Marcela Serrano - Para Que No Me Olvides
Здесь есть возможность читать онлайн «Marcela Serrano - Para Que No Me Olvides» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Para Que No Me Olvides
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Para Que No Me Olvides: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Para Que No Me Olvides»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Para Que No Me Olvides — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Para Que No Me Olvides», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Hay escuela pública.
– ¿Y si te pasa algo?
Hay un teléfono a diez minutos, en el retén de los carabineros.
– ¿Y si necesitan un doctor?
Está la casa del practicante, y si es más serio, bien, vendremos a Santiago. Estamos a una hora y media.
– Ya no puedes manejar.
Si el marido de la Tila maneja el tractor, igual podrá con la camioneta.
– ¿Y cómo te acompañaremos?
No me acompañen tanto. Vayan al campo cuando de verdad quieran verme, eso es mejor para ustedes y para mí.
– ¿Y qué hacemos con esta casa?
Me da igual, ciérrenla, véndanla.
En este minuto quisiera hablar, ay, cómo quisiera hablar y defenderme. ¿Cómo decirle todo esto a Pía? ¿Cómo combatir a un grupo humano entero que se ha adueñado, sin permiso, de mi voluntad? Blanca, no te desesperes. Las peléis debes darlas tramo a tramo. Sabes que Trinidad será el conflicto. Más adelante insistirán en que ella no puede educarse en el campo. Eso debes dejarlo para su propio día, más aún si tu mirada ya se ha acortado.
Ganaré igual, Trini se quedará conmigo. Será una rubia campesina y cuando los niños del pueblo se acerquen a tocarle el pelo, al menos sentirá enarbolar un destino más definido que el mío.
He embalado todo. La forma más certera de decir: es un hecho consumado. La familia, como lo previ, ha tratado de disuadirme.
– Es tu entrega final, Blanca.
Lo sé.
Ya ha pasado el tiempo suficiente, no es una afasia transitoria. Este lenguaje sustituto -el de mis ojos- me hace parecer menos normal aún de lo que soy. El confinamiento me hace sentir más incapacitada de lo que realmente estoy.
Lo sé.
La angustia aflora toda clase de malos sentimientos. No quiero estar más aquí. (Qué fácil es ser buena cuando la vida es buena con una.)
Y cuánto más categórica es una respuesta, más encubre la duda. Eso lo he observado ahora que lo observo todo. Por eso mi testadurez no tiene límites. Me ahogan, me ahogan las sutiles presiones. Ésta es mi decisión. Al final, los hechos no son los importantes, sino la fantasía sobre los hechos. Por eso me voy. Total, es el aturdimiento siempre…
Abro mi enorme closet. Me entretengo eligiendo para quién va cada prenda. Hago tres paquetes: Pía, Sofía y Victoria. A mis cuñadas no les dejo nada. A Juana una sola cosa, pero sólida: un reloj de oro, regalo de aniversario, los quince años de matrimonio. No tengo nadie más a quién legar y me pregunto en qué invertí en mi vida si no fue en el afecto.
Sé que Sofía y Victoria no me abandonarán. Pía es mi hermana, no tiene remedio. Tendré la presencia constante de otro de mis hermanos, el que administra las tierras, incluida la mía. La gente no llegará al campo, Juana irá una vez a las mil, tendrá que pedirle a Gregorio que la lleve, no puede manejar con su único brazo. Cruzar la cuesta que lleva a mi casa de campo no es broma. Esa cuesta será mi escudo.
Elijo todos mis collares, pulseras, anillos, colgajos de toda clase, todo para Victoria. Se verán lindos contrastando su pelo negro. Me sumerjo en ese mundo femenino que es mi closet. Mis execrables trajes de dos piezas, cuando debía comer con los banqueros. Toco éste de color gris, tan buen corte y tan buen paño; sin embargo, nunca dejé de parecer una maestra rural en él. Y tantos zapatos, tacos altos, afirulados, puntudos. Los tiro todos con alivio y odio mezclados, los tiro en la alfombra y a patadas los convierto en una pila. Pía calza mi número, ella los necesitará además. Suspiro, nunca más un taco alto, nunca más una panty que jamás me quedaron bien de cintura y de piernas al mismo tiempo, tantos sobres aún cerrados, transparentes, de colores, con flores… nunca más. Miro mi closet abultado. Bullshit! ¿Cuál será la traducción exacta? En mi familia los garabatos se dicen en otro idioma, nunca en español. Bullshit, toda esta estupidez.
