• Пожаловаться

Antonio Garrido: La escriba

Здесь есть возможность читать онлайн «Antonio Garrido: La escriba» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Историческая проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Antonio Garrido La escriba

La escriba: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La escriba»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Podrá la hija de un escriba decidir el destino de la cristiandad? Alemania, año 799. Se aproxima la coronación de Carlomagno. El emperador debe encargar la traducción de un documento de vital importancia. La labor recae en Gorgias, un experto escriba bizantino, quien debe realizar esta monumental tarea en absoluto secreto. Theresa, la hija de Gorgias, trabaja como aprendiz de escriba. La misteriosa desaparición de su padre la obliga a infiltrarse en una conspiración de ambición, poder y muerte, en la que nada es lo que parece.

Antonio Garrido: другие книги автора


Кто написал La escriba? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

La escriba — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La escriba», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Santo Cielo! Pero ¿qué os ha ocurrido en el brazo?

– ¡Oh, nada! Un incidente sin importancia -mintió-. De camino a los talleres un pobre diablo me causó unos arañazos. Avisaron al físico y se empeñó en vendármelo, pero es que ya conocéis a los matasanos: si no cubren o emplastan algo, imaginan que no les pagarán por su trabajo.

– Tenéis razón, pero decidme, ¿podéis mover bien la mano?

– Con alguna molestia. Nada que no pueda resolver con un poco de trabajo.

– Entonces el motivo de vuestra urgencia…

– Permitid que me siente. Es respecto al códice. No voy tan rápido como quisiera.

– Bueno. Aliquando bonus dormitat Deux. No se trata de ir rápido, sino de llegar a tiempo. Y decidme, ¿a qué se debe ese retraso? No me habíais comentado nada al respecto -dijo intentando disimular su contrariedad.

– Lo cierto es que no quise preocuparos. Pensé que podría arreglarme con las plumas que tenía, pero he afilado tanto los cálamos que apenas si consigo hacer fluir la tinta.

– No entiendo. Disponéis de decenas de plumas.

– Sí, pero no de ganso. Y como sabéis, no quedan gansos en Würzburg.

– Pues continuad con las que tenéis. No veo la importancia…

– El problema reside en el flujo. La tinta no desciende con la suficiente lentitud, y eso podría provocar corridos que estropearían todo el pliego. Recordad que estoy utilizando vitela de ternero nonato. La superficie es tan suave que cualquier error en el manejo de la pluma traería consecuencias irreparables.

– ¿Y por qué no utilizáis otro tipo de pergamino?

– Eso no es posible. No, si pretendéis conseguir vuestros propósitos.

Wilfred se removió sobre su asiento.

– ¿Entonces qué proponéis?

– He pensado en densificar la tinta. Utilizando el aglutinante adecuado podría conseguir que fluyese con mayor lentitud, manteniendo el necesario deslizamiento. Creo que en un par de semanas podría lograrlo.

– Haced lo que debáis, pero si en algo apreciáis vuestra cabeza, procurad tener listo el códice para la fecha convenida.

– Ya he comenzado los preparativos. Perded cuidado.

– Muy bien. Por cierto, y ya que estamos aquí, me gustaría echarle un vistazo al pergamino. Si sois tan amable de acercármelo…

Gorgias apretó los dientes. No quería explicarle que a consecuencia del asalto se vería retrasado.

– Me temo que no es posible.

– ¿Cómo decís? ¿Qué significa que no es posible?

– Que no lo tengo aquí. Lo olvidé en el taller de Korne.

– ¿Y qué infiernos hace allí, a expensas de que cualquiera pueda descubrirlo? -bramó el conde. Los perros se alteraron.

– Disculpadme, paternidad. Sé que debí consultaros, pero anoche a última hora comprobé cómo una de las páginas comenzaba a pelarse -mintió-. Desconozco la causa, pero cuando ocurre, es vital atajar el problema de inmediato. Necesitaba un ácido que Korne suele utilizar, y conociendo de su desconfianza juzgué preferible llevar allí el códice antes que pedirle el ácido. De todas formas, a excepción de Theresa, en el taller nadie sabe leer, y un pergamino más entre otros cientos, en modo alguno llamaría la atención.

– No sé… Todo eso parece acertado, pero no entiendo qué hacéis aquí en lugar de estar en el taller aplicando ese ácido. Acabad lo que debáis y regresad el documento al scriptorium. ¡Y por lo que más queráis!, no me llaméis paternidad, que hace años que no visto los hábitos.

