Jorge Edwards - El whisky de los poetas

Здесь есть возможность читать онлайн «Jorge Edwards - El whisky de los poetas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El whisky de los poetas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El whisky de los poetas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este trabajo reflexiona acerca de las particularidades del ensayo focalizadas en Desde la cola del dragón, El whisky de los poetas, Diálogos en el tejado, Machado de Assis y La otra casa. Ensayos sobre escritores chilenos del escritor chileno Jorge Edwards. Los trabajos que componen estos libros tienen la particularidad de transitar por esa delicada línea que separa el ensayo de la crónica e incluso de los artículos periodísticos. Esta suerte de indefinición fortalece uno de los aspectos centrales del ensayo: su difuminación sustantiva, particularidad que se expresa en el modo en que apela a retóricas que no siempre se mantienen a lo largo de los trabajos. La errancia del género permite entremezclar discursos y dejar a la vista una subjetividad evidenciada en un yo que se hace presente en las marcas valorativas y en el objetivo que persigue. Los ensayos que integran estos libros operan como un banco de prueba de la obra del ensayista escritor.

El whisky de los poetas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El whisky de los poetas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La pregunta por el Quinto Centenario, que ahora se pone de moda, suele obedecer a esquemas igualmente rígidos y también exige algunos ejercicios de independencia intelectual para ofrecer una respuesta interesante. Ya se podría redactar, con respecto a este asunto, un Diccionario de las ideas recibidas, y es imperativo, por consiguiente, que hagamos la crítica de la crítica. Como se acaba el espacio, el tema queda para una crónica futura.

Artefactos verbales

Los escritores sólo servimos para manejar las palabras, para poner una junto a la otra, para inventar artefactos verbales. O servimos sobre todo para eso, y somos, por consiguiente, como siempre se ha dicho, personas más bien inútiles. A veces, desde las instituciones, desde alguna clase de poder, se nos quiere utilizar, y como esto revela que nuestro trabajo "serio", nuestra escritura creativa, no es utilizable, no tiene uso práctico de ninguna especie, reaccionamos con ira. Fui sometido muchas veces a presiones por así decirlo funcionales, me encargaron discursos, cartas de amor o de agravio, necrologías, florilegios, y muy a menudo, por reacción instintiva, traté de tomar venganza. Lo hice, como es natural, con el recurso propio del escritor: introduciendo palabras no deseadas, jugando con los sentidos, colocando aristas o trampas que atentaban contra la armonía del texto. Si las palabras incluso traicionan a los que las ponen, traicionan con mucha mayor razón a los que ordenan ponerlas. La relación del hombre del poder con el hombre del lenguaje, con el artista, es conflictiva por definición. Uno dispone y el otro, al producir esos artefactos, propone, y propone a contrapelo.

Encuentro un ejemplo interesante en Argos el ciego, novela del autor siciliano Gesualdo Bufalino. El narrador es conducido por dos de sus personajes, don Nitto y el honorable Scillieri, a una mesa donde hay una resma de papel blanco, un tintero y una estilográfica de oro. En una mesa vecina, dos guardaespaldas, provistos de un cuchillo de hoja ancha, un "leccasapone" de acuerdo con la jerga de los mafiosos, abren grandes panes de campo y los untan de mermelada. Don Nitto pronuncia un largo y enrevesado discurso. Ocurre que el honorable Scillieri tendrá que firmar un pacto entre los monárquicos y el partido de los Uomini Qualunque, es decir, en traducción libre, el partido de los ciudadanos de a pie. Se trata de regenerar a Italia, ni más ni menos. El escritor, experto en hacerse el sordo o el tonto, pregunta: y yo, ¿qué tengo que ver con todo esto?

Los dos personajes le indican la hoja de papel y la pluma. Le piden que ponga dos o tres conceptos, pero sustanciosos. Sobre la patria, el trabajo, la libertad. Si, sobre todo la libertad. El escritor, profesor de letras, especialista en Homero, en Ovidio, en Leopardi, se resiste, pero la cercanía de los dos comedores de pan con mermelada, y la expresión de profunda tristeza de don Nitto, son más que convincentes. El narrador de la novela, Gesualdo Bufalino en persona, ¿o este Gesualdo Bufalino es una invención más del escritor que obedece al nombre de Gesualdo Bufalino?, se sienta y se pone a escribir. He aquí la frase que cierra el capitulo: "Introduje alguna malicia, el honorable Scillieri se jugó la carrera, yo sigo huyendo".

