Graham Masterton - Manitú

Здесь есть возможность читать онлайн «Graham Masterton - Manitú» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Manitú: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Manitú»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Puede la mente humana proyectar una imagen o sugestionar a alguien, sin importar el tiempo o la distancia? ¿Existe la posesión de espíritus? ¿Es verdad que en nuestra época se dan las manifestaciones de las artes que implican la magia y el espiritismo? ¿Puede ser inmoral crearle daño a otra persona valiéndose de la transmisión del pensamiento para causarle la enfermedad y aun la muerte?
Manitú, uno de los libros más vendidos en España, obra de Graham Masterton, nos da respuesta a más de uno de estos interrogantes, narrándonos la historia más insólita, tan solo comparable con El bebé de Rosemary o El exorcista, tal vez superando estas dos obras en muchísimos cuadros de suspenso, llenos de un terror intenso y escalofriante.

Manitú — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Manitú», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Por qué? -murmuré -, ¿Qué tiene tan peligroso?

– La Bestia Estrella no es tan peligrosa en sí misma. Puede destruirlo antes que se dé cuenta, pero no es poderosa o suprema. Es más una especie de sirvienta de los seres más altos. Una mensajera.

– ¿Quiere decir que Misquamacus la está usando como mensajera… para llamar a otros demonios?

Singing Rock dijo:

– Algo por el estilo. Se lo diré después. Ahora mismo creo que lo más prudente será irnos de aquí.

– El virus, ¿qué hacemos con el virus? Singing Rock, tenemos que hallar la oportunidad de usarlo.

Singing Rock se alejó de la puerta.

– Olvídese del virus. Fue una idea astuta, pero no funcionará. Por lo menos ahora. Vámonos.

Me quedé donde estaba. Me hallaba aterrado, pero si había alguna oportunidad de destruir a Misquamacus yo quería hacerlo.

– Singing Rock, podemos amenazarlo con eso. Decirle que si no cierra ese camino le mataremos. ¡Por Dios, vale la pena tratarlo!

Singing Rock volvió hacia la puerta y trató de separarme.

– Es demasiado tarde -susurró -. ¿No se da cuenta de lo que son esos demonios? Ellos mismos son una especie de virus. La Bestia Estrella se reirá de su gripe y le dará una muerte peor que la que pueda pensar.

– Pero Misquamacus…

– Misquamacus puede ser amenazado, Harry, pero una vez que ha invocado a esos demonios es demasiado tarde. Ahora es más peligroso que nunca matarlo. Si una de esas bestias viene y Misquamacus muere, entonces no hay forma de enviarla de vuelta. Mírela, Harry. ¿Quiere arriesgarse a que eso quede suelto por Manhattan?

La Bestia Estrella se retorcía y movía en su propia fluorescencia. A veces parecía gruesa y aglutinada y otras parecía no estar compuesta por otra cosa que nubes sinuosas. Producía una atmósfera de congelante terror, como un perro rabioso.

– No; así no, Singing Rock – le dije-. Tengo que intentarlo.

Singing Rock dijo:

– Harry, ninguna advertencia es suficiente. No sirve.

Pero yo me había decidido. Puse mi mano sobre el helado picaporte de la puerta y me dispuse a abrirla.

– Déme un hechizo o algo para cubrirme -le dije.

– Harry, un hechizo no es un revólver. No vaya, eso es todo.

Durante dos segundos me pregunté qué diablos estaba haciendo. No tengo la pasta de la que se hacen los héroes. Pero yo tenía los medios para destruir a Misquamacus y la oportunidad, y en alguna medida parecía más fácil y más lógico tratar de matarlo que dejarlo ir. Si había algo peor que la Bestia Estrella, yo no quería verlo, y la única forma de detener más manifestaciones era deshacerse del hechicero. Conté hasta tres y abrí la puerta.

No estaba nada preparado para lo que había ahí adentro. Estaba tan frío que era como entrar en un refrigerador oscuro. Y en alguna medida, mientras trataba de avanzar, mis piernas sólo se podían mover como a cámara lenta y parecieron pasar minutos mientras yo me internaba en el aire pringoso, mi brazo levantado con el tubo del virus, mis ojos muy abiertos.

Sin embargo, lo peor era el sonido. Era como un terrible y deprimente viento helado, una nota que sonaba constantemente y que en alguna manera nunca se hundía más allá de un pesado y asediante tono único. En el cuarto no había viento, pero ese intangible huracán gritaba y rugía y quitaba todo sentido de tiempo y espacio.

Misquamacus se volvió hacia mí, lentamente, como un hombre en una pesadilla. No hizo ningún intento de alejarme o de protegerse. La Bestia Estrella, a sólo unos centímetros del centro del helado camino, se movía y latía como espirales de huevas de escuerzos o como remolinos de humo.

– ¡Misquamacus! -chillé. Las palabras salían de mi boca como lentas gotas de cera que se derritiese y parecían congelarse a mitad de camino -. ¡Misquamacus!

