Nativel Preciado - Camino de hierro

Здесь есть возможность читать онлайн «Nativel Preciado - Camino de hierro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Camino de hierro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Camino de hierro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La soledad y el dolor amargan la vida de Paula desde la marcha inesperada e inexplicable de su amadísimo esposo Lucas, su cómplice y su maestro, con quien había planeado una existencia de plenitud y de gozo en la que encarar el otoño de sus vidas. Ahora sólo quedan el vacío y el desánimo, la desolación de una ausencia incomprensible. Paula lucha por sobreponerse y viaja a León, el escenario de su infancia, para recuperar la memoria de su abuelo Román, condenado en un juicio inicuo y asesinado tras la Guerra Civil, en la feroz represión desatada por los vencedores contra los “enemigos de España”. En León, Paula reencontrará su propio pasado, el de su familia destrozada, y el pasado colectivo de una tierra asolada por el odio cainita. El reencuentro con sus parientes le permitirá recuperar los papeles con los que reconstruir los últimos días del abuelo Román, un hombre bueno destruido en ese “tiempo de canallas”. Es una novela descarnada, sin concesiones, pero llena también de emoción y ternura, y que gira en torno a dos temas esenciales y universales: la muerte y la memoria. Es también una novela valiente, con la pretensión de ser un canto al ser humano y lo más sublime de su esencia, a su capacidad de sobreponerse a la desgracia y de enfrentar el conocimiento de sí mismo.

Camino de hierro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Camino de hierro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tal vez las cosas funcionasen mejor si supiéramos a qué atenernos. Saber, por ejemplo, que el mal se paga aquí, no en otras presuntas vidas, a corto o largo plazo, pero se paga. Del mismo modo el bien tenía que estar recompensado de una manera evidente, porque eso nos incitaría a practicarlo. Quizá sea así pero no nos demos cuenta de que existen sutiles compensaciones y castigos. En todo caso, ¿quién soy yo para ordenar el mundo? ¿Qué tengo que aprender? ¿Hasta cuándo voy a seguir aquí metida? ¿Cuánto tiempo más durará mi incertidumbre?

Allí estaba yo, en la habitación recargada de un hotel de lujo, repasando mis relaciones con los hombres. Sólo recordaba con agrado dos o tres de todas las que había mantenido a lo largo de mi vida. Las demás había intentado quitármelas de la cabeza. Los pocos elegidos tenían algo en común: misteriosos, intuitivos, soñadores, sensibles, exquisitamente educados y hedonistas, que no buscaban sólo placeres carnales, sino el gozo de la inteligencia y de los sentidos. La ternura también es un rasgo de sensibilidad viril. Los amores que merecieron la pena fueron delicados sin dejar por ello de ser fuertes, enérgicos y vigorosos cuando se requería. Sin embargo, a ninguno se le hubiera ocurrido agarrarse de pronto a mi vientre para suplicar mi amor. No se trata de una connotación moral. No es un asunto de pudor, sino de incompetencia para seducir. Me ha sido más fácil desnudarme por fuera que por dentro, pero no soporto que me lo pidan contra mi voluntad. Tenía que notar mi falta de deseo sin necesidad de explicárselo.

Me gusta que me seduzcan y siempre he necesitado admirar a un hombre para amarlo, pero hay que dejar pasar el tiempo hasta alcanzar la confianza indispensable para tener intimidad. Se necesita mucho tiempo para pasar del amor físico a la plenitud amorosa. Sólo con Lucas he llegado a comportarme con absoluta naturalidad, como si nadie me viera. Amar a estas alturas significa amarle sólo a él. El verdadero amor se revela cuando te das cuenta de que estás dispuesta a morir por la otra persona, algo que no sucede en todas las vidas. Me siento afortunada en ese sentido, porque yo me muero de amor por Lucas.

Capítulo 6. Camino y Olvido

Aparece el mensajero, al fin, en un momento dichoso en el que todo parece renacer. Nos encontramos en la penúltima parada del camino, la sexta de las siete etapas en las que Shakespeare dividió la vida de las personas, con la peculiaridad de que no siempre son correlativas. A veces se fusionan en el ámbito de la energía; en un mismo espacio donde el tiempo es tan impreciso como los siete colores del arco iris. Pero el arco iris es sólo un fenómeno óptico, en realidad no existe. Hace tres siglos, Newton hizo pasar un rayo de luz blanca a través de un prisma transparente y comprobó que el rayo, al otro lado, aparecía convertido en siete colores: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta.