Yo he huido, también, pero nunca he dicho "de esta agua no beberé". Desafío al amigo lector a demostrarme lo contrario. Gesualdo Bufalino, a todo esto, fue toda su vida profesor de letras en un instituto de Sicilia. Publicó Perorata del apestado, su primera novela, a los sesenta y un años de edad, poco después de jubilarse, y el éxito fue inmediato. Yo acabo de terminar la lectura de Argos el ciego, comienzo Perorata del apestado, pienso seguir con Las mentiras de la noche. Mi curiosidad por Bufalino empezó cuando tropecé en una revista con un conjunto de comentarios, divagaciones, retratos, evocaciones, sobre un viejo libro de fotografías. Dicen que Leonardo Sciascia, coterráneo suyo, leyó esos comentarios y buscó a Bufalino, entusiasmado, para aconsejarle que se dedicara a la literatura. El gesto de Sciascia fue interesante, generoso, pero el consejo me parece absurdo. Si Bufalino era escritor, esto es, artista, manipulador, dominador de la palabra, no tenia más remedio, para su gloria y para su desgracia, que dedicarse a la literatura. Y desde ese momento, iba a tropezar con muchos don Nittos y muchos honorables en su camino. ¿Qué otra cosa le podía ocurrir? Tenía que introducir malicia en sus textos, cosa inevitable, inherente a esos demonios del escritor de que tanto se ha hablado, y tenía que huir, huir para regresar.

Lo curioso es que esos artefactos verbales, esas invenciones, brotan de una realidad densa, calurosa, hermosa, terrible, y a su vez la configuran, le introducen coherencia, la crean. La vida siciliana, al fin y al cabo, no es más que un conjunto de palabras de Lampedusa, de Bufalino, de Sciascia, de muchos otros. De esa textura verbal brotan conversaciones, amores, tragedias, bailes de pueblo, paisajes, músicas, sueños. Argos el ciego, que se subtitula no por simple capricho Los sueños de la memoria , termina con una breve oración.

Escojo un par de fragmentos: "¡Odiable, amable vida! Cruel, misericordiosa. Que caminas, caminas. Y estás ahora entre mis manos: una espada, una naranja, una rosa. Estás, no estás: una nube, un viento, un perfume… Vida, cuanto más languidece tu fuego más lo amo. Gota de miel, no te caigas. Minuto de oro, no te vayas".

Todos lo sabemos y lo sentimos, pero existe una especie particular de personas, por lo demás perfectamente inútiles, con alguna razón sospechosas, que son capaces de ponerlo en palabras.

La esclerosis de la revolución

Parece demostrado que las revoluciones, que son espontáneas, juveniles, creativas en sus comienzos, sufren un proceso de envejecimiento rápido. Existe un anquilosamiento, una esclerosis de las revoluciones. Pensemos en el joven Robespierre, en el Lenin de la Plaza Roja, en los guerrilleros de la Sierra Maestra. Con el tiempo mueren y se convierten en mártires, leyendas, mitos o sobreviven, para desgracia de sus países, y se transforman en dictadores ancianos y más bien reiterativos, obstinados, majaderos. La Revolución Francesa fue derrotada bastante pronto, por suerte para ella. José Stalin, en cambio, envejeció, y envejeció muy mal. Los testimonios que se conocen ahora son impresionantes. Se convirtió en un viejo cruel y cínico, que dedicaba la mayor parte de su tiempo a tomar champaña, a ver películas norteamericanas del Oeste, a recibir los informes de su policía secreta y a sentenciar a sus compatriotas.

El dirigente revolucionario que ha mantenido una leyenda en vida durante más largo tiempo es Fidel Castro. De eso no cabe duda. Pero esa leyenda se resquebraja ahora con una rapidez vertiginosa, y él mismo contribuye a eso con sus declaraciones. Su discurso político reciente suele ofrecer muestras antológicas de este fenómeno de esclerosis. Y los textos oficiales cubanos también llevan un lastre de lenguaje repetitivo, cansado, vagamente paranoico. Ahora tratan de convencernos, por ejemplo, de que la votación contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es el resultado exclusivo de "las maniobras y chantajes" de Washington. Nosotros sabemos algo de estas cosas. En un pasado cercano, las votaciones contra nosotros no eran una respuesta frente a atropellos reales, perfectamente demostrados, sino el producto de oscuras conspiraciones del comunismo internacional. Se echa la culpa a terceros, se invoca el argumento eterno de la persecución. La Revolución, que desde hace muchos años persigue toda disidencia, toda discrepancia, toda tibieza, se declara perseguida. Es una paradoja que parece formar parte de su naturaleza más esencial. En una época se decía que mi crítica del castrismo era la consecuencia de un delirio mío de persecución, esto es, de una enfermedad mental. Yo habría padecido de visiones malignas en esa isla paradisíaca. Guillermo Cabrera Infante, el novelista de Tres tristes tigres , que conocía bien estos asuntos, me escribió en una carta de esos años: "No hay delirio de persecución allí donde la persecución es un delirio".

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El whisky de los poetas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El whisky de los poetas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El whisky de los poetas»

Обсуждение, отзывы о книге «El whisky de los poetas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x