– Como ordenéis. Saldré tan pronto recoja el atril y me provea de mis cuchillas. No obstante, antes desearía comentaros otro asunto.

– Decidme.

– Estos días… los que necesito para preparar la nueva tinta…

– ¿Sí?…

– Si vuestra dignidad lo autoriza, preferiría que me excusaseis de venir al scriptorium. En mi casa dispongo de los útiles necesarios, y allí podría efectuar las pruebas con mayor tranquilidad. Además, debo localizar ciertos ingredientes en el bosque, por lo que habré de pernoctar fuera de las murallas.

– ¿Fuera en el bosque? En tal caso solicitaré al praefectus un soldado para que os escolte. Si esta mañana os han atacado al abrigo de las murallas, imaginad lo que podría ocurriros al otro lado.

– Bueno, no creo que sea necesario. Conozco bien los alrededores y Theresa puede acompañarme.

– ¡Ja! -rio Wilfred-. Aún miráis a Theresa con ojos de padre primerizo, pero esa joven atrae a los hombres como si estuviera en celo. En cuanto los salteadores la oliesen no dispondríais de tiempo ni para santiguaros. Vos ocupaos del códice, que yo me ocuparé de vos. Por la tarde tendréis el soldado en vuestra casa.

Gorgias decidió no porfiar. Había planeado dedicar los dos días a buscar al hombre que le había asaltado, pero con un soldado lamiéndole los talones difícilmente podría conseguirlo. Sin embargo, resolvió dar por concluida la conversación para de ese modo no alertar aún más a Wilfred. Mientras ordenaba sus pertenencias, decidió cambiar de asunto.

– ¿Cuánto estimáis que se demorará el rey? -preguntó Gorgias.

– ¿Carlomagno? No sé. Un mes. Tal vez dos. El último correo anunciaba la partida inminente de un convoy con suministros.

– Pero los pasos están cerrados.

– En efecto. Pero tarde o temprano habrán de llegar. Las despensas no aguantarán mucho más tiempo.

Gorgias asintió. Las raciones resultaban cada vez más exiguas y pronto no quedaría nada.

– Bien. Si no deseáis más… -añadió Wilfred.

El conde empuñó las riendas y los arneses se ciñeron a los perros. Luego restalló el látigo y las bestias movieron pesadamente el artilugio hasta girarlo por completo. Se disponía a abandonar el scriptorium cuando un doméstico irrumpió en la sala gritando como si hubiese visto al diablo.

– ¡La factoriae! ¡Por Dios bendito! ¡El fuego la está devorando!

Capítulo 4

Cuando Gorgias vislumbró lo que quedaba del taller, rogó a Dios que Theresa no se encontrase bajo los escombros. Las llamas habían consumido las paredes exteriores provocando el hundimiento de la techumbre, y ésta a su vez había avivado el fuego hasta convertir el lugar en una enorme pira. Los curiosos que iban llegando se agolpaban para contemplar el espectáculo mientras los más atrevidos se afanaban en atender a los heridos, rescatar algún útil o sofocar los rescoldos. Tras unos instantes de desconcierto, Gorgias reconoció la figura de Korne inclinada sobre unos maderos. Parecía un harapiento, con las ropas ennegrecidas y el rostro desencajado. Rápidamente se dirigió hacia a él.

– Gracias al cielo que os encuentro. ¿Habéis visto a Theresa?

El percamenarius se revolvió como si le hubiesen nombrado al diablo. De repente dio un salto y se abalanzó sobre la garganta de Gorgias.

– ¡Esa maldita hija tuya! ¡Ojalá arda hasta el último de sus huesos!

Gorgias se zafó de Korne en el mismo instante en que dos vecinos acudían a separarlos. Los hombres disculparon el comportamiento de Korne, aunque Gorgias sospechó que sus palabras no obedecían a ningún tipo de arrebato. Les agradeció su intervención y se alejó para continuar la búsqueda.

Tras recorrer el perímetro del recinto, observó que el fuego no sólo había arruinado los talleres y la vivienda de Korne, sino que además se había propagado hacia los almacenes y las cuadras colindantes. Por fortuna, los establos no albergaban animales, y hasta donde él sabía, los almacenes se encontraban vacíos de grano, de modo que las pérdidas se limitarían al valor de los edificios. En cualquier caso, ambas construcciones ya estaban condenadas porque el incendio comenzaba a ensañarse con los tejados.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La escriba»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La escriba» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «La escriba»

Обсуждение, отзывы о книге «La escriba» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.