1

Abro los ojos y miro la hora en el teléfono móvil. Son las diez y media de la mañana. Es tarde para bajar al restaurante y detesto que aparezca en la puerta el camarero con la bandeja, así que me quedo sin desayunar. Tengo la sensación de que anoche tampoco cené. Estoy medio vestida, descalza, con unas medias negras y la camisa desabrochada. Tengo frío. ¿Cuánto tiempo habré dormido? Hay una botella de champán en el suelo con el líquido derramado sobre la moqueta. Abro las cortinas y contemplo el triste paisaje al que empiezo a acostumbrarme. Las nubes han desaparecido y el vendaval de los pasados días ha purificado el aire. Los bordes de las hojas de los árboles se dibujan con absoluta nitidez sobre el fondo de las aguas del río. A lo lejos se contemplan los picos de las montañas coronadas por la nieve. Debe de hacer varios grados bajo cero, pero no me atrevo a abrir la ventana para comprobarlo. Tampoco me animo a vestirme, ni a peinarme, ni a lavarme los dientes, a pesar del mal sabor de boca que tengo. No quiero abandonar la habitación porque temo encontrarme a Rodrigo agazapado en alguna esquina, dispuesto a asaltarme para pedirme de nuevo perdón y reanudar una conversación que me hastía. También tengo miedo a escuchar los reproches de mi tía Olvido, probablemente enterada ya de mis andanzas con su enemigo. Le habrán exagerado las circunstancias y creerá incluso que me he liado con él. No pienso desmentir, ni asentir, ni darle la menor explicación. No me interesa lo que piense nadie. Estoy saturada de mi propio dolor. Me he vuelto absolutamente incrédula, desalmada, diría, en el sentido de que carezco de alma. No tengo dolores ajenos. No me conmueve el sufrimiento de los demás. No presto atención a los otros. Es una sensación cruel que me produce un vacío doloroso. ¡Oh, Dios, cómo me gustaría que todo esto fuera transitorio y recuperar mi energía! Me asombra no haber perdido la esperanza de que aún me sorprenda la vida.

A pesar de que estoy despierta, me vuelvo a tumbar en la cama, porque no sé qué hacer durante el resto del día. Escucho ligeros ruidos externos, el ir y venir de las camareras con el carrito de las toallas y de los utensilios del baño. No recuerdo si colgué el cartel de «no molestar». Sería incómodo que alguien abriese la puerta, así que decido levantarme y comprobarlo. Después de asegurarme que lo he puesto, me tranquilizo y a los pocos segundos vuelvo a tumbarme en la cama y me viene de golpe el recuerdo de la violenta despedida de la noche anterior. Quizá logre interrumpir mis negros pensamientos si salgo a la terraza, tomo un poco de aire fresco y, de paso, se renueva la pesada atmósfera de la habitación. Me incorporo con esfuerzo y abro la ventana, pero enseguida percibo que el aire no es fresco, sino gélido. Cierro y miro de nuevo la hora. Son las doce menos cuarto. Suena el teléfono.

– Buenos días, señora, hay una persona que pregunta por usted.

No me atrevo a responder, convencida de que Rodrigo ha tramado una nueva ofensiva.

– He dicho que no me molesten -contesto con voz alterada.

– Disculpe, señora, pero el señor me ha pedido que insista, que es algo importante.

– ¿Quién es el señor? -pregunto.

– Dice que es el padre Joaquín, agustino, y que le urge hablar con usted.

– Dígale que me espere unos minutos, por favor, que ahora mismo bajo.

Súbitamente levanto el ánimo y mi corazón empieza a latir desbocado. Me atuso el pelo, me pongo los zapatos, los pantalones y una chaqueta sobre la camisa arrugada y salgo corriendo en busca de la noticia más esperada. Echo un vistazo, pero no reconozco al posible mensajero. Me lanzo jadeante sobre el conserje.

– ¿Dónde está? -le pregunto.

– ¿Perdón?

– ¿Dónde está el hombre que preguntaba por mí?

– Ha dicho que la esperaba tomando un café.

– ¿Dónde? -insisto.

– Ya le he dicho, señora, en la cafetería.

Le distingo rápidamente, está sentado en la barra, y me abalanzo frenética sobre él.

– Soy Paula. ¿Viene de parte de Lucas?

– Buenos días, Paula. Sí, en efecto.

– ¿Dónde está? ¿Por qué le envía a usted? ¿Por qué no viene él?

– Tranquilízate, hija mía.

No puedo esperar ni un segundo más. ¿Cómo voy a tranquilizarme después de tanto tiempo? Estoy jadeando y respiro fatigosamente. De pronto, caigo en la cuenta de que algo va mal. ¡Oh, Dios mío! Este hombre viene a contarme una tragedia…

– ¿Qué le pasa? ¿Es grave? -pregunto mientras aprieto los puños y cierro los ojos.

– Está muy enfermo y quiere verte.

Estoy a punto de desplomarme. Abro los ojos, aflojo los brazos, me sujeto fuertemente al taburete con ambas manos y en este instante sé que todos mis presagios se han cumplido. Lloro en silencio, pero las lágrimas me abrasan los ojos y siento una punzada muy dolorosa en el esternón. El hombre intenta calmarme, pero apenas escucho sus explicaciones.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Camino de hierro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Camino de hierro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Camino de hierro»

Обсуждение, отзывы о книге «Camino de hierro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x