Mis seres queridos vuelven a entrar en el cuarto. Antes, creyendo que seguía durmiendo, habían salido para hablar. ¿De qué? Creo que lo sé. Se preguntaban confundidos qué debían hacer, a quién llamar.
Oh realmente queridos, a los que he comprendido y que me han comprendido tarde, aunque, por suerte, no demasiado tarde. Mi marido, que durante años me acosó con celos de siciliano, ahora me mima como una madre que contenta a su niña caprichosa, pero a la vez no me niega el reconocimiento de mi feminidad. Mi hija, que creía que me consideraba tan sólo una pedante intelectual esnob y pesada, me brinda la certeza de su afecto; yo, que ya había perdido la esperanza de ver que alcanzaba su potencial, vislumbro en ella pequeños tesoros de sensibilidad y de inteligencia, como también, sin duda, de sabiduría.
Su hijo, mi nieto, mi vida prolongada, el hermoso querubín músico, es filósofo por naturaleza, posee virtudes de equilibrio raras en un niño. Conmigo es respetuoso, amable, no se cohíbe por la enfermedad.
* * *
Finalmente lo digo sin ironía: soy muy afortunada.
Quiero decir algo bueno sobre los médicos, contra los que muchas veces he despotricado por considerarlos ilusionistas que, por muchas veces que lo intenten, no consiguen sacar el conejo de la chistera.
Una vida en medio del sufrimiento, la suya, un sufrimiento frente al que también se puede reaccionar dejándose crecer un poco de pelo en el estómago.
¿Quién vendrá, esta noche o mañana por la mañana, a certificar la normalidad de lo que pasará? ¿Qué diablos escribirá?
«Colapso cardiovascular» vale para todos los viejecitos, pero se aviene mal con el bombeo de mi sangre: un corazón de anteguerra, de los que ya no se fabrican, hechos para durar, como era norma para zapatos y abrigos. Sería mejor, o seguramente más exacto, poder recurrir al simplote humorismo popular: «Fulano, muerto porque se olvidó de respirar», «Zutano, finado porque estaba harto de ganarse la vida».
Entonces, de repente. Entonces, de repente. Entonces, de repente…
Doña Z. se ha ido con suficiente dignidad.
Al final, para no malgastar su inversión en citas, ha elegido la más clásica, enriqueciéndola con su espíritu burlón. «Por favor, el pollito a Esculapio. Y recordad que le gusta bien hecho.» Naturalmente nadie, salvo yo, ha oído: su cálida voz de antaño se había convertido en un pitido afónico.
Lástima que no llegara a ver las crías de mirlo que nacieron unos días después: tres, orondos y pacíficos, el cuarto, surgido tras cierta vacilación, un milagro. Blanco, candoroso, paradisíaco.
O quizás haya sido lo mejor: asíZ. no conoció el final de la historia. Una asamblea de machos negrísimos (las hembras, demasiado emotivas, siempre quedan excluidas) decretó queera muy diferente: que se marchase al exilio, que se las arreglase solo.
En efecto, no se le ha vuelto a ver.
Pasado un tiempo, una pequeña hembra gris, feúcha y sola estuvo muy atareada en torno al hueco del árbol: lo forró con hojas de plátano arrancadas a trozos con el pico, grabó una aureola de signos misteriosos alrededor de la corteza, semejantes a los que dejan las vendedoras de detergentes cerca del timbre para advertir a sus colegas que en esa casa la acogida es buena o mala.
Ahora bien, ni yo, pese a que soy el narrador omnisciente, sé decir si la mirla estaba preparando un nido nuevo o efectuando una purificación para una tumba.
***
[1]Monumento a Víctor Manuel II y tumba del soldado desconocido. (N. del T.)
[2]Alusión a Los novios, de Alessandro Manzoni (1785-1873), en concreto a la parte final de la obra, donde la peste se erige en protagonista central. (N. del T.)
[3]En el original «badante», neologismo que deriva del verbo «badare», que significa cuidar, vigilar. (N. del T.)
[4]En el original Torna piscina mia, torna dal tuo papá…, estribillo del tema «Torna piccina», de C. A. Bixio (1896-1978), que popularizó el cantante Cario Buti (1902-1963). (N. del T.)
[5]Padre, hijo y nieto, respectivamente, son aldeanos que ponen en entredicho el dominio de los poderosos a la vez que exaltan la sabiduría popular sosteniendo con aquellos diálogos que constituyen un auténtico derroche de picardía, humor, sagacidad y lenguaje chispeante y equívoco. Los dos primeros dan título a sendas libros de G. C. Croce (1550-1609); Cacaseno («Cacasenno» en el original) es del abate A. Banchieri (1568-1634). Con posterioridad se editaron como obra conjunta. (N. del T.)
[6]O Introducción a ¡a vida devota, también llamado Filotea, de san Francisco de Sales (1567-1622). (N. del T.)
[7]7. En el original, Voglio offrirti una bambola rosa…, estribillo de la balada «La bambola rosa», compuesta por P. C. Redi en 1938, muy popular hasta la década de los sesenta. (N. del T.)
[8]Seudónimo de Amalia Liana Cambiasi Negretti Odescalchi (1897-1995), famosa autora de folletones. (N. del T.)
Título de una novela corta de Guy de Maupassant, publicada en 1881. (N. del T.) [9]
[10]«Campo», en veneciano, significa «plaza». (N. del T.)
[11]En veneciano, especie de portón de piedra que da acceso a un callejón. (N. del T.)
[12]Término despectivo con el que se designaba a los integrantes y seguidores de la República de Saló. (N. del T.)
[13]El término al que alude la autora es «telefonino». (N. del T.)
[14]«Un chico con pendientes», en dialecto veneciano. (N. del T.)
[15]De la ópera Don Giovanni, de W. A. Mozart, escena 5, acto 1. (N. del T.)
[16]En el original, «Passa un giorno e passa l'altro I mai non torna el prode Anselmo», los dos versos iniciales del poema «La partenza del crociato», de Giovanni Visconti Venosta (1831-1906), muy popular hasta los años cincuenta del siglo pasado. (N. del T.)
[17]«Ella es la que ha caído», en veneciano. (N. del T.)
[18]Croqueta de arroz rellena de carne y mozarela. (N. del T.)
[19]Región del sur de Lazio. (N. del T.)
[20]En singular, rosticceria, casa de comida al paso. (N. del T.)
[21]Personaje de la comedia de Luigi Pirandello, Seis personajes en busca de autor. Modista de altos vuelos que aparentemente prestaba sus servicios a damas elegantes, pero en realidad eran estas las que prestaban sus servicios en una casa de citas. (N. del T.)
[22]Renato Vallanzasca (Milán, 1950), protagonista de varios motines carcelarios e intentos de fuga, está actualmente condenado a cuatro cadenas perpetuas y a 260 años de reclusión por el conjunto de sus delitos. (N. del T.)
[23]Concepto de la teoría de Pierre Bourdieu para definir el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él. (N. de la E.)
[24]Davide Lazzaretti (1834-1878), predicador místico y fundador de un movimiento socialista religioso. (N. del T.)
[25]Pueblo de voluntarios católicos, en la provincia de Grosseto, fundado por Zeno Salitini (1900-1981). Los grupos familiares acogen a niños huérfanos en adopción. (N. del T.)
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