Me detuve a menos de un metro de él. Tuve que ponerme una mano contra mi oreja y tratar de aislar el ensordecedor rugido del viento que no había allí. Pero en mi otra mano, yo esgrimía el infectado tubo de gripe y lo sostenía delante mío como a un crucifijo bendito.

– Misquamacus, ¡éste es el espíritu invisible de lo que destruyó a tu gente! ¡Lo tengo en esta botella! Cierra el camino, envía de vuelta a la Bestia Estrella… ¡o lo soltaré!

De alguna manera, en el fondo de mi cerebro, escuchaba a Singing Rock gritándome:

– ¡Harry, vuelva!

Pero el huracán era muy fuerte y mi adrenalina fluía rápido, y yo sabía que si no llevaba a Misquamacus hasta el umbral podríamos no deshacernos nunca del hechicero, o sus demonios, o cualquiera de las temibles herencias de su pasado mágico.

Pero yo soy un vidente, no un hechicero, y lo que sucedió en seguida fue algo con lo cual yo no podía enfrentarme. Sentí algo frío y serpenteante dentro de mi mano. Cuando miré al tubo se había convertido en una negra sanguijuela que se retorcía. Casi la dejo caer con asco, pero entonces una advertencia en mi mente me dijo «es una ilusión, otro de los trucos de Misquamacus», y en cambio, la sostuve fuerte. Mientras me aferraba a ella el hechicero me volvió a ganar de mano. El tubo pareció explotar en llamas y mi cerebro no era tan rápido como para superar mi respuesta nerviosa y reafirmarme que ésta era también una ilusión. Dejé caer el tubo de ensayo y fue a dar lentamente contra el piso, extrañamente lento, como una piedra hundiéndose en aceite transparente.

Aterrado, traté de darme la vuelta y correr hacia la puerta. Pero el aire era pesado y límpido, y cada paso se congelaba en un esfuerzo masivo. Vi a Singing Rock en el marco de la puerta, con sus manos estiradas hacia mí, pero parecía a millas y millas de distancia, un salvavidas en una playa que yo no podía alcanzar.

La retorcida y descolorida forma de la Bestia Estrella tenía una irresistible atracción propia. Me sentí arrastrado físicamente lejos de la puerta y de vuelta hacia el centro del camino mágico, aunque yo estaba usando todas mis fuerzas para escaparme. Vi al tubo con el virus de la gripe literalmente cambiar de curso en mitad de la caída y moverse en el aire hacia la Bestia Estrella, dando vueltas como un satélite en el espacio.

Un intenso frío cayó encima mío, y en esa especie de ruido como canto fúnebre de ese viento sin viento, vi mi aliento formando nubes de vapor y estrellas de hielo formándose en la chaqueta. El fluido del líquido se congeló en cristales de hielo, lo que lo hacía tan inofensivo para Misquamacus como un revólver vacío.

Me di la vuelta -no podía evitarlo- para mirar la Bestia Estrella detrás mío. Incluso yo luchaba a través del cuarto para salir del camino, mis pasos no me llevaban en dirección a la puerta. Mis pies estaban ahora a apenas milímetros del círculo de tiza, y dentro del centro del círculo, el horrible remolino de aire perturbado que constituía la Bestia Estrella me arrastraba más cerca. Misquamacus, con su cabeza baja y su brazo izquierdo levantado, entonaba un largo y ensordecedor cántico que parecía excitar aún más a la Bestia Estrella. El monstruo era como una borrosa radiografía de un estómago, doblándose y retorciéndose en intestinos digestivos.

Había luchado por escapar, pero el frío era tan fuerte que resultaba difícil no pensar en otra cosa que no fuese lo bueno que sería tener calor. Mis músculos me dolían con ese congelante abrazo de debajo de los cero grados, y el esfuerzo de correr a través del gimiente viento y el aire espeso como aceite era casi superior a mis fuerzas. Sabía que posiblemente tuviese que darme por vencido y que tendría que aceptar cualquier cosa que Misquamacus tuviese planeada para mí. Recuerdo que caí de rodillas.

Singing Rock gritaba desde la puerta.

– ¡Harry! -chilló -. ¡Harry! ¡No ceda!

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Manitú»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Manitú» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Graham Masterton
Graham Masterton - Mirror
Graham Masterton
Graham Masterton - The Devils of D-Day
Graham Masterton
Graham Masterton - Revenge of the Manitou
Graham Masterton
Graham Masterton - The Manitou
Graham Masterton
Graham Masterton - Das Atmen der Bestie
Graham Masterton
Graham Masterton - Irre Seelen
Graham Masterton
Graham Masterton - Innocent Blood
Graham Masterton
Graham Masterton - Krew Manitou
Graham Masterton
Graham Masterton - Brylant
Graham Masterton
Graham Masterton - Kły i pazury
Graham Masterton
Graham Masterton - Dom szkieletów
Graham Masterton
Отзывы о книге «Manitú»

Обсуждение, отзывы о книге «Manitú» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x