzas, como un juguete a pila al que la cuerda se le acaba en medio de una evolución y queda en posición ridícula.

Se subió al Plymouth pero en seguida se dio cuenta de que no tenía ganas de volver a la machucada oficina de la Avenida de Mayo. Mucho antes de llegar, a la altura del Abasto, dejó el auto en una transversal y se metió en un boliche.

Era miércoles, había un televisor encendido donde algunos señores de traje y cara lisa explicaban que, precisamente, no pasaba nada.

Etchenaik vio todo el noticiero con medio de blanco y se quedó un poco más cuando vio que comenzaban a pasar un partido de fútbol desde Mar del Plata: Independiente-Talleres.

Hubo un gol de Reinaldi, la infructuosa espera de las paredes de Bochini con un centroforward nuevo y torpe. Cuando terminó el primer tiempo Etchenaik pidió un cuarto más de blanco y se lo tomó de dos viajes. Se dio cuenta, mientras pagaba, que había perdido la convicción necesaria para emborracharse. Había barreras que ya no bajaba con facilidad, aunque encajonaran a un amigo con un dolor pendiente, aunque le demostraran que era literalmente un gil.

Cuando llegó, sigiloso y vencido a la oficina, la ventana abierta iluminaba intermitentemente de azul de rojo de azul de verde la penumbra semivacía. Cada cambio de color estaba acompañado de un zumbido, porque el cartel luminoso del bowling no andaba demasiado bien y los tubitos de neón hacían ruidos de insectos, daban calor con solo escucharlos.

– ¿Qué hora es? -preguntó el gallego en la oscuridad.

– Temprano. Las doce y media.

– ¿Encontraste a alguien?

– No -mintió.

Se hizo un silencio largo. Etchenaik se desnudó, se tiró en la cama, encendió un cigarrillo.

– ¿Chupaste mucho? -dijo Tony dándose vuelta hacia él.

– No puedo.

– Ah.

Al rato, cuando Etchenaik ya creía que el gallego se había dormido, Tony le habló.

– Hay un nuevo laburo. Hay que ir mañana a la mañana a una oficina del Bajo para una entrevista.

– ¿Llamaron acá?

– Sí. La secretaria del tipo. Se llama Berardi…

Hubo ruido de manotazos en ese extremo del cuarto; el gallego consiguió encender la luz, localizó a tientas un papelito, se lo alcanzó.

– Acá tenés los datos. Mañana a las diez.

Etchenaik miró la dirección, la letra pueril del gallego.

– No creo que vaya, Tony.

La secretaria se apartó del intercomunicador y realizó un gesto que abarcaba su izquierda, la puerta y un alto cargo ejecutivo escrito en letras negras. Etchenaik avanzó y se detuvo ante los vidrios grises.

– Entre. El señor Berardi lo espera -dijo la mujer con voz opaca.

Giró el picaporte y se introdujo en la claridad de una amplia oficina. Cerró la puerta sin ruido. No hubiera podido hacerlo aunque quisiera porque todo estaba acolchado hasta la obscenidad. La luz entraba por un gran ventanal que agotaba la pared del frente. Se veía el puerto, fragmentos del bajo, el último tramo de Corrientes. Había grandes sillones de cuero y dos sillas frente a un escritorio desmesurado, enfático. Detrás, sentado en un sillón giratorio y de espaldas a la puerta, un hombre gordo y calvo hablaba por teléfono con alguien que lo adulaba. El humo del cigarro subía, se dispersaba con el movimiento de su mano, se confundía con el pedazo de cielo gris entre las grúas.

Etchenaik tosió.

Hijos

Primera

65 La cara de la foto Etchenaik tosió fuerte El hombre gordo no se dio - фото 6
***

65. La cara de la foto

Etchenaik tosió fuerte. El hombre gordo no se dio vuelta y siguió hablando por teléfono. El veterano se sentó.

Bajo el vidrio grueso de la oficina había un plano de la ciudad, un calendario, fotografías de niños que ya no lo serían. Etchenaik encendió un cigarrillo, echó humo y tiró la primera ceniza sobre el lustroso escritorio; después sopló hacia el hombre de traje azul.

En ese momento el gordo giró, reiteró una negativa, abrió una posibilidad sin prometer nada y colgó.

– Usted es García -dijo y sonrió.

– Soy Etchenaik. Tony García trabaja conmigo.

– Es lo mismo. Veo que ya se puso cómodo.

El veterano hizo un gesto que mostraba su propio cuerpo sólidamente instalado en el sillón. También sonrió.

– Lo escucho -dijo.

El gordo se acomodó y casi improvisó un gesto de embarazo, como quien tira una soga condescendiente a ese que venía, se instalaba, echaba ceniza como se le cantaba y establecía un clima sutil, intimidatorio. Para el señor Berardi era casi un chiste, una excentricidad de las reglas de juego en su territorio.

– ¿Un café?

– Sí.

El gordo hizo el pedido por el intercomunicador, hubo una pausa y quedó inclinado mirando el borde del escritorio, como si estuviera recitando un libreto apoyado en sus rodillas.

– Antes que nada -comenzó lentamente- le adelanto que el asunto no es demasiado grave. Pero es la primera vez que debo recurrir a un servicio como el de ustedes y discúlpeme si desconozco el mecanismo, la forma de trabajo. Y me desagrada haber llegado a esta situación porque tengo especial repugnancia a todo lo que sea solapado o encubierto: me gustó siempre hablar y hacer las cosas de frente.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Manual De Perdedores»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Manual De Perdedores» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Manual De Perdedores»

Обсуждение, отзывы о книге «Manual De Perdedores» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x