Lleno una caja grande con diversos cosméticos, sofisticadas cremas, perfumes… fuera. Por fin, todo fuera.
Quisiera la absoluta desnudez.
Lo que exige talla exacta va para Pía. Lo más casual y ancho para Sofía -lo más hippie, dice Honoria, un poco pasado de moda su concepto. Lo más sexy para Victoria.
Tomo el abrigo de tigre. ¿Cuántas veces me lo puse? ¿Tres? Como se reirían los patos de mí: la mujer tigre entre los árboles del cerro. Victoria se sentirá la Sonia Braga dentro de él y se verá maravillosa. Luego el de zorro, no muy ecológico, pero largo y precioso, en diagonal sus mangas, enorme. Cuando Trinidad me vio en él la primera vez, se asustó. La segunda se me tiró encima, abrazando y abrazando el abrigo. Desde entonces, haciéndole cariño, se sumergía en él cada vez creyendo que era un león. Será para Sofía, siempre ha comentado lo lindo que es. Encuentro la blusa malva, esa de seda italiana. La toco y me arremete su sensualidad. Cuando lo conocí. Cuando el Gringo hizo una lazada y giró la cuerda sobre mi cabeza a lo mero cowboy.
Elijo un abrigo azul marino, sobrio y fino, lo guardo para la señora Yolanda. Voy al closet de Jorge Ignacio, saco para Bernardo lo que dejó. En un par de años todo le quedará bien. Me gusta que él tenga las cosas de mi hijo. Me cuesta abrir el closet de Jorge Ignacio, es una purgación lo que hago.
Se me llenan los ojos de lágrimas pero cierro inmediatamente el corazón.
Pienso que es fascinante ejecutar el testamento en vida. Uno se puede vengar gozándolo. Eso no les pasa a los muertos.
Está todo listo.
Una vez más Sofía ha tomado mi defensa. Frente a la familia en pleno, al tratarse el tema de Trinidad, ha dicho: ¡Quizás qué producto original se engendrará! Al menos se librará de varias… ¿Quién dijo que es la convención la que crea niños felices? Yo apuesto al amor de Blanca por ella y a la pureza del campo.
Efectivamente está todo listo. «Todo» significa: algunas cosas de mi cocina que Honoria y yo preferimos, mi ropa mínima, los juguetes de Trinidad. También el collar de perlas que me regaló mamá, quiero llevarme algo de ella. Una fotografía de mi hijo y la del Gringo. Los remedios, Sofía ya me prometió reemplazarlos cuando se terminen. Mi música, todo Schubert, todo Brahms, Mahler, Mozart. Y el Réquiem. Sea yo llamada con los benditos. Un par de libros que me dejó el Gringo, los quiero sólo para tocarlos, quizás Trinidad podrá leérmelos algún día. Qué poco necesito. ¿Por qué viví tan llena de cosas tanto tiempo? Ni mi cuerpo ni mi alma necesitan nada que no haya en el pequeño almacén del pueblo. Cuidaré con mis manos la huerta, haré de nuevo los almacigos de ciboulette, recogeré las callampas después de la lluvia y enseñaré a Trini cuáles se pueden comer. Le enseñaré también a oír la música, como mi abuela me enseñó los libros.
Sofía se consigue la camioneta grande y nos traslada.
Cierro la puerta de mi casa sin ninguna emoción. Los demás probablemente creen que es transitorio. Yo sé que no volveré.
Pienso en Juan Luis. Siempre creí que juntos nos iríamos haciendo viejos y juntos empezaríamos a temer. Hoy día sólo me pregunto cuánto ganamos y cuánto perdimos cada uno, pero aún no sé cuál fue nuestra auténtica pelea. Me lo pregunto y las respuestas son difusas.
Cierro el portón de San Damián.
* * *
Eldibujo de Bernardo, el que me regalara para mi cumpleaños, se convirtió en una profecía. Una mujer delgada y rubia, sola entre los cerros, sola entre los cerros.
Sin misericordia cae la lluvia en estos campos, una lluvia perenne. No supe que hacía un viaje a la verdadera humedad. Olor a tierra limpia, a tierra buena como el cuerpo del Gringo son estos campos. Pero claro, su cuerpo tendería un manto de serenidad que no encuentran mis ojos, resumideros, basureros del mundo. Es que me han recibido los naranjos y limoneros con un desolador y triste aspecto, como si me trajesen la incertidumbre más que la seguridad, la impotencia más que la fuerza, la derrota más que la victoria.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Para Que No Me Olvides»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Para Que No Me Olvides» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Para Que No Me Olvides» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.